Estamos ante una cinta que para mí, representa uno de los grandes dilemas para los fans del cine de género, y es que a veces los tráilers te dan demasiadas buenas vibraciones para lo que luego vas a ver.

Cuando un sacerdote es encarcelado en Rumanía acusado de asesinato de una monja a la que realizaba un exorcismo, la periodista Nicole Rawlins investiga si el asesinato fue a una persona mentalmente enferma o, por el contrario, las acusaciones son falsas y simplemente perdió la batalla contra una presencia demoníaca. Una presencia que ahora podría estar experimentando ella misma…

La película inicia con un exorcismo que no es otra cosa que una colección de tópicos vistos ya mil veces, y que desencadena una trama que, en su mayoría, tiene más elementos de un thriller de investigación con muy poca sustancia que de una cinta de terror al uso. La película se desarrolla dando tumbos con algún que otro momento muy trillado de terror sin que esta en ningún momento llegue a arrancar, y cuando parece que vaya a hacerlo, se resuelve de una forma corta y caótica, dando la sensación de que querían acabar el film con cierta prisa.

Xavier Gens firma aquí una cinta rutinaria y muy justa en todos sus sentidos, que si bien puede gustar a unos, no se diferencia en prácticamente en nada a todo un ejército de películas clónicas que parecen salidas de una cadena de montaje.

-Nota personal 4/10

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