Los fracasos -en todos los sentidos- de Jack y su Gemela (2011) y Desmadre de Padre (2012) han hecho que por primera vez en su carrera Adam Sandler haya tenido que recurrir a participar en una secuela de uno de sus mayores éxitos, Niños Grandes 2. La película mantiene la misma calidad que sus últimas películas, pero debe estar satisfecho con la recaudación mundial -245 millones de dólares- y seguro se lo pasó muy bien rodando con sus habituales colaboradores detrás y delante de la pantalla.

Estos son el director Dennis Dugan, y sus compañeros de reparto Kevin James, Chris Rock, David Spade, Salma Hayek, Maria Bello, Maya Rudolph, Nick Swardson, Steve Buscemi. Sumar breves papeles de Taylor Lautner, Milo Ventimiglia, Andy Samberg, Shaquille O'Neal y Steve Austin. De la primera parte solo falta Rob Schneider, que tenía otros compromisos en la fecha de rodaje.

Sorprende ver en los créditos que se necesitaron tres guionistas -entre ellos Sandler- para escribir el libreto de Niños Grandes 2, y que la película carezca totalmente de argumento. Niños Grandes 2 no va de nada, es la reunión de los cuatro amigos que salen en la portada, con sus respectivas esposas e hijos. Desde la primera escena la película es una serie de gags inconexos que sirven para llenar la hora y media que dura.

Respecto a los gags citaré dos. La primera escena, un ciervo que se cuela en casa del protagonista (Sandler) y se mea en su cara -y en sus hijos-. Y la última, que sucede en la misma habitación, con el mismo personaje tirándose un 'eructorpedo' -un eructo y un pedo al mismo tiempo- poco antes de practicar sexo con su esposa. Entre medio de estos dos pues cantidad de mamarrachadas del estilo, combinación de flatulencias, ridiculización de cada demográfico posible y bromas de caca pedo culo pis. La efectividad de cada broma, poca. Con suerte me he reído dos veces y no acabo de recordar por qué.

A su favor -si es que tiene algo- se puede decir que el resultado no es insultante como Jack y su Gemela. La película se deja ver y no molesta. Para no marear la perdiz, es la clase de película que gustará a los que disfrutaran de la primera parte; mantiene el mismo bajo nivel.