Paco Plaza junto a Jaume Balagueró, una década antes de "Verónica" ya sorprendió con "Rec", una de las mejores películas de terror zombie que he visto, y fue tan exitosa que los estadounidenses hicieron un remake, infame, por cierto. No sé si "Verónica" tendrá un remake y alcanzó esa fama internacional, pero no tiene nada que envidiarle a producciones norteamericanas del estilo, y eso que el argumento no tiene muy buena pinta por lo manida que está la idea...
Una chica llamada Verónica que vive en Vallecas, juega a la ouija y a partir de entonces empiezan a pasar cosas extrañas. ¿Cuántas veces hemos visto una película de terror así?, ¿parece original? No, pero lo es, y no sólo por estar más o menos basada en un hecho real (en el informe policial que se escribió tras el insólito caso) sino por cómo está contado.
Una ambientación de Madrid en los años noventa muy cuidada y en especial, unos personajes perfectamente redondos, con quienes empatizas enseguida, y por tanto, temes por ellos a cada momento, que debe ser el objetivo y la regla de oro del género, lograr que conectes con los personajes, que en este caso son Verónica, sus tres hermanos pequeños y su madre, principalmente.
Aquí la película no se desarrolla como la americanada de turno donde en una casa perfecta una familia lleva una vida artificial en la que los vemos desayunando, viendo la tele, olvidamos a más de uno por apenas aparecer, hija adolescente rebelde con el móvil y ¡pumba!, empieza la experiencia de miedo y sustos a borbotones con subidones de música tramposos. No, los personajes en "Verónica" tienen mucha personalidad, y hacen que aparte de sentir miedo por lo que les pueda pasar, sintamos pena, porque vemos la ingenuidad de los hermanos pequeños de Verónica y cómo intentan sobrellevar con su imaginación y el juego lo que está pasando con grandes momentos de ternura, porque Verónica no es una persona de cartón "tragasustos", sino alguien con el que te llegas a sentir identificado, que mira el techo por las noches y lo ilumina con una linterna mientas escucha Héroes del Silencio inmersa en sus pensamientos, alguien con sus manías, sus costumbres, sus expresiones, como todo ser humano. Y en hora y media la conocemos, llegamos a saber mucho de ella y que tengamos en la mano una película que sabe cómo darle vida a sus personajes y hacer que conectemos con ellos, es algo que tengo muy en cuenta, muchísimo.

Paco Plaza dirige películas a partir de ideas nada originales, con referencias a otras y con algunos de los clichés del género, pero el mérito reside en el hecho de que es capaz de combinar todos esos clichés, y esas ideas tan manidas con sabiduría, sin renunciar a un trabajo estético irreprochable, no sólo en la ambientación, también en cómo está tratado el sonido. Las voces, los susurros que persiguen a Verónica, el vaso...Sonidos que dan auténticos escalofríos.
Y que la acción transcurra en un piso de Vallecas, rodeado de otras viviendas no implica que no sintamos la soledad, el desasosiego y la angustia dentro de ese piso, y más que cualquier casa terrera en medio de la nada.
No hay nada que se note artificial, todo está narrado con naturalidad y ese comienzo con la llamada telefónica es un captatio, un clímax inicial acertado que logra que estés atento hasta los créditos finales...

Quizás lo único que le reprocho a "Verónica" son esas apariciones repetitivas, repeticiones de un mismo suceso, y quizás algún que otro flashback innecesario e igual de repetitivo, pero respecto a lo demás, estamos ante una muy recomendable película de terror que sabe decirnos lo que realmente es el miedo y de dónde viene y manifestarnos esa sensación al mismo tiempo.

A destacar también los tres niños, la presencia de Ana Torrent ("Tesis") como madre de Verónica y Consuelo Trujillo como Sor Narcisa, personaje que pese a ser secundario y aparecer poco en la película, tiene su peso en la trama, y regala unas apariciones breves pero de lo más interesantes.