Sentimental

Era difícil superar el listón para Cesc Gay, después de tres películas absolutamente maravillosas como son En la ciudad, Una pistola en cada mano y Truman.
Sin embargo, hay algo que falla en Sentimental, y quien esto firma cree que puede tener que ver con el carácter teatral de la propuesta. Adaptar al cine obras de teatro no siempre es una buena idea, sobre todo si la obra en cuestión tiene un sólo escenario, muy pocos personajes y un diálogo continuo, sin pausas. Eso es lo que ocurre exactamente en Sentimental, que, a pesar de su escaso metraje, tiene problemas para encontrar un ritmo e interesar al espectador. Es una pena, porque hay momentos muy divertidos, y la idea es buena, pero no termina de coger vuelo como producto cinematográfico.
Sobre lo que no hay duda es sobre el permanente estado de gracia en el que están los cuatro intérpretes, especialmente Belén Cuesta, que es un espectáculo, y Grisela Siciliani, sin olvidar a Javier Cámara y a un felizmente recuperado Alberto San Juan (hacía mucho que no se lo veía en una película a este nivel).
Correcta, pasable, aceptable, con un gran director y creador al frente, pero irregular y falta de intensidad.

Lo mejor: Los actores
Lo peor: Tendría que haber sido más de lo que es

Sentimental es una clase magistral de casting y dirección de actores.

Cesc Gay, director y guionista, retoma su debut teatral, adaptando "Els veïns de dalt" al cine. 4 actores, un solo espacio, 82 minutos. Y se produce la magia, el texto teatral cobra vida y se convierte en cine.

Sentimental, hablar de sexo desde una óptica adulta, dibujando los personajes a partir de unos diálogos que funcionan como un mecanismo de relojería. Funciona como sátira de la clase media-alta y como reflexión sobre la convivencia en pareja. Sus intérpretes están brillantes defendiendo sus personajes. Javier Cámara, Belén Cuesta, Alberto San Juan y sobretodo Grisela Siciliani (un auténtico hallazgo) elevan el texto y la calidad del film, por encima de sus limitaciones dado su origen teatral y el film se disfruta de principio a fin.

¡¡Fantastica !! Cesc Gay me gusta, me gusta, y mucho; es el director de la cotidianidad, de las emociones, sin artificio, de lo que nos sucede a todos, y de lo que muchas veces nos da miedo a decirnos a nosotros mismos.
Retrata perfectamente la soledad, el hermetismo, y la confusión intelectual, el sentirnos perdidos, y la lucha de los egos, la amistad... "Una pistola en cada mano", " En la ciudad", "Truman", " Ficción"... son sesiones de terapia, que no dejan indiferentes.
La dinámica de "Sentimental" es trepidante, sorpresiva, y bastante divertida. Las actuaciones geniales.
¿Por que me recordará tanto algunos directores catalanes a Eric Rohmer y al buen cine francés?
Si tu prioridad es el cine de acción no la veas, pero si no lo es, te la recomiendo, pasarás muy buen rato.

Dos parejas se reunen para cenar y poco a poco van destapando sus interioridades, unos una pareja cansada y aburrida de su matrimonio y la otra un par de cachondos calentorros a los que les gustan las orgías y todo lo relacionado con el sexo.
En realidad a la primera les sale gratis la consulta al psicólogo, les va poniendo en situación de una catarsis que muchas veces funciona y es beneficiosa.
Bastante bien desarrollada la historia aunque a veces es algo reiterativa, los personajes bien definidos, el marido un tanto sarcástico y cínico, su mujer ansiosa de llevar una vida mejor, la psicóloga tranquila e inteligente y el gilipollas salido del bombero que queda en un papel menor y más soso.

Y si, es así, en este film el tema que más vemos es el sexo. La necesidad de abrirse a los otros. Temas habituales ya de por sí del propio director Cesc Gay.
Hay que decir que Sentimental es la versión cinematográfica de Los vecinos de arriba, obra de teatro del mismo Gay.
Película ideal para un reparto ideal. Quizá las que mejor entienden el papel sean Belén Cuesta y Griselda Siciliani.