Semen, una historia de amor

Una película que empieza bien con cierto aire a Amelie, sobretodo por la música, las inseguridades del protagonista y esas historias sobre las casualidades de la vida, pero que va perdiendo fuerza dejando de lado esas similitudes para transformarse en algo más corriente. Lo cual es sostenido por las interpretaciones de Ernesto Alterio y padre.

El final es muy lento y deja muchos cabos sueltos.

Es interesante como una situación de amor y deseo por una persona se convierte en casi una tragicomedia, la cual para este caso es arrastrada y vivida en su totalidad por el protagonista principal; quien en gran parte de ella a manera de monólogo nos cuenta sus desventuras y enredos por estar con la mujer que quiere.

A nivel de trama es una buena película, sumando los giros que se van dando en ella, a pesar de que en algunos momentos, ciertas situaciones no convencen, más si vemos la esencia del protagonista, afortunadamente, estas inconsistencias se corrigen.

A nivel de actuación destacable la del padre del protagonistas, Héctor Alterio (Emilio), quien en las escenas que aparece denota su profesionalismo y su gran madurez en la actuación, haciendo que cada una de sus intervenciones sea totalmente creíble, además de la picardía y buen sentido de humor que se genera; a mi modo de ver el director debió haberle permitido intervenir en un mayor número de secuencias con lo cual la película hubiera ganado en humor.

Y si al padre le sobra al actor principal le falta, Ernesto Alterio (Serafín), quien por su juventud y poca experiencia se ve débil y poco convincente en algunas escenas.

En conclusión una buena película, para pasar un agradable momento.

Alegre y simpática comedia de enredo para lucimiento de Ernesto Alterio, sin muchas pretensiones aparte de la de entretener a un respetable poco exigente.

La película toca el tema de la inseminación artificial, construyendo a partir de ahí un relato claro, muy lineal y de poca profundidad. Serafín (Ernesto Alterio) trabaja en una clínica de inseminación en la que conoce a Ariadna (Leticia Dolera), una chica vivaracha e inquieta que solicita el tratamiento. Le inoculan por error el semen de Serafín, y rápidamente se enamora de ella a pesar de su carácter totalmente opuesto a él, una persona tímida y torpe. Más tarde, se dará cuenta de que ella tiene una hermana gemela, lo que provocará malentendidos y situaciones típicas en este tipo de comedias.

Las interpretaciones más destacadas corren a cargo de los Alterio, donde padre e hijo actúan como tales también en la película y ofrecen los diálogos más divertidos. Héctor Alterio está especialmente divertido como personaje pesimista peleado con el mundo, mientras que su hijo Ernesto sigue en su línea de gestos monocordes pero adecuados dentro del tono general del filme.

Recomendada para ver en pareja.

A la película le sienta bien ese tono amable que se le nota, no obstante si bien es cierto que es un poco televisiva, algo parecido le ocurría a esa película de Javier Cámara..como se llamaba..."Fuera de Carta". Bueno a lo que iba la película es relativamente interesante gracias a que la trama es bastante original y su historia tiene una chispa que provoca que conecte con el televidente. Es un no sé que algo que la hace distinta, diferente.
Con una concepción simple y no demasiado "trabajada" a las directoras no se les va la mano en lo absurdo que pueda generarse durante el metraje con la comedia, es más, a pesar de su título tan atrayente resulta que el film tiene más características de romántica que de comedia en sí. Su punto favorable está en la premisa, en esa originalidad inicial que eso si decae en cuanto pasan los minutos como consecuencia de algo de flojeo de cara a la historia y es que no es facil abordar un tema en el que la previsibilidad se tenga que anotar un tanto y más tratándose del género comedia romántica. Influencia en el decaer de la historia, puede ser por poner un ejemplo la escasa importancia que tienen en el desenlace personajes secundarios ya que en su rol, lo que nosotros hacemos es observar a la pareja principal y ellos pues van a lo suyo.. uno en la cama (menos mal que tiene algunos puntos) y otra "gemela que bueno sirve de "comodin" para desembocar en lo que ya uno se imagina más o menos. La historia se centra por si alguién es tan amable de llegar hasta aquí, en una casualidad del destino, en un capricho sería mejor llamarlo así, por el cual una joven mujer desea tener un hijo por inseminación artificial y se enamora precisamente del médico que acaba ayudándole en todo ese tema del hijo con la coincidencia que utiliza su propio semen algo que le traera de cabeza y por lo cual vendrán una serie de acontecimientos, que si por casualidad alguno no se percata tendrá un desenlace demasiado previsible en contraposición a la originalidad que la historia llevaba hasta ese momento. Resumiendo, con ese guión se consigue un buen trabajo gracias al tono amable y la concepcion original con la que la historia se asienta. Sin embarog una pregunta que me hago es .. ¿se podría considerar a Semen una simple comedia romántica que por su presivilidad le conlleve a una historia de usar y tirar?

De justicia el 5 de nota media que tiene. No es para menos. Dejando a un lado a aquellos dolidos con el cine español, escaldados por alguna que otra cuestión, aquellos que menosprecian sin profundizar y sin dar oportunidades todo lo que se haga en este país, dejando a un lado a todos ellos (que copan las críticas más valoradas lamentablemente), nos encontramos con una comedia de corte social en donde se pone de manifiesto la importancia o no de la biología en cuestiones de paternidad y/o maternidad.

Pasemos por alto el hecho de que Leticia Dolera no da para mucho y que el vientre de alquiler esté prohibido en España, veamos cómo Ernesto Alterio (sí, el mismo al que todos critican que siempre haga el mismo papel, pero ¡qué bien lo hace, el jodido!) cumple con buena nota, incluso sacándonos alguna que otra risa, veamos que Héctor Alterio convence como padre (no es para menos) y veamos que el tema que trata es algo tan delicado que a veces es conveniente convertirlo en comedia. No es, ni mucho menos una obra de arte, pero tampoco creo que merezca el menosprecio continuado que recibe cualquier película engendrada en este país. Porque, como el mensaje que nos transmite la película, ¿qué más da quién la haya hecho?