Cigüeñas: La historia que no te contaron

Parece una película del opus. Aunque sea una película para niños, el tema de la maternidad/paternidad se frivoliza en grado extremo. Los bebés se presentan como algo siempre tierno y maravilloso y cuantos mas mejor! No creo que este tipo de mensaje deba ser escuchado por los niños.

Dirigida por Doug Sweetland, quien solo había dirigido el cortometraje animado de Pixar ‘Presto’, y Nicholas Stoller, realizador de comedias como las dos entregas de ‘Neighbors’, la nueva animación de Warner Animation Group se queda corta en relación a las expectativas creadas.

Las cigüeñas no entregan más bebés, desde hace tiempo se dedican a la entrega de aparatos eléctricos y el mejor en ello es Junior, quien está próximo a ser promovido como gerente, pero para lograrlo debe cumplir con una misión: echar de Monte Cigüeña a Tulip, una chica que fue criada en el lugar tras un accidente que impidió llevarla con su familia.

Junior confina a Tulip a la oficina de correos, donde no hay nada para hacer, pero un día un chico, hijo único de una pareja de workaholics, cansado y aburrido de jugar solo, escribe una carta solicitando un hermanito, por lo que Tulip sin conocer bien el nuevo procedimiento activa los equipos que darán como resultado un bebé que habrá de ser entregado a su familia, por lo que Junior, en compañía de Tulip, deberá encargarse antes de que se entere su jefe y así pueda ser promovido.

Este conflicto será la excusa para dar inicio a un viaje donde todo resulta de manera irregular, aunque contiene algunas escenas graciosas que incluye a una manada de lobos que se enternecen al conocer a la bebé, pero al mismo tiempo se narra la historia de la familia que recibirá a la pequeña, lo que rompe el ritmo del relato.

La historia va hilando diversas subtramas que no logran cohesionarse del todo y siendo algunas más logradas que otras, y para cuando se llega al climax la historia se ha convertido en un caos que pierde interés al no enfocarse de manera adecuada en el tema que planteó de un inicio: la familia y sus diferentes conformaciones.

‘Cigueñas’ es entretenida y tiene momentos divertidos, pero carece de personajes entrañables y de un desarrollo adecuado que difícilmente permanece en la memoria después de verla.

http://tantocine.com/ciguenas-de-doug-sweetland-y-nicholas-stoller/

Esta claro que no tiene el nivel de las grandes, pero cumple con su cometido, de sobra.
Es divertida para ver en familia, tiene personajes entrañables, tiene buenos gags y es divertida. Que mas se le puede pedir a una película familiar.
Un pero, la historia es bastante floja y muchas veces parece que se va reinventado conforme va pasando su metraje. Un placer.

Los recursos de esta animación son ya muy conocidos, las cigüeñas y los bebés, pero logra sacar con ellos una historia muy divertida y, a la par, muy infantil. La mentalidad de la historia está dada para que sea muy bien entendida por los niños y sean ellos quienes le saquen las más grandes risotadas. En los adultos, el registro bien puede ser un poco menos placentero, aunque se rescata que en la hora y veintiséis minutos de duración del filme se puede valorar un buen repertorio de gracias. Por ejemplo, la escena de las ventanas en aquella bodega de la compañía es maravillosa.
En el caso de lo técnico la película es realmente buena, dándole unos rasgos muy nobles a la animación de los personajes, todos, eso sí, con un estilo muy marcado, como si se buscara hacer parte de una familiaridad Warner del siglo veintiuno. Y en el caso de las voces, sorprende el ímpetu con el que logra hacerse con una voz la cigüeña Junior, protagonista, alentada por Andy Samberg.

A esta película la podemos juzgar de 2 formas: desde el punto de vista de un niño y desde el punto de vista de un adulto.

Como niño: guuuaa jajajaj, no entiendo nada pero tiene cosas divertidas como golpes y caídas...

Como adulto: vaya, en guion un tanto rebuscado en el cual se nota a leguas que su objetivo es puramente el publico infantil, repleto de humor fácil y previsibilidad (se llega a entender cuando vemos el nombre de Nicholas Stoller como guionista), vamos, unos minions pero con plumas y menos gracia, la caracterización de los personajes principales llega a ser cargante de lo facilona que es en el que con verlos una vez sabes que papel ocuparan, y los secundarios inexistente, es mas, si los quitáramos de la película ni nos daríamos cuenta, los escenarios salvo los últimos minutos del metraje están casi vacíos y los personajes de relleno son un CTRL+C, CRTL+V, descarado no, lo siguiente. Por no comentar que su doblaje al español a sido flojo.

Recomendación. Ponle el vídeo (si eso) a tu hijo de 6 años y ves a aprovechar el tiempo haciendo otra cosa.