Wallace y Gromit - La maldición de los vegetales

Es increíble como han podido hacer una película como esta. Cuando la estás viendo te sorprendes de las ganas que han puesto las personas responsables de esta maravilla y de la paciencia que han debido tener para moldear cada personaje y darles en su rostro gestos de alegría, tristeza, sorpresa... ¡Parecen de verdad! Y encima, con un guión que hace que la acción y el entretenimiento no decaiga en todo el metraje. Merecidísimo Oscar (así como los anteriores cosechados por Wallace & Gromit)

Tras largos años de espera por parte de sus admiradores, entre los cuales me incluyo,
llega la primera película de Wallace y Gromit.
Wallace es un inventor extraordinario pero depende del sentido común de su fiel perro Gromit ante cualquier contratiempo. El argumento es sencillo pero efectivo.
Una trama que evoca grandes clásicos del género de terror aportando su peculiar ingenio típicamente británico. Es importante comentar que, a pesar de ser animación hecha con plastilina, no se trata de una película de risa ni de una película para niños. La historia presenta numerosas escenas humorísticas pero es un humor satírico que percibirán mejor los adultos.
La ambientación es soberbia y está cuidada hasta el más mínimo detalle.
En resumen, es una arriesgada apuesta de animación que triunfa a base de medios técnicos y sobre todo de ingenio.

He de reconocer que siempre tuve ganas de ver esta película porque fui fan de estos simpáticos personajes de plastilina cuando era pequeño. La película, en líneas generales, me ha dejado a medias. La calidad de la animación y el trabajo realizado a plastilina ha sido espléndido. Falla el doblaje de Wallace, acostumbrado al escuchado en los cortometrajes, pero despues de tantos años era difícil que volviera a ser el mismo.

Al igual que en los cortometrajes, disfrutamos de nuevos inventos originales y de gags visuales y otros gags que rozan el absurdo ( eso sí, ni muchos ni pocos gags, solamente los justos ). La historia en general es buena, pero le ha faltado algo de chispa al guión, no me ha impresionado lo que me esperaba impresionarme. El malo cumple su papel de malo a la perfección. Para terminar, me han entrado ganas de atiborrarme de ensalada tras ver esta película y, como siempre, de un buen queso. Un inconveniente es que escucho demasiados eructos de lo normal, solamente para hacer las delicias de los más pequeños de la casa pero que resultarán repugnantes para los adultos.

Eso sí, animo a hacer más películas de plastilina y de nuevo con estos simpáticos personajes. En total, con todo, le pongo un 7.

Hace años que sigo a estos dos personajillos, desde aquel corto en el que adoptaban a un pingüino, proscrito de la ley, y desde entonces no han cambiado nada, siguen teniendo la misma chispa de entonces. Lo único que la edad no perdona, y uno con 10 ó 12 años se ríe de más cosas que ahora.
La historia está graciosa, con la aparición de un monstruo, el "conejo-lobo" (vaya ideas que tienen estos guionistas)... aunque muchas veces las voces que les dan ponen un tanto nervioso.
Los personajes, sobre todo Wallace y Gromit, siguen teniendo la misma gracia desde el principio, y los gags que tienen con los conejos son, de lo bueno, lo mejor.
Un notable para estos simpáticos amigos.

Se trata sobre todo de una película con una fotografía preciosista. Cada frame es en sí mismo un cuadro digno de ser enmarcado. Además, la animación está cuidadísima con enfoques /desenfoques y movimientos de cámara curradísimos. Algo que con estas técnicas es harto complicado.

Los dos primeros actos resultan muy divertidos. El tercero está estirado artificialmente. De haber estado el tercero a la altura de los anteriores sería una película sobresaliente.

Muy recomendable para ver con niños.