Los informantes

He visto muchas películas malas en mi vida y supongo que veré muchas más, pero pocas me han irritado más que esta. Yo me sentí atraído por el título (¿Por qué? ¿Dónde está aquí el confidente?) que lo único que hace es engañarte como a un chino y por el reparto. Cuando he visto quién firma el guión ya todo se ha aclarado porque no hay nadie tan tramposo como Ellis. Brett Easton Ellis es un autor conocido por recrearse en los aspectos más sórdidos del ser humano o así le gusta a él que le califiquen, yo considero que es un morboso enfermizo al que le falta algún tornillo y que, en vez de perder dinero con el psicoanálisis, escribe palabras que agrupa en párrafos pretendiendo que se le llamen libros. Aquí nos presenta unas cuantas historias en las que se dan cita lo más bajo y ruin del ser humano sin otra pretensión que los ojos más morbosos del mundo sacien sus ansias: drogadictos, raptores de críos, maltratadores, músicos ególatras, pederastas, enfermos del sexo... en fin: la creme de la creme. Y ¿por qué?. Pues yo no lé. Habrá quien diga que es una denuncia social y demás y eso me gustaría creer. Pero entonces. ¿Por que ha situado la acción en los años 80 y no ahora?. Si pretende criticar la falta de valores, ¿qué propone a cambio?. No. La idea es presentar lo más zafio y abyecto de la sociedad, lo más ruin para crear morbo, como hizo en "American Psycho" que es lo que le interesa a este autor, no se dejen engañar. El morbo da dinero, y mucho.
Por lo demás, una película de actores que han visto sus mejores momentos hace ya unos cuantos lustros (Thornton, Basinger, Ryder, Rourke, Isaak) y de jóvenes que no terminan de despegar (Foster, Amber Heard). No perdáis el tiempo. Es muy mala y no tiene el mínimo interés.

Me temo que de lo aburrido e intrascendente de esta mas o menos lujosa colección de risibles subtramas (mil veces vistas en infinidad de producciones y por supuesto mucho mejor contadas) el único culpable es la historia que adapta de Bret Easton Ellis, un tipo que en los 80 pego el pelotazo con ese original y poderoso “American Psycho”, se le vio el plumero con “Glamourama” (hasta ahí llegue con este soplagaitas) y por lo visto en esta que nos ocupa, en la cual vuelve a dar la matraca con ese vacío y estúpido retrato de gente muy cool (con el consabido toque truculento en la subtramaa a cargo de Mickey Rourke) que tuvo momento en los 90, pero que hoy en día por mucho reparto de relumbrón y muy bien fotografiada que este, se queda en eso, una anacrónica, estúpida y risible nadería que aun en el hipotético caso que contenga algún detalle más o menos interesante, no merece la pena ni de lejos aguantar más de hora y media para descubrirlo.

Lamentable amago de película, con el presunto y fallidísimo objetivo de ridiculizar la frivolidad de ciertas esferas de la sociedad, y donde personajes inaguantables conviven con ceros a la izquierda, payasines o postes telefónicos con ojos.

Y ahí estoy yo, como el más adorable de los mercenarios, in it for the money.

Se basa en una serie de relatos de quien firmó American Psycho, pero desde luego las peripecias de Christian Bale parecen Taxi Driver al lado de este despropósito, donde la calamitosa intervención de Billy Bob Thornton, el rey de los pasmarotes, inflige el principal castigo, por cierto.

Es curioso que alguien como Chris Isaak, quien delante de una cámara jamás se había asemejado excesivamente a Charles Laughton, sea capaz incluso de destacar aquí, porque la verdad es que su personaje es de lo poco mínimamente salvable.

Chris Isaak. Firma el mejor disco del año y, a la vez, firma la que seguramente sea una de las películas más amorfas de este 2009.

Qué grande es este hombre.