Z, la ciudad perdida

Me parece una película mala, con fallos muy graves en el argumento. El peor de todos los fallos aparece en una escena a mitad de película, en plena expedición. Uno de los miembros del equipo tiene una herida que le ha provocado una infección en la sangre. Charlie Hunnam le da un caballo al hombre herido para que se acerque solo a un pueblo de mineros que está a unos cuantos kilómetros. El problema es que ellos han llegado hasta allí en canoa y en ningún momento se les ha visto con caballos en la expedición. Lo peor es que le dice :"te daremos nuestro último caballo", y claro, uno entiende que tenían más caballos, que por cierto no han aparecido en ninguna de las escenas anteriores.
Además tiene saltos temporales mal definidos. En la primera expedición, el protagonista se marcha en 1906 y está durante un año perdido en la selva. En ese momento tiene un hijo más bien grandecito, con el que juega en el campo y con el que habla. Cuando regresa, el niño no le reconoce.
Me sorprende que se le haya puesto tanta puntuación a esta película, que además tiene diálogos muy mal escritos y planos muy poco deslumbrantes, para ser una historia de exploración en la naturaleza. Me decepciona que la crítica profesional le haya dado tanta puntuación. No hay que ser muy cinefilo para entender que la película es muy mala y está sobrevalorada por la crítica profesional.

Película a contracorriente que, a su vez, es toda una lección de cine clasicista. Una historia de aventuras vista desde el drama y la fascinación de un hombre, Percy Fawcett, en una época irrepetible en la que el mundo todavía poseía regiones sin explorar. James Gray ha obrado un trabajo ideal para todos aquellos que se dejan seducir por el misterio y los sueños, principalmente para aquellos espectadores cuyo acerbo cultural se haya formado con un libro de Julio Verne o Conan Doyle en una mano, o con películas de Allan Quatermain e Indiana Jones en la otra.

Gray establece una propuesta que, en manos de otro enfoque, muy probablemente hubiera derivado en una sucesión de peripecias y secuencias de acción. El director plantea la aventura desde el espíritu y nunca en base a grandes momentos climáticos. En gran medida logra que el relato te empape de la misma manera que lo hace la selva amazónica.

Charlie Hunnam confiere a su personaje una gran energía, es sabedor que tiene entre manos un diamante de los pocos que se puede encontrar en el cine actual. Desde el minuto uno es definido por sus ansias de soñar en cosas imposibles, sea capturar un ciervo por una senda peligrosa, o sea a través de la cartografía en profundas regiones brasileñas. Junto a él, su mujer, Sienna Miller, será la que catalizará una de las tramas principales, consiguiendo que, a lo largo del metraje, su peso específico en el conjunto sea mayor que el de sus expediciones. Cabe destacar también a un casi irreconocible Robert Pattinson y al joven Tom Holland, el nuevo Spider-Man, en el papel de su hijo mayor.

Tanto la dinámica del personaje, como la del montaje pausado y, hasta en ocasiones, contemplativo, hacen que esta búsqueda se acerque a la magia de películas como “Carga Maldita”, “Jugando en los campos del señor” y “La Selva Esmeralda”; tiene precisamente una gran conexión con el cine de John Boorman, y no solo en lo concerniente al gusto por el detalle, sino también por ese peculiar aire místico. A este respecto la música original de Christopher Spelman contribuye de manera absolutamente eficaz.

Un película para dejarse fascinar, que exigirá cierto grado de empatía hacía todo lo que ocurre en la pantalla. Si eres de los que sueñas despierto, la tendrás.

Las primeras escenas son buenas.
A partir de ahí todo va a peor.
Película sin guión, sin una frase memorable, con personajes monocordes, mal dibujados. Historis, sin tensión alguna.
Un desperdicio de tema: Gastan el 50 % del metraje en salones victorianos carentes de interés mientras que las escenas de la selva están deshilvanadas. .Fotografía borrosa.
Película cadenciosa y mala.
Siempre parece que va a terminar y siempre vuelve a empezar donde lo dejó pero más cansadamente si cabe.
Hacedme caso: gastar el dinero de la entrada y las palomitas en unos vinos o un buen libro... O en otra peli.

Cuando se hace un biopic la ambientación debe ser primordial, de acuerdo, pero cuando se quiere retratar la vida de un aventurero de los de antes, cuando el mundo aún estaba por explorar, como esta Z, la ciudad perdida, hay que planificar un guion que ofrezca algo más que un resumen sencillo de la trayectoria de este inglés, porque aquí no hay más que un guion sin tensión, blandengue, previsible y sin intriga. Ha faltado la aventura, potenciar los peligros en la selva y el debido ritmo espectacular.

Se trata de una película, por lo que no debe, o no es necesario, ser un fiel retrato del protagonista, para ello ya estarán sus escritos, sus descubrimientos e incluso su biografía. Se trata de buscar el interés del espectador por medio de la acción al tiempo de crear intriga o tensión o lo que sea, crear algo de ánimo en el espectador. Y lo que no puede ser es sustituir esos valores con delicadas discusiones con la esposa, una mujer de esas dulce dulcísima, de mírame y no me toques, avanzada a los tiempos, en realidad más de estos tiempos actuales que de aquellos, una mujer que no me dice absolutamente nada, al revés, muy pedante, como esforzándose en caer mal con tanto chupar cámara.

Y si no hay material ni ideas, pues no la hagas, porque es muy probable que decepción sea lo que uno encuentre en este trabajo. Los que soñamos con aventuras pedimos más. Había más emoción en las incursiones de mi hermano pequeño en el monedero de mi abuela que aquí viendo al inglés con los indios, que si quieres saber de la penuria de una civilización como ésta, en medio de la selva, no hay más que echar un vistazo corto al lugar para saber hasta donde han llegado en siglos de existencia.

A la cinta de James Gray le sobran veinte minutos de metraje. Había ratos que me aburría un poco con tanto cambio de tiempo y escenario. Pero en general me ha gustado mucho. Me encantan las aventuras, los descubrimientos, esas personas valientes que logran cambiar el mundo, la historia, la cultura. Es un guion bien escrito con una increíble y maravillosa fotografía. Sufres con los personajes, con sus dudas, con sus ganas de contar algo nuevo al mundo.
Hunnam es de lo mejor de la cinta. ¡Qué guapo, vestido de aventurero! y el resto de actores está muy bien. Merece la pena tragarse más de dos horas de película. Yo le hubiera quitado minutos que me sobraban, pero aún así está fenomenal.