Los tres mosqueteros

Entre las numerosas versiones cinematográficas que ha merecido la obra inmortal de Alejandro Dumas, la de Sidney es para nosotros la mejor de todas.
No por la fidelidad a la trama, sino por su propia personalidad. Criticamos a menudo la forma de hacer cine de los americanos, pero son los grandes maestros. Así en "Los tres mosqueteros", aligeran la densidad de la novela eliminando parte de su dramatismo para reemplazarlo con amables toques cómicos.
Dumas pasado por Hollywood, o D'Artagnan y compañía pintados a la americana. Con excelente resultado cinematográfico, por cierto.
Guion que, como decimos, mezcla con acierto .drama, comedia y aventura.
Realización vibrante, acción continua, una cinta tremendamente dinámica con espectaculares duelos de espadachines, cabalgadas y saltos acrobáticos. Personajes tal vez demasiado caricaturizados, pero en cualquier caso desenfadados y tiernos. Solamente en la parte final se tornan un tanto dramáticos.
Excelente ambientación con un vestuario espectacular.
Buenas interpretaciones, especialmente Kelly y Turner que lo bordan, pero sin que desmerezca en absoluto el resto del reparto.
Notable película que recomendamos a todo tipo de espectadores, especialmente a los amantes del género de capa y espada. Como dice Treville, jefe de los mosqueteros, cuando le presentan a D'Artagnan:
"Es gascón, señor. -Pues entonces que pase".

Es la mejor película que he visto sobre el tema de Alejandro Dumas. Ninguna de las posteriores ambienta la época con tanta naturalidad como lo hace ésta. Inconmensurable Vincent Price.

Muy acertada la elección de Gene Kelly para el papel ya que le da una vivacidad y acción al personaje.

Muy entretenida película de capa y espada, con la vitalidad de "Cantando bajo la lluvia". No es un musical, pero en ocasiones lo parece.

Gene Kelly, que interpreta a D'Artagnan, a veces sobreactúa lo suyo, pero a falta de baile da gusto verle dar saltos y estocadas de todas clases. Vincent Price está espléndido como el intrigante Richelieu, lo mismo que Lana Turner, la pérfida lady de Winter. Pero la actuación que prefiero es la de Van Heflin, que no consigue olvidar a la diablesa con quien se casó.

Puede que sea una adaptación bastante libre de la novela de Alejandro Dumas, pero los que no busquen el Canal Historia en el cine seguro que la disfrutan.

Una película que tiene comedia y romance. Y hay mucha coreografía aunque no sea un musical, pero si escogieron a Gene Kelly fue justamente para que las escenas de acción fueron muy coordinadas, tanto que parece eso, un musical sin música.

Al final, pues entretiene, porque tiene bastante argumento y varias tramas. Lana Turner aunque no quería hacer el papel, al final lo disfrutó, al contrario que June Allyson que querían que la película se destruyera.

Angela Lansbury, aún haciendo papeles secundarios, sale espléndida como reina y como un personaje bueno, que ya empezaba a encasillarse a papeles de "mala".

Vincent Price, le pasa al contrario, aquí aparece como el personaje malo, y por lo que parece lo encasillarán porque tiene una físico que así lo requiere, desde mi punto de vista. Como curiosidad, a este personaje nunca se le refiere como cardenal, y no va vestido como tal. Es un personaje ambiguo, y esto lo hicieron para no ofender al público católico. Lo que son las cosas...

Fue la segunda película que más ingresó en la década de los 40 de las películas de MGM, y aunque tuvo un presupuesto muy elevado (más de 4 millones) y obtuvo ganancias, no fueron suficientes para lo que esperaban.

Otra curiosidad, es el agua. En las escenas que sale una fuente de agua o el lago, el agua la tiñeron de azul, supongo que para que diese un aspecto más azul de agua. Es curioso... y supongo que no acostumbrados a hacer películas en color, modificaron esto. Pero vista a día de hoy, se nota mucho que el agua está teñida.

Esta versión de los mosqueteros es, sin duda, una de las mejores y más reconocidas. Un clásico del cine de aventuras con mucho esplendor, una fotografía de lujo de Robert H. Planck, la belleza de Lana Turner, un Gene Kelly sensacional, estupenda June Allyson, genial Van Heflin y la elegancia y armonía de Gene Kelly al servicio del Technicolor de la Metro Goldwyn Mayer.

Como apunta Palomo: "El lujoso look visual de la Metro da vida a las aventuras de los mosqueteros y sus apasionantes y dinámicos duelos a espada”, con una coreografía como si la película fuese un musical.

Es una película clásica, de las se recuerdan siempre, con el sabor añejo del mejor cine clásico, redondeado con un reparto sensacional.

Sentido cinematográfico de la acción y un ritmo muy acertado, en esta cinta no hay tiempos muertos ni escenas superfluas. Tiene unos planos que muestran a las claras las coreografías (excelente lucha entre D’Artagnan y Jussac), a lo cual se une un montaje temporalmente cohesionado y de planos equilibrados. Todo ello consigue una unidad en la narración, acompañada del ritmo de la película.

Una de esas películas que perduran en el tiempo porque acertaron a innovar y ofrecer una nueva mirada al cine de aventuras, con una hibridación de géneros y subgéneros difícil de conseguir.