Duelo de titanes

Intentar hacer una justa crítica de este legendario western, no es empresa fácil. Duelo de titanes es una película inolvidable que ha marcado una época y una manera de hacer cine.
El sheriff Wyatt Earp ( Burt Lancaster), salva la vida a “Doc” Holliday (Kirk Douglas), dentista y jugador profesional de naipes que está a punto de ser linchado por una multitud enloquecida. Aquí empieza el arranque de una buena amistad que será el eje central de la película, ya que “Doc” ayudará con las armas en la mano a su amigo el sheriff durante todo el film.
Los dos protagonistas asumen sus respectivos papales con una interpretación prodigiosa y una credibilidad que raya la perfección, ayudados por unos secundarios de lujo. La banda sonora también es otro plato fuerte, la música de Dimitri Tiomkin es un auténtico lujo y un regalo para los oídos.
Resumen: Para verla y disfrutarla cien veces.

Siento llevar la contraria a muchas personas ya que para mí esta cinta es mejor que "Pasión de los fuertes" y se sitúa´de segunda en el podio de películas sobre el OK Corral después de la infravaloradísima "Wyatt Earp".
Es un film buenísimo con unos actores inolvidables, una gran música, bonitos paisajes, unos grandes diálogos con un acertadísimo guión, una dirección con pulso de cirujano y aunque no se ajusta a la realidad demasiado que digamos es un film que tiene todo mi reconocimiento y que debe visionarse sin duda desde su bonita canción del principio hasta su gran duelo final.
Un western que no defrauda lo más mínimo todo un clásico del cine.
Véanla y disfrútenla. Un saludo.

El oeste estadounidense es para 'Doc' Holliday una suerte de corral: ¡A donde vaya alguien planea matarlo! Aunque aquí es un odontólogo (su especialidad médica cambia en cada película), sobrevive como un tahúr profesional, sufre tuberculosis y se ha vuelto alcohólico, así que la vida poco le importa, pues, parece presentir que tiene los días contados. Pero, cuando en Boot Hill, Texas, Holliday se reencuentra con Wyatt Earp, el sheriff de Dodge City que alguna vez le salvara la vida, su amistad se reinicia y 'Doc' descubrirá en Earp a un amigo leal. Esto le da una nueva razón para vivir, y el carácter justiciero y pacificador de su amigo, le sirve de acicate para intentar redimirse y enderezar su camino.

Pero, en el wild wild west, las cosas no son nada fáciles… y una dramática y emotiva historia, va a tener lugar en una nación donde los esfuerzos de Wyatt Earp y otros tantos para desarmar a los ciudadanos, en pleno siglo XXI, todavía lucen bastante lejos de ser atendidos. Así es que, otra historia de violencia y muerte tendrá lugar… ¡y los estadounidenses todavía se creen el cuento de que ya hacen parte de una nación civilizada!

Con guion del exitoso escritor, Leon Uris, quien partiera de un artículo publicado por George Scollin, John Sturges nos ofrece un western majestuoso, donde se ha aplicado lo más avanzado de la técnica cinematográfica del momento y logrando una permanencia que se preserva intacta medio siglo después, pues en todo lo formal (diseño de producción, fotografía, banda sonora, vestuario…) el filme resulta admirable y envolvente.

Además, el director John Sturges, quien aquí consigue forjar su obra maestra, logra una gran profundidad en la construcción de personajes, y las actuaciones de Burt Lancaster y Kirk Douglas confirman que estamos ante dos de los más imponentes intérpretes que nos haya dado la historia del cine. En este sentido, el título de la película en España y Latinoamérica, “DUELO DE TITANES”, alude principalmente a la presencia de esos dos gigantes de la actuación.

Habiéndome resultado muy calificada la historia que, de la relación Earp-Holliday, nos entregara el director John Ford como “My Darling Clementine” diez años atrás, me inclino por este filme de Sturges dada su espectacular ambientación, sus efectivos diálogos y actuaciones, y sobre todo, porque la siento mucho más correcta desde el punto de vista ideológico. Earp, un personaje con mucho de mítico, ha sido bordado aquí, con algún matiz machista y vengador, como ya era común en aquellos oscuros años, pero, consigue trascender todo esto con su vigor anti-armamentista (las armas sólo para los hombres de ley, principio de una sociedad civilizada), su lealtad con la justicia y con la gente que defiende, y con ese apreciable comportamiento viril que se ha ido perdiendo con el pasar de los años.

Además de Lancaster y Douglas, “DUELO DE TITANES” tiene en su nómina actoral a un gran puñado de nombres que, entonces y después, harían historia: Jo Van Fleet (Kate), actriz muy recordada por su frecuente característica de representar a personajes mucho mayores que ella; Lee Van Cleef (Ed), uno de los imprescindibles del spaghetti western; DeForest Kelley (Morgan), recordado por hacer parte de la tripulación de la nave Enterprise en la serie de televisión “Star Trek”; y entre otros, Dennis Hopper (Billy Clanton), actor y director con un buen número de aciertos. ¡Ah!, lástima que Barbara Stanwyck no hubiese estado en lugar de Rhonda Fleming como se anunciara, porque, entonces, el personaje de Laura Denbow, hubiese sido de otro cantar.

“DUELO DE TITANES” entra en la lista de mis westerns favoritos.

Me gustaría conocer la correlación entre los votos y la edad de los votantes. Vista otra vez la película me doy cuenta de que el mundo ha cambiado. Me parece muy difícil que la entraña de la película, la amistad de dos hombres muy distintos y con divergentes intereses, sea vista hoy como verosímil.
No creo que al director le interesara lo más mínimo contar la verdadera historia con los protagonistas históricos. Simplemente le interesa la alianza por la aventura, la amistad y estar a gusto consigo mismo.
La música es inolvidable y contribuye a dar un clima de leyenda a la historia. Claro, ahora no se canta así.
Las dos cosas han cambiado, el desinterés por la materialidad y la ingenuidad por la suspicacia.
Si alguien hiciera ahora esta película lo tratarían de loco.

Otra adaptación del famoso enfrentamiento del sheriff de Tombstone Wyatt Earp y su amigo Doc Holliday con los Clanton, en el OK Corral. Salvando la realizada por el maestro John Ford en "Pasión de los fuertes", sin duda la mejor, y en mi opinión incluso mejora la de Ford.

Basado en un guión del gran novelista Leon Uris ("Ëxodo"), y con la música de Dimitri Tiomkin nominada al Oscar en esta película, con la famosa balada de Ok Corral y dos canciones silbadas al más puro estilo del salvaje Oeste, la dirección de John Sturges, uno de los mejores directores de la época y del género, que tiene en su haber "Los siete magníficos", "Ford Bravo" o "El último tren de Gun Hill", o las extraordinarias "El viejo y el mar" o "Conspiración de silencio" dirigiendo en ambas a Spencer Tracy, o "La gran evasión" con Steve McQueen, entre otras, de un director con galones acostumbrado a dirigir estrellas y filmes de éxito, le dan empaque a esta versión de matrícula de honor.

Además la gran actuación en el papel de Wyatt Earp de Burt Lancaster y Kirk Douglas en la del tísico dentista Doc Holliday en un verdadero duelo interpretativo, que en mi opinión gana Douglas acaban por definir este western para el recuerdo.

Matrícula de honor, 10.