Maestras del engaño

Un remake que podría haber sido bueno pero terminó siendo otra película simple y tonta.
Es algo absurda, algunos personajes parecian demasiado dundos, escenas predecibles, parecía otra comedia más de "la gordita" y" la delgada" intentando superarse con resultados mediocres.
Tenia potencial pero terminó decepcionandome, cerrando con un final para nada creativo.
Se puede disfrutar un poco si no hay otra cosa que puedas ver.

Me resultó graciosísima, desde los gags hasta la química entre Anne, Rebel y Alex. Puede que sea muy simple, pero yo me reí muchísimo, y en general, la audiencia de la sala donde fui (4-jul, CDMX Sur) se la pasó bomba. Incluso pienso que los personajes estaban tan bien delineados, que bien podrían contarnos otra aventura de ellos y seguro la vería. Todo el rato sentí que veía un capítulo de Tom y Jerry o El Correcaminos: siempre una nueva aventura de personajes que ya conocemos y adoramos. La única razón por la que no le doy diez es porque no es muy lógico que todo mundo entre, sin más, en la casa de alguien sin ser anunciado. Pero si concedemos ese detalle, nos la pasamos muy bien.

La pobre Anne Hathaway no ha sabido encauzar su perfil como actriz. Le hubiera ido mucho mejor si hubiera intentado seguir con el papel pardilla que la inicio en Princesa por sorpresa o en El Diablo viste de Prada. Pero alguien decidió que ir de diva le vendría bien y no es así. Para nada. Lo que no entiendo es como le siguen dando papeles, aunque visto el nivel de las películas supongo que le quedará poco. En fin, la película no sé si es necesario comentarla. Yo la he visto porque en el mundo hay una pandemia mundial y tengo algo de ansiedad. Mucha suerte a los que la vean.

Pocas veces un remake es superior a su original, pero a veces, pasa. Ocurrió en los 80 con "Un par de seductores", versión del guión de Stanley Shapiro para la comedia de Levy "Dos seductores", de los 60.
En ambas los protagonistas eran magníficos: Brando y Niven en la sesentera, Caine y Martin en la ochentera. Y ahora, tres décadas después, y a cuento de la tontería esa de volver a hacer lo mismo pero con mujeres, nos llega "Timadoras compulsivas". En ella está la fascinante Anne Hathaway y la detestable Rebel Wilson, que si me parece odiosa es por dos cosas: hacer siempre lo mismo y que ese "lo mismo" sea el de una choni poligonera absolutamente cateta. Eso, en una película vale. En todas, no.
El guión cambia muy poco. Incluso vuelven a las escenas y escenarios conocidos. Se alteran algunas situaciones muy levemente, y se copia incluso el estilo musical de la versión de los ochenta, la más popular y acertada.
Lo que se consigue es un bodrio en toda regla.
Una película perezosa, mal hecha, mal interpretada -decepcionante Hathaway, que pudo hacer algo con su papel, inspirado en el de Caine hasta la última parte-, y sobre todo MAL DIRIGIDA.

Un bodrio, vamos. Repito: bodrio. Eso sí, al principio hay un chiste que pasa desapercibido: el bar donde ocurre la escena de antes de los créditos es un pub irlandés llamado "Mahoney´s Cojones". Dice el director que es que no se llega a ver dentro, pero que la idea era la de un irlandés-mexicano. El chiste tiene más gracia sin que el director lo explicara...

Al fin y al cabo no puedes esperar mucho de una película en la que el tema principal es uno ya muy usado, aunque si que es verdad que hay momentos en los que saben que te vas a reir, cuando esos momentos están ausentes, la trama se vuelve pesada, para que la conclusión de la película termine en un sinsentido.
Creo que dependen mucho de que haga gracia TODO y eso precisamente hace que si, te rias en algunos momentos a carcajadas, pero que se te haga pesado todo lo que no sea humor.