La mujer pirata

Espectacular, maravillosa película de aventuras alejada tanto de lo políticamente correcto como de lo esperable.

Reivindica sin atisbos de duda alguna la figura esencial de la mujer, que aquí ostenta el rol de capitán y se comporta como un capitán-mujer y no una mujer haciendo de capitán-hombre. Describe perfectamente un carácter seguro pero abierto, racional pero empático, valiente pero no bravucón. Aún así, son la pasión amorosa más pura y los sentimientos más nobles las que la impulsan en su viaje hacia la autodestrucción heroica. No anda muy alejada, tematicamente, de la magistral Kill Bill, otra reivindicación femenina más que feminista plagada de aventura y con los sentimientos como motor único.

Jacques Tourneur dirige con aplomo y pone en escena con brío y tensión tanto momentos de masas como íntimos, usando el lenguaje cinematográfico propio de la época de forma eficaz. Jean Peters es muy creíble, un acierto de casting total, mientras que Louis Jordan se antoja como una especie de Antonio Banderas de la época, guapillo, justo en muchos momentos, casi mal pero no.

Que vuelva ya este cine, por Dios, y no solo en manos de Tarantino. ¿Es que a casi ningún cineasta le gusta ya contar historias? Menuda paradoja.

Buena historia, las batallas estan magníficamente rodadas. Tourneur da en el clavo, arriesga y consigue filmar un clásico del cine de aventuras, mezcla ls generos en el punto idóneo y consigue que una Jean Peters enorme, este a su altura. Sabe darle al personaje toda la crueldad, la vulnerabilidad y su pasión de una mujer en un mundo de hombres, su valentía, su honor. Su maestro Barbanegra acaba rendido a su pasión, inteligencia y valentía. Cine clásico del bueno, una gozada, para aventureros. La recomiendo, un placer.

Debo decir que no soy un gran fan de las películas de piratas, ya que en cierto modo me parecen todas bastante similares. Pero reconozco que existen algunas que me gustan y me entretienen bastante.
En este caso me llamó la atención "La mujer pirata" básicamente por dos razones. Una porque estaba dirigida por el fantástico director Jacques Tourneur que me cautivó con su película "La mujer pantera". Y la otra razón, porque se le daba un giro al género poniendo como protagonista a una mujer en el rol de un personaje destinado siempre al género masculino. Un punto que en su época me imagino sería lo más llamativo.
Debo decir que la película no empieza muy bien. Me pareció sosa y sin mucho que aportar. La historia me resultó un poco floja, además de que Jean Peters no me convenció mucho. Pero no sé muy bien que pasó luego, ya que al transcurrir aproximadamente 30 minutos hubo algo que empezó a captar mi atención. No sabría decir que fue, pero la historia me empezó a interesar, y el personaje protagonista cambió su dirección haciendo que la actuación de Jean Peters me gustara.
La verdad es que "La mujer pirata" me ha producido una sensación extraña, ya que sin saber cómo; pasó de no interesarme en prácticamente nada; a resultarme interesante.
Es cierto que tiene aspectos técnicos que han quedado un poco obsoletos, y eso hace que la película chirríe un poco. Pero salvando estos puntos específicos, hay que decir que la película resulta interesante y para la técnica de los años 50 es aceptable, aunque el paso del tiempo le esté pasando factura.
La historia resulta entretenida (aunque le cuesta arrancar). Uno se mete de lleno en una historia de piratas en el Mar Caribe pero con ciertos matices que la diferencia de otros films del mismo género. Ademas, el guión cuenta con ciertos giros dramáticos que hacen que uno descubra algunos momentos que no se espera.
En fin, Jacques Tourneur dirige una película de piratas donde la mujer es protagonista, y es la cabeza de mando de un galeón lleno de gente no muy noble. Una historia que le cuesta arrancar, pero que cuando lo hace logra captar la atención del espectador e introducirle en ese viaje lleno de mentiras, amor y abordajes.

Mas auténticos que los informáticos, se encuentran estos pioneros bucaneros en esta y otras creaciones del celuloide, como en esta pequeña joya oculta sobre los lances fascinantes de esta única y imperecedera corsaria fémina.
Obra autodestructiva y maravillosa (algo habitual en Jacques Tourneur) probablemente resultariá políticamente muy incorrecta en su momento: ¿un film de aventuras protagonizado por una mujer con un tono heroico autodestructivo?.
Aún así, la película no es que sea el culmen de la innovación o la originalidad, a pesar de presentar detalles reformadores tales como el aciago final, la triple figura paternal y el curioso amanecer erótico adolescente de una pirata emblemática, ignorante en amores pero experimentada en abordajes.

El personaje principal estuvo deambulando mucho tiempo, en un principio iba a ser para Susan Hayward que fue la que impulsó a que la productora comprase los derechos de la historia. El proyecto que era de 1948 se iba retrasando hasta 1950, pero finalmente Susan no pudo hacer el papel y la película se retrasó hasta 1951 hasta que finalmente Jean Peters lo consiguió.

La película en color, tiene un resplandor muy bueno, pero la historia no deja de ser algo rocambolesca, y poco creíble, siendo una historia de piratas, que para la época debió de ser lo más, aunque tampoco fue un gran éxito en taquilla.

Una película pasable, para pasar un rato de domingo por la tarde.