Menudas piezas

El perfecto mundo de cristal de Candela se derrumba y tiene que volver al barrio donde creció y del cual siempre había renegado y huido. Sin embargo es en este mismo barrio, donde vuelve a encontrarse a sí misma. Candela es contratada, en el que un día fue su instituto, para dar clases de refuerzo a unos chavales que se ven a sí mismos fracasados y sin espectativas ni metas. Entre ellos y Candela se produce una simbiosis; ella empieza a creer en su potencial y ellos le devuelven su esencia.
El mensaje de la película es sencillo pero bonito, al final nadie es más que nadie y el ajedrez se convierte en el instrumento para transmitir este mensaje: “delante de un tablero de ajedrez, todos somos iguales”.
Desde luego que no vas a ver un “gambito de dama” ni muestran tanto detalle en las jugadas, pero consiguen hacer entretenida la trama.
Como crítica negativa diría que quizás hayan creado demasiados estereotipos en cada alumno que presentan, que entiendo que la intención es exagerarlos para generar toques cómicos pero esto a mí me chirria.
Respecto a la música… la canción de “Zaragoza” de Amaral, para todos los maños y aquellos que tengan un cariño a esta ciudad consigue tocar la fibra…
Y como detalle (aunque para muchos pasen desapercibidos), la presentación de los créditos es maravillosa, hecha con mucho cariño y dedicada para las personas que inspiraron esta película, en concreto para el profesor Enrique Sánchez.

Una típica comedia española para adultos y adolescentes que tiene bastantes puntos graciosos. Dinámica y facilona que se deja ver si uno sabe lo que se va a encontrar; pero de ajedrez muy poquito, y de coherencia y rigor en la historia en la que se basa aún menos. Tiene el ajedrez de contexto, pero no se profundiza casi nada en el juego, aunque quizás sirva para animar a los chavales a probar el juego. Eso sí, si esperas ver un reflejo de cómo es el mundo de las 64 casillas, te recomiendo mejor "Innocent Moves (En busca de Bobby Fischer)", que es una de las mejores pelis de ajedrez hasta la fecha. O si tienes tiempo, la serie de Gambito de Dama, una maravilla visual y más temática, ya que, para los aficionados al ajedrez, dudo mucho que sea una película pasable, es simplemente una comedia deportiva de autosuperación, muy similar a Campeones.

Seguimos la historia de Candela, quien, después de un divorcio traumático y la pérdida de su trabajo en un colegio de élite, se ve obligada a regresar al barrio del que salió. Allí, busca la ayuda de su hermana y su padre, a quienes había mirado con desdén en el pasado. Candela se enfrenta a la realidad de empezar de cero y encuentra una oportunidad inesperada al dar clases en su antiguo instituto a estudiantes con problemas de integración.

La dirección de Nacho G. Velilla es básica y cumple su función de llevar la historia adelante. Aunque no ofrece nada innovador, logra mantener un ritmo constante y permite que la trama se desarrolle de manera fluida. La ambientación en el barrio y en el instituto aporta autenticidad a la historia, pero en general, la dirección carece de elementos distintivos que la destaquen.

Las actuaciones son aceptables, sin destacar especialmente. El elenco ofrece interpretaciones sólidas que sirven para transmitir las emociones y los conflictos de los personajes, pero en general, no hay actuaciones memorables que destaquen por encima del resto.

En cuanto al aspecto técnico, la película presenta un nivel estándar. La cinematografía y la edición son funcionales, pero no destacan por su originalidad o creatividad. El diseño de producción y la música complementan adecuadamente la historia, pero en general, el aspecto técnico no aporta nada especialmente memorable a la película.

Ofrece una historia poco original pero entretenida que sirve como una opción ligera para pasar el tiempo. Con una dirección básica, actuaciones aceptables y un aspecto técnico estándar, la película cumple su objetivo de ofrecer un relato sobre segundas oportunidades y la importancia del presente.

La película ‘Menudas Piezas’, dirigida por el conocido cineasta español Nacho G. Velilla, presenta una historia inspirada en hechos reales que ocurrieron en Zaragoza en el año 2018. El filme sigue los pasos de Candela, una profesora que, tras dejar su trabajo en un prestigioso colegio privado, regresa a sus orígenes humildes para dar clases de apoyo a un grupo de estudiantes con problemas de integración y desinterés por la educación. A través del ajedrez, Candela logra motivar y unir a este variopinto grupo de jóvenes, quienes terminan convirtiéndose en un equipo capaz de competir a nivel nacional.

La película aborda temáticas relevantes como las diferencias sociales, el papel de la educación y el potencial transformador del ajedrez. Velilla consigue equilibrar magistralmente los aspectos cómicos y emotivos de la historia, creando un relato que oscila entre las risas y las lágrimas. La trama se desarrolla con un ritmo ágil, gracias al montaje dinámico de Javier Gil Alonso, y logra mantener el interés del espectador a lo largo de su metraje.

Una de las fortalezas de ‘Menudas Piezas’ radica en la construcción de los personajes, que se alejan de los estereotipos y logran conectar de forma empática con el público. La protagonista, Candela, interpretada por la talentosa Alexandra Jiménez, es un personaje complejo que evoluciona a lo largo de la historia, pasando de ser una joven ambiciosa y egocéntrica a una persona más empática y comprometida con sus alumnos. Junto a ella, el elenco de jóvenes actores ofrece interpretaciones creíbles y llenas de naturalidad, destacando la química y la complicidad que se establece entre ellos.

La película también rinde homenaje a la ciudad de Zaragoza a través de numerosos planos exteriores que capturan la esencia de la urbe. Además, la banda sonora, con temas de artistas como Ginebras, Amaral y Serrat, complementa de manera acertada la narrativa, trasladando al espectador al ambiente del barrio y la cultura juvenil.

Si bien ‘Menudas Piezas’ no presenta una propuesta visualmente innovadora, su fortaleza radica en la solidez de su guion y la capacidad de Velilla para contar una historia que, a pesar de tocar temas complejos, logra mantener un tono cálido y optimista. La película funciona como una feel-good movie que celebra la superación personal y la igualdad de oportunidades a través del deporte, en este caso, el ajedrez.

En resumen, ‘Menudas Piezas’ es una propuesta cinematográfica que destaca por su equilibrio narrativo, la construcción de personajes convincentes y la capacidad de emocionar al espectador sin caer en el sentimentalismo. La película de Nacho G. Velilla se presenta como una interesante alternativa en el panorama de la comedia española contemporánea, logrando conectar con el público a través de una historia de superación y trabajo en equipo.

Puntuación: 6 sobre 10

Nacho G . Velilla vuelve a las andadas cómicas con Menudas Piezas (2024). El realizador zaragozano apuesta una vez más por la comedia tras su camino cosechado con cintas como Perdiendo el Norte (2015), Villaviciosa de al lado (2016) o Mañana es Hoy (2022).

En este caso, su última película se presenta como una propuesta cómica que critica los prejuicios que la sociedad impone sobre todo a las clases más marginadas. Todo esto a través de una historia colectiva de superación y motivación por parte unos jóvenes que descubren un mundo nuevo a través del ajedrez.

A pesar de ser una de las muchas historias que hemos conocido, Menudas Piezas juega realmente con la emoción del espectador haciendo que quede enganchado desde el principio. Denota un gran cariño a la hora de realizar la película.

Sin duda gran culpa de esto está en el elenco. Nacho recurre a Alexandra Jiménez interpretando el papel de una profesora de clase alta que por diversas causas acaba volviendo a su punto de partida en la vida, con el fin de a través de este personaje principal conducir y hacer funcionar la película.

Se nota que realmente vive su personaje y es lo que hace que la audiencia ceda toda su confianza, tanto en ella como en la trama. Todo esto alcanzado también por la aparición de un reparto joven y desconocido hasta ahora, que complementa perfectamente. Además, entre otros, encontramos a veteranos del sector como Francesc Orella interpretando el papel de ciego, que, sin ser su mejor aparición, conecta muy bien con Miguel Rellán quien actúa de alguna forma como su ‘Pepito Grillo’.

En cuanto a técnica, trastea mucho, y muy bien, tanto con la fotografía como con las transiciones que sitúan a la trama en una diferente escena. Esto hace que la película adquiera personalidad y no decaiga en la simpleza que suele caer este género. Incluso presenta un ritmo acorde con la situación, debido a un montaje acertado por parte del equipo técnico, que junto con la música hace que la historia te mantenga dentro en todo momento.

La comedia siempre presente en el cine de este director funciona muy bien. No necesita caer en simples gags que busquen la risa fácil, sino que denota un trabajo en las líneas de guion para que cada espectador entienda según su parecer.

Como se decía, la historia peca quizá de dejar ver toda su trama desde un inicio. Se trata de una “feel good movie” que no busca tampoco descolocar al espectador, sino de dar voz a una trama lineal que aporte algún conocimiento más y distinta forma de ver la vida. Aun así, su humanidad y su justificación basada en hechos reales, hace que el espectador pueda empatizar directamente con la historia. Y justamente este momento de la película es lo que más hace que cedas tu voto de confianza con esta historia.

Todo esto mencionado redondea la cinta con el acompañamiento de la canción de la conocida cantante Amaral. Realmente emocionante ese final con su canción de fondo. Menudas Piezas llega a nuestros cines el próximo viernes 12 de abril tras su paso por el 27º Festival de Málaga. Dicho esto, la película es de cada uno.

Crítica : https://historiadelcine.es/criticas-cine/menudas-piezas-2024-opiniones-resena/