Kill Bill Vol. 1: La venganza

Pensé que me encantaría: violencia gratuita, artes marciales, humor negro...
Ya me advirtió un amigo que era más bien mediocre, y que si no veías la segunda no tenía mucho sentido.
¿Por qué fue una decepción? Esperaba violencia brutal, no violencia de dibujos animados con cubos de pintura roja. Peleas realistas, no flipadas. Acción sin parar, no parrafadas soporíferas.
Esperaba encontrarme una peli del género "Qué macho soy" (como las del Seagal) pero con una tía de prota. Habría sido mucho mejor. Más peleas, más acción, nada de monólogos, en lugar del rollo de Okinawa habría un montaje de la tía machacándose en el gimnasio. La peli duraría ochenta y pico minutos.
Volví a verla hace poco, pensando que viéndola de más mayor me gustaría más... le encontré más fallos.
La historia es ridícula. Los personajes son huecos, no sabemos nada de ellos excepto de O-Ren... y su biografía es estereotípica y ridícula. La historia está llena de clichés (*). Las peleas están mal coreografiadas, sobre todo las uno contra uno (*). Las actuaciones son malas, en especial la de la prota (*). No ayuda que a la actriz el papel de dura le quede grande. Los malos son ridículos hasta decir basta, y torpes (*)
No es una obra maestra en el aspecto técnico. La hechura es correcta, pero no hay ningún montaje creativo, ningún plano original.
El género... es demasiado idiota para ser una peli seria, tiene demasiado coñazo para ser de acción, no es una comedia porque no tiene gracia y aburre. Eso de que es un homenaje/parodia es una excusa que no me convence.
No entiendo el éxito que ha tenido. Entiendo que a algunos les guste por las peleas y demás, pero lo que no me explico es que otros la alaben por sus 'diálogos magistrales', 'talento visual', 'buenas actuaciones'... ¿?
Resumiendo este engendro es una versión menos flipada de 'Matrix reloaded': peleas ridículas intercalando escenas de gente soltando chorradas... y aún así es la película menos mala de este director. No se la recomiendo a nadie mayor de 13 años (biológicos o mentales).

Trama horrenda y abominable, diálogos que te hacen pausar la película para pensar: "¿De verdad acabo de escuchar eso?", coreografías diseñadas por niños con trastornos psíquicos (Con perlas como ver a Uma Thurman rodando por el suelo con dos espadas cortando las piernas a docenas de chinos), ¿Cómo ha llegado esto, que no es mejor que cualquier película de Chuck Norris, a ser tan famoso? No consigo explicármelo; como tampoco me explico el fenómeno Crepúsculo (Película que le iguala en calidad).

Sueño húmedo para hombres solitarios que se vuelven locos al ver una mujer blandiendo (mas o menos) una espada.

Hace mucho que me enamoré de Uma Thurman. La culpa es de Tarantino, claro, que no se le ocurre otra cosa que hacer de ella la protagonista de una necesaria venganza, seguramente en uno de los papeles de protagonista femenino más difíciles. Cuando el envoltorio es perfecto la gente se asusta, una estética perfecta, la forma impecable, echa para atrás y se señala con el dedo las carencias del guión. "Kill Bill": ¿hace falta traducción?, ese es el guión, no hay más y sin embargo hay tanto... porque eso es todo, la idea, la presentación del conflicto, no puede ser más breve, y eso no se puede negar, que la violencia protagonice casi cada minuto es una demostración de coherencia. Lo difícil es hacerlo tan bien, entretener y sugerir tanto.

A estas alturas, cuando reviso el primer volumen de Kill Bill, no sé si mi sentimiento hacia Uma Thurman es comparable al de Quentin. Este hombre es culpable de haber realizado una obra maestra absoluta, de ahí que mi indecisión por destacar algo por encima de lo demás sea enorme. La música acompaña tanto como siempre, la estructura de la película supone su firma más evidente, Carradine es un actor rescatado en su justo momento y no desaprovecha su opción, la sangre, la muerte, ese guiño imposible en forma de dibujos, la nieve que cae mientras se cruzan las katanas en la última escena, el amarillo de ella... y mis ojos sin pestañear me indican que lo que he visto es insuperable, mi cabeza me dice que no se puede hacer mejor y yo no sé si darle las gracias al cine por parir a Tarantino o a él por usar el cine en mi beneficio.

Para mí y para tantos, revisar Kill Bill es una necesidad que no le puedo negar a mi alma cuando me lo pide. Todos tenemos la idea del diez en el cine, yo encuentro que cuando una película vuelve y vuelve a tu mente va más allá de toda valoración y claro, le pongo un diez porque no puede ser de otra manera, pero resulta que lo mío es personal. Lo bueno es que "Kill Bill Volumen 1" supone sólo una mitad de la dosis, lo mejor es saber que existe un segundo volumen.

Tú dame una historia exagerada, trepidante, ingeniosa y con una brillante puesta en escena y luego quéjate de que es "una ida de olla pretenciosa".

Tú dame una dirección majestuosa, un montaje espectacular y una estética calculada hasta el detalle y luego quéjate del onanismo del autor.

Tú dame una BSO mítica, variada y reconocible a la vez que original y luego quéjate de que el flamenco no pega en una pelea con katanas (no ni ná, como decimos en mi tierra)

Tú dame diálogos brillantes, estirados y con profundidad envuelta en superficialidad y luego quéjate de que falta acción.

Tú dame espectaculares escenas de lucha y lo más parecido al manga en carne y hueso que he visto y luego quéjate de que sobra acción.

Tú dame un uso adecuado a la par que reconocidamente exagerado de la violencia y luego quéjate de las fuentes de sangre y de sadismo enfermizo.

Tú dame una MUJER con mayúsculas como Uma Thurman, que es una ACTRIZ con mayúsculas cuando la dirige un DIRECTOR con mayúsculas y luego quéjate de su irregular carrera.

Tú dame actores secundarios que han tocado fondo en sus carreras pero que se dejan la piel en el personaje sabiendo que San Quentin de Calcuta les ha brindado su última oportunidad de redención y luego quéjate de que están acabados.

Tú dame homenajes por un tubo de los que ni me habré dado cuenta y luego quéjate de plagios.

Tú dame un director que tocó techo con su ópera prima y dos años después lo atrvesó y llegó 2 plantas más arriba y luego quéjate de que desde entonces va cuesta abajo.

Tú dame Tarantino y llámame fanático, friki, palmero...

Nos encontramos ante un film que ejemplifica lo que es, simple y llanamente, cine en estado puro.
Si nos ponemos a hablar del guión, lo podemos sintetizar por entero en cuatro palabras: "una historia de venganza".
Pero lo que realmente es cine, y no me cansaré de repetirlo, no es el guión (contenido), sino el rodaje en si -caracterización de los personajes, interpretación de los mismos por parte de los actores, y los planos-; así como, no pudiendo ser de otro modo, la ordenación de estos últimos logrando dar vida propia a un film, lo que se llama el montaje, el cual no es más que aquello que constituye el alma de una película, equiparable a lo que supone la función del bajo en la música... Esto es lo que yo llamo "forma" con todas sus letras. Y de esto de la forma, Kill Bill tiene a saco, para dar y tomar.
En primer lugar, todos los actores bordan sus papeles (en ambas entregas), destacando como no a una Uma Thurman formidable en el papel de *1, seguida dicha interpretación, en mi opinión, por la de Michael Madsen haciendo de Budd, quizá el personaje más completo de ambas películas al haberle dotado Quentin de un encanto muy particular. En lo que concierne a los demás personajes todos clavan su papel, destacando la actuación de Daryl Hannah interpretando a Elle Driver.
Por otro lado, tenemos un montaje que da miedo, siendo uno de los mejores que he visto. Y no me refiero únicamente al estilo al que ya nos tiene acostumbrados Tarantino a la hora de componer la estructura narrativa de la obra (que ya es una logro en sí mismo), sino sobre todo a la ordenación que hace este genio de los planos en una misma secuencia, haciendo especial hincapié en las escenas de acción, y aún más concretamente durante la sangrienta batalla que se da lugar en el Capítulo 5. El montaje llevado a cabo durante el desarrollo de toda la pelea no tiene palabras para describirse. Es una hazaña realmente jodida; y, como dice Tarantino en los extras, los mejores directores son aquellos que saben dirigir el género de acción (eso sí, nadie lo hace tan bien como él). Además, este capítulo goza de tener, en mi opinión, el mejor plano secuencia de toda la película. En éste, la cámara fluye por toda la escena, dando una sensación de espacio abierto pocas veces vista antes en cine, y sólo comparable, en mi opinión, con algunos ejemplos del maestro Kubrick.
Siguiendo en la línea de los elogios hacia este magnífico film, añadiré otros detalles técnicos de la película como son el empleo de la fotografía (a veces hasta se nota una cierta influencia de Almodóvar), con hermosos filtros y sobretodo magníficos encuadres. En este apartado me remitiré nuevamente a la secuencia de la pelea con los 88 Maníacos, en donde Tarantino demuestra un dominio del color en todas sus facetas, desde el color en color, valga la redundancia, hasta el blanco y negro, pasando por el rodaje en nocturno, y sin olvidar el capítulo 3, rodado por entero en manga. (Sigue en SPOILER)