Bushwick

Película de acción sin respiro (y sin sentido) donde la cámara va siguiendo en todo momento a sus protagonistas, recordando brevemente a Hardcore Henry pero sin su punto de vista subjetivo. Y ahí reside su mayor problema. Quizás si la cámara se detuviese alguna vez y el guión se molestara un poco en dotar de un mínimo de entidad a sus personajes, tal vez nos importaría algo cuando alguno de estos muere en pantalla.

Un ejercicio de estilo sin gracia que se olvida tan pronto como se terminan los títulos de crédito finales.


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Comienzo prometedor, pero sólo eso. De serie B, pero más o menos bien hecha. Actuaciones correctas, pero desarrollo que se va desmadrando para morir en un final no muy bien elaborado. Podía haber dado más de sí. No la recomiendo, es muy floja.

En contra de lo que cabría suponer, Dave Bautista ha prestado su gigantesca envergadura física con más asiduidad para grandes blockbusters taquilleros como los de 007, Blade Runner o cintas de Marvel que para involucrarse en un cine de acción más rudimentario y puro. En 'Bushwick' (Jonathan Milott & Cary Murnion) se respira algo de la ya lejana 'Death Wish 3' (1985, Michael Winner) o 'Invasión USA' (1985, Joseph Zito), sobre todo en su premisa -el estado de sitio en un barrio o ciudad provocado por un ataque armado- y un fuerte contrapunto de moralina religiosa (y patriótica) presente en su guión. Por lo demás, Milott y Burnion deben casi tanto al espíritu de survival callejero instaurado por Michael Winner y Joseph Zito -y una pizca por Walter Hill en 'Los guerreros de la noche' (1979)- como en sus formas a todo lo que lleva facturando Kathryn Bigelow ('Acero azul', 'Días extraños', 'Detroit') desde principios de los 90.
Hay pocos productos -de corte reciente- que puedan llevar tan poquito al engaño como 'Bushwick' (Jonathan Milott & Cary Murnion), y menos aún que tengan el decoro de brindarnos una duración tan ajustada que apenas alcanza los 90 minutos. No hacen falta más.

Bushwick es una producción de clase B lo cual se evidencia no sólo en la pobreza de medos sino también en la impericia de la realización de efecto especiales, la ineficiente iluminación, la baja calidad actoral y sobre todo en la nimiedad de la historia contada desde un guión simple y llano que sólo recurre a la acción constante para mantener la atención de los espectadores menos exigentes.

Bushwick es algo parecido a mirar durante media hora un videojuego jugado por otros. Sólo eso, nada más.

Muchos disparos, una acción sin sentido que ha sido desencadenada por no se sabe qué cosa y contra quién. Empieza desde la nada y termina en la nada misma, sin glorias pero con las penas dejadas al espectador que ha perdido una hora y media de su vida.

Una muestra más de la pobreza del cine yankie actual que parece hacer películas cada vez peores y orientadas a públicos de los que cree y supone medio estúpidos.

Recomendación: No vean esta película. Y de paso recomendaría también que duden de las producciones yankies que cada vez vienen peores.