Drácula: la historia jamás contada

Y es que, a veces, muchos trabajos necesitan un segundo visionado o un tercero, creo que, mi crítica anterior no era justa y determinantemente deficiente...un rectificación era lo que me sugería, y aquí va...

Podría funcionar (casi) como enlace de la magnífica "Dracula de Coppola", incluso comparte cierta estética, pero la historia transcurre por otro derroteros, el de la aventura fantástica, convirtiendo a nuestro héroe rumano en un Super Héroe con iguales o superiores poderes a cualquiera de los conocidos, un héroe condenado y romántico, desesperado por su pueblo, por su familia, condenado irremediablemente por una maldición contraída por voluntad propia, convertido en monstruo por AMOR a todo lo que conoce y parece condenado a su destrucción.

La historia funciona con una linealidad asombrosa, sin demasiados golpes de efecto, defendida por un trabajo artesanal en la narración, su director engrasa la maquinaria y nos entrega un trabajo más que correcto, visualmente delicioso, combinado momentos intimistas con otros de una acción arrolladora, una aventura rabiosa con un protagonista (magistralmente encarnado por Luke Evans, todo sea dicho...) ocupando todo el metraje y cumpliendo con solvencia, un nuevo Drácula, con garra, con bastante personalidad y quizá, mas próximo a su realidad histórica (obviando su caracter de película fantástica y sus Super Poderes, claro), se ve el conflicto de fronteras, las guerras con los invasores turcos, los empalamientos...interesante visión en esta nueva versión.

Por lo demás, nada que objetar, una pelicula que va "in crescendo", que quizá se pierde, hacia su parte media en su ampulosidad y pretensiones seculares, pero que mantiene el ritmo, el interés y la finalidad de la historia, marca un par de escenas romántica destacables (quizá un poco más de esto le hubiese venido bien, pasa de puntillas), bastantes escenas de acción y lucha bastante bien rodadas, cumple en su misión, ENTRETENER y entretiene.

Un correcto trabajo, acertado, solo el tiempo la pondrá en su lugar y quizá se reafirme en el futuro.

Saludos

O sea, el prota es Dios. Un ser sobrenatural con poderes. Guay, al igual que Lucy,. dónde está el reto? Dónde está la complicación? Ya sé que va a ganar. Luego, el personaje no tengo por donde cogerlo. Me descojono pensando que en Filmaffinity ponen que es algo biográfico. Han intentado hacer un Batman descafeinado con eso del héroe torturado que ha de tener un lado oscuro porque es el héroe que necesitan (frase calcada de Batman) Ahora resulta que Vlad el Empalador es un cacho de pan y todo lo que hacía era por un fin noble. Luego, el poder lo coge por un fin noble, dónde está la tridimensionalidad aquí?

El punto de ser Dios es que el bueno es tan bueno en cuanto el malo sea un buen malo. Aquí, el malo es un hombre corriente, sin nada especial. No es que sea Superman vs Lex Luthor, es que es Superman vs un matón callejero. No hay ningún problema, no tiene ninguna resistencia. Aburrida y floja.

Drácula es lo que es. Si quieres hacer una película sobre Drácula tómalo, úsalo como quieras e intenta devolvémerlo envuelto lo más originalmente posible pero oliendo a vampiro. En este caso huele al ambientador de pinito ese que se colgaba del retrovisor . Y no es eso lo que fui a ver.

Me di la oportunidad o mejor dicho, le di la oportunidad a esta película de que me gustara pero no, entiendo la idea del guion pero el director no fue el indicado para rodar esta historia, aparte que hubieron muchas incoherencias, malos personajes, malas actuaciones, comportamientos fuera de épocas, no emociona ni produce miedo esta película y el final en mi opinión fue pésimo. Una película sin alma ni sangre.

Nueva revisitación del mito, que en este caso indaga en los orígenes de la leyenda del vampiro más famoso. Viene a ser algo así como una precuela del Drácula de Francis Ford Coppola; si hasta las armaduras y las armas son las mismas que aparecían en aquella famosa intro.

El punto de partida, que no deja de ser original, se desarrolla de la peor forma posible y este Drácula deviene en una especie de superhéroe del siglo XV que no da miedo ni nada; más bien sientes lástima por los turcos a los que el no-muerto se cepilla de una manera que recuerda a Obelix embistiendo a las legiones romanas en el excepcional album "Astérix en Bélgica". El tio tiene tantos superpoderes que el ejército otomano no tiene la menor posibilidad, cosa que redunda en un gran aburrimiento por parte del espectador que ya se sabe de antemano el resultado de la batalla.

Para dar un poco de vidilla a los turcos, los guionistas han metido el tema del plazo de los tres dias para poder vencer y quedarse entre los vivos. Drácula va contando los dias. El espectador va contando los minutos que quedan para que la peli termine.