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Guantanamera

Comedia Comedia satírica sobre la vida en Cuba. Un atípico cortejo fúnebre y un camión siguen la misma ruta. El cortejo, compuesto por un funcionario, su esposa Gina y un anciano enamorado de la difunta, debe cumplir un nuevo y ahorrativo plan estatal de traslado de difuntos. En el camión van Mariano, un seductor empedernido, y Ramón, su más fiel aliado. Mariano y Gina se reconocen: él fue alumno de Gina en la Universidad y se enamoró de ella. ... [+]
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Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
27 de agosto de 2005
14 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deliciosa road movie en clave de comedia que recorre la geografía cubana al son de los acordes de la popular canción Guantanamera con renovadas letras que narran los propios avatares de los variopintos personajes. Partiendo de un original planteamiento sobre una nueva política de entierros, los protagonistas acompañan en insólito cortejo fúnebre a la muerta por pueblos y ciudades antes de llegar a su destino. Durante el camino hay encuentros y desencuentros, personas que aprenden a conocerse, egoísmos, amores y desamores, amistades y enemistades, ternura, humor, vida y muerte… Pero esta película, que para muchos ha quedado como una buena y simpática comedia, es mucho más que eso debiéndose colocar entre las mejores obras del cine en español. No sólo por su buen ritmo, las logradas interpretaciones o ese halo tradicional y de descripción social que salpica a la narración, sino que lo que la convierte en un espléndido trabajo es sobre todo el envoltorio dentro del realismo mágico y cómo éste se encaja y desarrolla en el guión.

Es curioso como dicho elemento pasa desapercibido para algunos espectadores –lo cierto es que no pocos a los que alguna vez he preguntado–, cuando sin embargo es un componente importante que cambia el contenido de la historia dándole, además de un aire poético, un toque preciso a la resolución de los personajes.

Resulta tentador desvelar aquí el significado de ese detalle, pero mucho mejor es que quien lea estas líneas, si no ha visto aún la película, sepa tenerlo en cuenta, y si la ha visto y no había caído en ello, se anime a verla de nuevo. El elemento fundamental que da a la narración ese toque mágico y misterioso se encuentra en el personaje de una niña que aparece de vez en cuando: primero en una foto, luego al borde de la carretera, regalando una flor, etc… ¿Quién es esa niña? La propia película lo deja muy claro en una secuencia en la que se narra una vieja y hermosa leyenda mientras que se muestra fugazmente un plano de la niña acompañando a una mujer con un paraguas bajo la lluvia. Y este personaje infantil aparentemente secundario es en realidad la clave que incluso cambia el sentido del desenlace, cuando es esa misma niña a la que, tras su encendido discurso final, el funcionario Adolfo solicita ayuda para bajar del pedestal al que se había subido.

Un aliciente más para ver esta película que en cualquier caso nos hará pasar una hora y media larga muy agradable.

“Yo soy un hombre sincero,
de donde crecen las palmas,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma...”
Pedro
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26 de febrero de 2009
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una lastima que esta coproducción cubano española alemana, centrándose en el genero de la comedia, falle en cierta manera en su cometido de entretener, divertir y hacer reír. Si, se deja ver en todo momento, pera tal como la ves y esperando ciertas expectativas, resulta que ya la has olvidado. No te deja con la sensación de haber visto una comedia esplendida, perfecta.
Ni la belleza madura de Georgina, Mirta Ibarra, que realmente encanta al que la ve. Ni el personaje de Adolfo interpretado por Carlos Cruz, que sirve de vehículo para retratar las vicisitudes que acontecen, los problemas que surgen en un lugar como Cuba cuando se quiere ir de un sitio a otro, por muy planificado que este el viaje. Ni tampoco el Don Juan, Mariano, interpretado por Jorge Perugorría, con una mujer esperándole en cada alto del camino. Da igual lo que sea, nada salva el fallo, de lo que es y lo que podía haber sido esta película. Pero sin embargo al final si triunfa al contarnos una historia de otro tipo.
Resulta haber una historia de fondo, la del anciano enamorado de la difunta, Candido (Raúl Eguren). Esta historia que empieza cerrando los ojos y pensando en un sueño de juventud, que después pasa lo que pasa. Ya saben, estas ahí, y un día, ya no estas.
Y mi conclusión final; como comedia puede llegar a muchos, a mi personalmente me ha defraudado en ese sentido, pero he encontrado dentro de Guantanamera una historia de amor muy particular, de la que poder decir que ha merecido la pena ver la película.
Me quedo con una frase de este personaje, Candido, que vive este viaje por amor:
La soledad es la peor de las hambres. ... Cuanta razón amigo.
JVMarq
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19 de febrero de 2011
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida, fresca, agradable y entretenida road-movie cubana, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea (“Fresa y chocolate“, 1993), que falleció un año después del estreno de la película, y Juan Carlos Tabío (“El cuerno de la abundancia”, 2008). En “Guantanamera” somos partícipes de un viaje a contrarreloj, el que tiene que disputar un cortejo fúnebre que, adaptado a nuevas, absurdas y desproporcionadas medidas sobre el traslado de cadáveres entre ciudades, debe atravesar Cuba teniendo como prioridad el ahorra de gasolina y las precarias dietas de los trabajadores, así como la llegada en tiempo récord al punto de destino. Adolfo (Carlos Cruz) es el encargado de que todo el plan se desarrolle según lo previsto, sacando de quicio con sus datos y cálculos a todos los que le rodean, tanto familiares como Giorgina (Mirta Ibarra) y Cándido (Raúl Eguren) o trabajadores del séquito. Todos ellos tendrán que lidiar con posibles problemas que puedan surgirles durante el trayecto, discusiones, y todo tipo de momentos enmarcados en el humor negro que invade la totalidad de esta comedia.

Por la misma carretera por la que marcha el cortejo, se encuentran dos camioneros que deben llevar su carga a su punto de destino. Ellos no van tan apurados de tiempo pero el principal problema que les surge son los amores de carretera de uno de ellos, Mariano (Jorge Perugorría), que tiene más de una “amada” repartida por el país. Esta historia paralela supone un gran acierto de la dirección, pues además del interés de sus entretenidas aventuras, consigue que el ritmo de la película no caiga en la monotonía de un solo viaje, convirtiendo al espectador en el testigo de dos trayectos que conducen a la misma dirección: La Habana. Todo con una visible intención crítica de los realizadores de la cinta, que denuncian lo incoherente de los excesos burocráticos que paren leyes o normas patéticas que sólo buscan el beneficio de quienes menos lo necesitan, en detrimento de los dolientes, principal referencia que se emplea en el guión para hacer alusión a los familiares de los muertos. Y es que el fallecido no importa, porque “ya no padece”, y la familia… “pues que se aguante” mientras transportan a su ser querido como un saco de patatas, siendo cambiado constantemente de vehículo para que la tacañería llegue hasta límites insospechados.

Todas las interpretaciones del plantel son geniales, siendo la más destacada, a mi parecer, la de Raúl Eguren, que da vida al bueno y afligido de Cándido. Carlos Cruz, Mirta Ibarra y Jorge Perugorría, junto al resto del reparto, completan unos gratos papeles con una calidad que se encuentra muy por encima de lo esperado para una película de bajo presupuesto como la coproducción Cuba-España-Alemania de la que se informa mediante estas líneas.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sandro Fiorito
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7 de mayo de 2010
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Último y genial film de Gutiérrez Alea; de los que cuantas más veces lo revisas, más detalles, giros y brillantes conexiones y derivaciones encuetras. Con el hilo conductor de un viaje funerario experimental, disfrutamos de un fresco que cuenta, con humor y ironía, las tribulaciones de unos personajes obligados a tomarse con filosofía las contradicciones internas de la revolución cubana y el machismo latente y omnipresente. Todo ello contado con una maestría impecable y un "crescendo" propios de un artista.
Para tenerla en más de un DVD por si te la piden prestada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
dragón plateado
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17 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues sinceramente da mucho más de lo que esperas de ella. Puedes reirte un buen rato si te va el humor algo negro al estilo de "intocable" (aunque la peli no se parece nada). Un juego constante entre dos: visión entre el mundo de los dirigentes del partido y el pueblo llano, el amor reverdecido y el amor apagado, la vida complicada frente el espíritu cubano. Se merece echarle una tarde.
ender1945
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