El amante

Las adaptaciones de grandes novelas al cine son siempre problemáticas, y el texto introspectivo de Marguerite Duras no facilita las cosas. Una vez obviada la cuestión sobre la oportunidad y necesidad de de este tipo de adaptaciones, debe reconocerse que la película, por sí misma, posee interés. En este sentido la precisa fotografía, si bien afectada de un cierto manierismo, se revela como un instrumento de comunicación más allá de las palabras. Una cuidada realización y una ambientación soberbia sirven de soporte a la historia de desamor entre los actores protagonistas (aunque sus actuaciones no sean memorables, el físico de lolita de Jane March es sin duda uno de los grandes aciertos del film).

Una mezcla entre "Lolita" y "El imperio de los sentidos". La ambientación está muy cuidada y Annaud vuelve a crear una agobiante atmósfera, pero se hace un pelín larga.

Es una película excelente. Es arte cinematográfico. De mucho tiempo no he visto tanta ternura e inocencia y tanta pasión junta. Yo reconozco que no he leído el libro, pero en mi opinión los que dicen que los protagonistas son pésimos y que la película es larga y aburrida están equivocados. La película, si la miras una, y otra vez, te desvela muchos detalles, que al principio no le has visto, miradas, gestos, paisajes, relatos, es maravillosa. La banda sonora también es increíble. La recomiendo de todo mi corazón.

"El amante" es una película en la que la trama adopta un papel secundario y lo más llamativo es el modo en qué se nos presenta la historia.

El argumento es bastante tópico: se basa en una relación sexual entre una menor y un hombre de más de treinta años, recordándonos a Nabokov y su Lolita. Sin embargo, lo que más llama la atención de la película no es la trama en sí sino el modo en cómo se explica y se muestra al espectador: la protagonista de la historia nos relata su vivencia desde una perspectiva ya lejana; ella ya es mayor, recuerda esa experiencia y la cuenta, y el modo en cómo la cuenta es con ternura, recordando aquella niña apasionada que fue. Esta película podría ser, más que una historia de sexo y pasión, una reflexión sobre la primera vez que sientes el deseo sexual, y una reflexión desde una voz madura.

El relato que se hace sobre las escenas que se nos muestran le dan a la película un tono poético y de reflexión.

Las películas de Annaud se caracterizan por el escaso diálogo que contienen. En mayor o menor medida, el silencio es una constante en todos sus filmes. La fuerza de sus películas no radica en el diálogo sino en la imagen. Pero sin duda es el espacio el aspecto esencial de su cine. Su obra se presenta como una reflexión sobre el espacio.

Todas sus películas se abren hacia una inmensidad desoladora y salvaje que será recorrida por unos personajes minúsculos (unos personajes que, a diferencia de los de Hollywood, son reales. Sufren, dudan, sienten y aceptan la continua lucha por sobrevivir, una lucha contra la naturaleza y la propia sociedad).

El cine de Annaud se reencuentra con los grandes espacios. Es el cine del infinito y de la libertad. Concretamente en "El amante", el director explora un nuevo territorio: el cuerpo como paisaje. Vistas panorámicas sobre los cuerpos desnudos de los amantes representan una nueva exploración del espacio.