La última ola

Si esta cinta la pilla un director americano y con mayor presupuesto, quizás tendría más repercusión a nivel comercial.

Lo cierto es que sigue el patrón de la gran mayoría de películas de este género de catástrofes, donde se anuncia un futuro descalabro y por cosas de la vida, ocurre precisamente en esos instantes. Aquí va de la caída libre de montañas completas a un río, lo que provocaría una enorme ola de 85 metros que arrasaría con el pequeño pueblo turístico y sus habitantes.

Como no podía ser de otra forma, debe existir una familia, que por supuesto se deben alejar lo máximo posible unos de otros para tener un abanico de sucesos a los cuales prestarle atención. También debe existir los problemas conyugales entre los miembros de dicho matrimonio, sino no quedaría bien el asunto. Y por último, que cada uno ejerza de héroe a su manera. Uno con sus compañeros de trabajo, otro con los clientes del hotel, otro en situaciones extremas, y así añadiremos a nuestro carrito de la compra más héroes que santificar.

Para mi viendo que era más de lo mismo, estaba a la expectativa de las escenas de la desgracia y lamentablemente no está a la altura. Muy antinatural todo y se muestra muy poco de la acción, mucho más de los resultados y como que no, yo quiero verlo todo destrozándose con rapidez, esto no me vale.

Eso si, no me he aburrido en ningún momento y me ha resultado entretenida que a fin de cuentas es lo que buscaba.

Está bién, con interpretaciones creibles y uno efectos especiales, que aunque no duren mucho, son muy buenos. Para ser noruega, está bastante bien. No solo los yanquis saben hacer películas.

Parte de un curioso díptico catastrofista noruego, protagonizado por el mismo personaje, un geólogo noruego que sufre mucho, y que toma conceptos y situaciones reales, que han sucedido o que pueden suceder. Ahí está el evento catastrófico en 1934, en el fiordo de Tafjord (Noruega), donde un deslizamiento originó una ola de 64 m y mató a 40 personas.

Como filme del género catastrófico, repite todos los tópicos establecidos en los años 70 para estas películas: ninguneo laboral, temas familiares, relaciones con amigos y compañeros de trabajo, todo ello se verá inevitablemente unido en la desgracia cuando se produzca la catástrofe. Y como tal está magníficamente rodada- y siendo noruega, muchísimo más- tanto durante el desastre como después, en un paisaje postapocalíptico, completamente creíble y que recuerda al visto en "Lo imposible"(2012). Se vive la tensión y mucho. Es evidente la influencia de la película española "Lo imposible", en el comportamiento del protagonista tras la gran ola - deja a su hija a salvo con un amigo y se lanza a la búsqueda de su familia en un lugar ruinoso y peligroso- aunque el hecho de ser una historia de ficción, le permite establecer situaciones más extremas, más espectaculares y más heroicas, quizás demasiado superheroicas, y más próximo es este aspecto a "El coloso en llamas".

Filme muy disfrutable, de esos para sufrir con los personajes y su devenir en la historia. Una solvente puesta al día del género. Y de la mano de los noruegos, que es lo más sorprendente.

¡Flaco favor le ha hecho esta película a la industria turística noruega! Jeje. Introducir desde la ficción el riesgo -aparentemente cierto- de que la ladera de una montaña se desplome sobre un fiordo, ocasionando un tsunami, seguramente hará que los daneses procuren que el film sea visto por la menor cantidad de gente posible...

¿Ante qué estamos? Ante una cinta totalmente convencional en materia de catástrofes naturales ficcionadas, con su característica estructura empática entre el espectador y los personajes principales, casi siempre con vínculos familiares o afectivos entre sí, a los que todos esperamos ver salvarse de la tragedia sin mayor preocupación por los demás, sean estos secundarios o extras. Es decir, un concepto de alteridad primitivo y primario, aunque no por ello menos real.
Para destacar, indiscutiblemente los paisajes naturales son soberbios. Y los efectos especiales de la ola arrasadora -muy breves- están bien, no más que eso. De las actuaciones y otros aspectos cinematográficos y técnicos, puede decirse que son correctos. También hay alguna información orográfica siempre interesante.
Evidentemente los noruegos encontraron un tema en su propia geografía, y lo tomaron para hacer una película completamente hollywoodiana, de principio a fin. ¿Lo lograron? Si uno no espera nada nuevo, sí. No es especialmente entretenida, pero tiene algo de suspenso. Ni entusiasma, ni decepciona. Un mero entretenimiento.
Como soy afecto a este tipo de films -cuya mayoría es de muy pobre calidad- lo recomiendo a quienes sientan similar atracción por este género. No es mala.

La majestuosidad de los paisajes no difuminan lo manido de la historia, el tufillo a película de domingo en sobremesa, de europeización hasta en los diálogos. Gran fotografía, sí. Pero para mí no es suficiente. En los últimos años asistimos a cine de corte similar, como "Lo imposible" o "San Andrés", y desde Noruega se nos regala esta película de catástrofes que hace poco más que un calco de las otras. Dignamente, todo sea dicho.

Y es que quizá no estemos acostumbrados a mostrarnos valientes en el Viejo Continente y hacer frente al monopolio cineasta de los EEUU. Por eso viene este párrafo a favor de la película, un canto en su honor por tener los arrestos necesarios para mostrarnos ese pedazo de olón que recorre los fiordos con rabia asesina. Para el turismo noruego no creo que sea un aliciente, pero por lo menos quedamos avisados.

"La ola" pasará por mí pero no me arrasará. Se puede ver...