Mentiroso mentiroso

Como suele pasar en casi todas sus películas, ésta no valdría nada si no fuera por Jim Carrey y sus muecas que ahora alcanzan el máximo nivel de histrionismo.
La trama está bien pero a medida que avanza se va haciendo muy cursi y ñoña con la infaltable moraleja final. Se podrían haber ahorrado tal cosa.

Jim Carrey estaba en pleno éxito con todas las comedias en las que se dedica a dar recitales de poses y muecas con más o menos gracia y estaba a punto de llegar su primer peliculón en donde su papel le exige una cierta seriedad; El show de Truman. Entre que este llegaba y no, llegó Mentiroso compulsivo, que viene a ser el tipo de comedia para explotar al actor cómico en cuestión en pleno éxito y que justamente acaba mostrando que ese éxito lleva camino de ser temporal. La película es un bajón en el nivel. Quizá no desmesurado, en tanto que sus anteriores películas tampoco son nada demasiado destacable, pero esta es, sin duda alguna, inferior. Es la primera de un camino hacia un descenso que por suerte fue capaz de detener a tiempo.

Aún así, ahí está. Recordándonos que las carreras de los actores tienen altibajos.

La película tiene algún momentillo interesante, simpático y poco más. No da risa como pueden dar otras comedias de este estilo, pero bueno, con Carrey sabes a lo que te expones. También es lo que Shadyac llevaba haciendo, poco más o menos, así que tampoco fue una sorpresa por su parte el tipo de película.

Es posible que lo peor que tenga es ese rollito moralizante que meten. O más que esto, que lo meten en todas y cada una de las películas que nos traen desde allí y normalmente no protestamos, lo que molesta es como lo meten y lo descarado que es. Aunque bueno, esto también es la forma habitual de las películas. Si aquí molesta más esto es porque es más obvio incluso.

Es una mezcla entre película descerebrada y burda de Jim Carrey y comedia familiar, con todo lo que ello implica. Puede mostrar cierto mal gusto en sus gags pero al mismo tiempo ha de dar un mensaje moralista y redentor. Sin embargo, en comparación con cosas como Ace Ventura o Dos Tontos Muy Tontos, en mi opinión, sale ganando. La idea de partida es original y creo que algunas situaciones, en especial todo lo que sucede durante el juicio, son a priori bastante ingeniosas. Lástima que canse lo muchisimo que gesticula Jim Carrey, llegando a estropear al de un rato algún momento inicialmente conseguido. La recomiendo, con reservas, para aquellos que soporten al actor en su faceta histriónica y para alguno (como yo) que le soporte lo justo pero al que le llame un poco la premisa del film.

El problema con Jim Carrey es que tiene lo que muchos críticos llaman el Síndrome Moisés: tiende a dividir las aguas. A la mitad de la gente le parece un comediante genial y a la otra, un consumado estúpido. Casi no hay términos medios.
Es cierto que la mayoría de las comedias de Carrey de los noventa dejaban mucho que desear (sobre todo las de Ace Ventura), incluso para mí, que me gusta el actor. Pero me parece que esta en particular, Mentiroso Mentiroso, tiene algo... diferente. No se trata solamente de Carrey haciendo muecas frente a la cámara durante una hora y media (para lo cual tiene un talento increíble, hay que reconocerlo), se trata de una historia. Es verdad, una historia un poco tontorrona, ingenua, infantil, si se quiere, pero una historia al fin, con un toque dramático que no cae en la cursilería (o si lo hace, es de manera simpática). Hasta podría decirse que las payasadas de Carrey están justificadas durante casi toda la película.

Si nos limitamos a valorar las películas comparándolas con otras está claro que el ocho que por mi parte se lleva "Mentiroso Compulsivo" es exagerado. Sin embargo, mi valoración se cierne a las sensaciones que me trasmitió, es decir, como si "Mentiroso compulsivo"fuera la única película en el mundo o yo no conociera el cine en todas sus facetas. Es entonces cuando yo le pongo un ocho. Un ocho por hacerme reír, a veces hasta decir basta.

La trama es tan original como ridícula: Un niño pide un deseo en su cumpleaños y éste se cumple. Es por ello que, cuando la ves críticamente, ya sabes que no le pondrás un 10. Pero conforme pasan los minutos ese ridículo punto de partida, es decir, el deseo cumplido se olvida para dejar paso a escenas del humor más primitivo y a una excepcional actuación del excepcional actor Jim Carrey.

Pero no todo es humor. Esta película también trata el tema de los hijos de padres divorciados y sus dificultades, así como el padre incomprendido que, por motivos de trabajo, no puede darle a su hijo el amor necesita.