El reino (Miniserie de TV)

Excelente miniserie en la que Lars Von Trier tira de sus fantasmas mas oscuros (en su mayoría obsesiones relacionadas con la religión) para construir un fascinante puzzle de personajes y situaciones absorbentes y -por momentos- geniales. Rodada en vídeo digital que le ofrece una textura granulosa y cercana al blanco y negro y permite que el director haga de la cámara (o sea, el espectador) un protagonista mas moviéndola entre los personajes sin el mas mínimo pudor. Porque ese es uno de los secretos de "Riget", el espectador se siente inmerso en una historia que ni le va ni le viene pero pronto le atrapa con fuerza y no le suelta hasta el final. Absolutamente delirante, una gamberrada de Lars Von Trier magníficamente interpretada y soberbiamente dirigida. Para degustar una y otra vez sin parar.

Nació en la era digital, en la casa del abuso. El plano cargado no respira, ni arranca ni tiene final. Seguro de sí mismo, nunca falla ni titubea, no tiene alma y no se recuerda.

Uno, dos, tres, cuatro… Infinitos planos cargados se dirigen al infinito. Se empujan unos a otros como piezas de dominó. Están navegando en tu córnea mientras tú recibes la visión de un detritus que se mueve hacia adentro con la diligencia segura de una fila de hormigas.

Para 1994 von Trier había culminado su “Trilogía de Europa” (El elemento del crimen, 1984; Epidemic, 1987 y Europa, 1991), incluso habiendo llamado la atención en Cannes con alguna de ellas, además había realizado un excelente film para televisión basado en una tragedia griega, Medea (1988).

En aquel momento y antes de que su fama se terminara propagando por todo el mundo (cuestión que lograría un par de años después), estrenó una mini serie para televisión, creada, escrita y dirigida por él con algunos colaboradores, que a lo largo de los años se ha convertido en una serie de culto.

Riget trata sobre un hospital ubicado en la capital danesa, en el vamos viendo cómo se desenvuelven diversos doctores, enfermeros y pacientes, de importancia para la trama, la cual a su vez tiene múltiples vertientes que se van siguiendo, alguna más importante que otra pero que están siempre presentes.

En esta primera temporada, la serie es fortalecida por el nivel de intriga que maneja, que es el punto que a mi parecer le da validez, intriga y duda por cada una de las distintas tramas que va sobrellevando, valiéndose en historias de fantasmas, brujerías, odio, amores cuasi imposibles y locuras en medicina.

La serie es todo menos seria, no en el sentido peyorativo de la palabra, sino gracias a cada uno de los desmanes que se van mostrando a lo largo de los cuatro capítulos, algunos risibles, otros sorprendentes, unos toscos, otros llamativos.

Von Trier filma en esta ocasión de una forma muy similar a lo que luego se daría a conocer como el Movimiento Dogma, cámara en mano, algunos primeros planos, cortes bruscos, iluminación que en muchos tramos se me hizo natural; además que se sirve en algunas tomas específicas de tonos sepia.

Un par de detalles, una genial música utilizada en la introducción y al final en los créditos, quizá hasta más escabrosa que la propia serie, además de la aparición de von Trier al final de cada capítulo hablando sobre algunos puntos de lo que se vio.

Puntos bajos, un arranque un poco flojo y desordenado (el mismo director lo admite), un final elocuente pero que no llega a ningún lado, faltó cerrar algunas ideas, pulir alguna de las tramas, aparte algunas situaciones son tan burdas que causan gracia.

Sin embargo, Riget es una serie interesante, con un final que sin duda espera la segunda temporada que se estrenó años después, y que es importante mencionar que maneja un terror que no va a dar miedo. Yo visualizo más está obra en el género de la intriga, el drama de cada persona y con toques de humor negro.

276/08(13/11/10) Extraña y sugestiva serie danesa, creada por la retorcida mente de Lars Von Trier, es un trabajo en el que se funden varios géneros, el terror, que es desde el que quieren atraer al espectador, el misterio, el drama y la comedia, en este género el absurdo sobrepasa la pantalla . En esta obra se unen dos de las grandes obsesiones del realizador, como son lo místico y la terrenal, donde la línea es muy fina entre la locura y la cordura, el campo de batalla es un misterioso hospital donde se entrecruzan historias de todo tipo, desde un doctor sueco, Stig Helmer (buen Ernst-Hugo Järegård) envuelto en un caso de incuria médica que se lleva los tapacubos del coche para que no se los roben y que además cada dos por tres se sube a la azotea del hospital a gritar <Escoria danesa!>, un celador que guarda secretos de las muertes por negligencia en la clínica, una mujer que está embarazada y nota que algo va mal, una anciana hipocondriaca, Sigrid Drusse (brillante Kirsten Rolffes), que habla con los muertos y detecta en el hospital un alma en pena de una niña o una pareja limpiaplatos con Síndrome de Down que nos van contando su versión de lo que ocurre en este lugar, o unos estudiantes de medicina que gastan bromas macabras, y alguna más, ello con el original broche en cada episodio del realizador danés haciendo un resumen del episodio mientras pasan los títulos de crédito. La puesta en escena bebe del estilo Dogma creado por Von Trier, es decir cámara en mano, multiutilización del zoom, nula utilización de música, la iluminación debe ser natural o que la acción debe ser siempre actual, es una forma de hacer cine que bien hacha te conecta con la historia. El gran protagonista de la serie es el hospital, un lugar que gracias al saber hacer de Lars es un sitio a la vez moderno y lúgubre lleno de secretos, donde la fotografía de Eric Kress (‘Millennium’) es elemento clave para meternos en ambiente, hay ascensores con susurros de lamentos, pasillos inacabables, sótanos tétricos, etcétera, está muy conseguida la atmósfera. El guión presenta momentos muy buenos y divertidos con otro no tantos, en los que metería los pretendidos momentos de intriga, con unos personajes muy bien trazados, que consiguen eso tan difícil que es transmitir personalidad, todo sumado nos da una serie entretenida serie que para mi tienen más de comedia que de misterio. Fuerza y honor!!!

Me entusiasmé bastante por esta serie, ya que su nueva temporada fue lanzada hace poco, eso me motivo a verla como amante del género y de Lars Von Trier.

Pues de la intriga pasamos a situaciones totalmente absurdas y que no ponen enfasis en la historia, es más un drama con tintes de intriga y no ví ni el más mínimo empeño en el género de terror, pues la serie debe y mucho, no esperaba ver un drama al que nos acostumbra Lars, lo cual no esta mal porque para melodramas es muy bueno, pero si nos enfocamos en una temática a la que nos situa El Reino, no esperas ver esto, sino algo que te de intriga y ponga mayor entusiasmo en el terror.