007: Sólo para tus ojos

La película empieza muy bien con una larga escena de acción aérea realmente trepidante e impactante, luego vienen unos créditos magníficos, sensuales, pausados, con una canción romántica inolvidable.
Pero después el nivel no se mantiene: el guión es ciertamente pobre, trabajado lo justito para hilvanar los verdaderos puntos fuertes del producto, que son las numerosas escenas de acción, muy bien rodadas (sobre todo la persecución en la nieve con esquís).
Por otro lado el globo resulta demasiado inflado (pasa de las dos horas)

Roger Moore compone un James Bond que me gusta más que Pierce Brosnan, pero menos que Sean Connery.
CAROLE BOUQUET está para enmarcar: qué ojos, qué pelo de anuncio, qué carita de porcelana…
Es lo mejor de la película y tiene a su cargo los momentos más bonitos y cautivadores: ese plano en el que bucea por algún mar de Grecia entre las ruinas sumergidas de un atiguo templo helénico, con esa música envolvente… “Dios mío, dije, no es un ser humano, es Tetis, la diosa griega del mar”
Y como en la peli se dedica a disparar flechas con una mortífera ballesta, encandilando a Bond, también se le pueden ver paralelismos con el dios Cupido.
Lo dicho: UNA DIVINIDAD.

Qué persecuciones, que chica más hermosa, en fin. La aventura se sirve de forma realista, Roger Moore está como un guante en Bond, un auténtico señor. Brosnan, mira y aprende aunque ahora ya es tarde.

Es el ejemplo a seguir por todo director y actor que quiera hacer y ser un buen Bond. Éste debe de ser el punto de referencia o debería de haberlo sido para todos los posteriores y algunos anteriores Bonds incluyendo los del propio Moore. Octopussy estuvo bien y La espía... también pero las demás que hizo no tanto. Dalton tiene solo dos pelis pero son muy buenas, el que ha fallado ha sido Brosnan quizás por los guiones. El nuevo Casino Royale está en ésta línea así que enhorabuena. Que sigan por éste camino que es el mejor para Bond.

TODO EN ÉSTA PELI ME HA ENCANTADO, UNO DE LOS MEJORES BONDS Y UNO DE LOS MAS REALISTAS.

Solo para sus ojos es una extraña película. Muchos seguidores de la serie aman esta película con el argumento que se retoma el papel del espía. Si bien es cierto que las últimas películas de Bond exageraban en el número de efectos especiales y escenas de humor, en esta ocasión ocurre lo opuesto: se presenta una historia supuestamente seria que termina convirtiéndose en aburridora.

Bueno: deja a un lado el exceso de chistes de la espía que me amo y Moonraker, la historia deja de ser tan inverosímil como sus antecesoras. La chica bond es muy linda. El comienzo es muy bueno, la escena del helicóptero es muy divertida

Malo: la música es desastrosa, en las secuencias de acción provoca dormir, muy aburridora. No hay un villano concreto, desfilan asesinos pero no se identifica alguien en particular que sea el antagonista de bond. El final es de los peores de toda la saga. No genera interés, es larga y muy lenta.

Estamos sin duda, ante una de las películas de la franquicia Bond más solventes, almenos en lo que respecta en la trayectoria de Roger Moore. Esta cinta supuso el début en la dirección del director John Glenn, que supo dotar durante sus cinco largometrajes de Bond (antes de la época de Pierce Brosnan) de un gran frenetismo y de unas muy logradas secuéncias de acción.

Dejando de lado las preferéncias que cada fanático tendrá respecto a la saga, los ochenta reafirmaron una tendéncia ya iniciada durante los años setenta, junto con la incorporación de Moore en la saga del espía británico. Poco importa la trama, el guión únicamente está como mera excusa para ofrecer acción y una sencilla trama de relleno. El propósito de la cinta solamente está centrada en añadir la mayor cantidad de escenas de acción posible, cada una más ruidosa, aparatosa, y como no, espectacular. ¿Eso es malo? Pues como cualquier otro tema, tendrá sus detractores y sus seguidores.

No se puede negar que la duodécima entrega de Bond ofrece algunas de las secuencias de acción más vistosas de toda la saga, junto con un ritmo elogiable donde la película no ofrece ni un minuto de respiro. A lo largo del film seremos testigos de impresionantes escenas que van des de persecuciones en un Citroen a espéctaculares batallas en los Alpes, con increíbles escenas de esquí, o vistosos tiroteos. En pocas palabras, una de las entregas Bond más nutrida en cuanto a ritmo y a escenas de acción se refiere.

El reparto es correcto, no pasa de ser cumplidor,. Uno ya tiene la sensación de que Moore se está volviendo algo rechoncho. Lo mejor, sin duda, es Carole Bouquet como chica Bond, bella y carismática. También hay que mencionar el buen hacer de Julian Glover como villano.

Esta entrega sorprenderá a todos aquellos que busquen únicamente acción, pues la encontarán sobradamente y con una espectacular descarada y pasmosa. Aquellos que busquen algo más, mejor abstenerse. Pero para ser sinceros, la época de Moore se caracterizaba por su humor y sus escenas de acción, y esta es de las más eficaces en cumplir su cometido. Muy espectacular.

Decimosegundo título de la serie Bond, quinto protagonizado por Roger Moore y primero de los 5 que realizó John Glen. Se basa en las narraciones cortas "For Your Eyes Only" (1960) y "Risico" (1960), de Ian Fleming, y extrae algunas escenas de la novela "Live And Let Die", del mismo autor. Se rodó en Grecia (Corfú, Vlacherna Monastery), Italia (Cortina d'Ampezzo, Tofona Mountain) y Londres, con un presupuesto estimado de 28 M dólares. Fue nominado a 1 Oscar (canción) y 1 Globo de oro (canción). Producido por Robert R. Broccoli, se estrenó el 26-VI-1981 (EEUU).

La acción tiene lugar en Londres, Madrid, Italia, Grecia y en aguas del Mar Jónico, a lo largo de unas 2 semanas. El ATAC, dispositivo para el lanzamiento coordinado de los misiles nucleares Polaris, se ha hundido con el barco Saint George, del Servicio Secreto Británico. Su recuperación es un objetivo apremiante, ya que en manos soviéticas podría ser reprogramado con graves riesgos para el RU y Occidente. Se encarga la misión al agente James Bond (Moore), que cuenta con la ayuda de Melina Havelock (Carole Bouchet), hija de sir Timothy, arqueólogo submarino que colabora con la Inteligencia británica.

La película desarrolla una historia más realista y humana que la aventura espacial de "Moonraker" (1979), objeto de numerosas críticas. El protagonista se muestra como un personaje más de carne y hueso, que lleva flores a la tumbra de su esposa, Tracy, no usa "gadgets" asombrosos, se sirve del ingenio e intuición, sufre penalidades, realiza esfuerzos agotadores y mantiene la serenidad y la sangre fría. Se enfrenta a una trama oscura en la que encuentra traficantes sin escrúpulos relacionados con la droga, la prostitución, el fraude y la extorsión. Tras ellos se oculta el maléfico Ernst Stavro Blofel, líder de Sprectra. El film combina escenas de acción trepidante, secuencias de peligro y suspense, peleas tumultuosas y una historia de personajes sombríos y crueles. Las escenas de acción más relevants son las del helicóptero manejado a distancia por Blofel, la persecución del Citroen 2CV de Bond y Melina por dos coches de gran potencia, la búsqueda submarina de los restos del Saint George. La suma de peligro y suspense se eleva a cotas altas en el arrastre de Bond y Melina por la motora rápida de Aristotle Kristatos (Julian Glover) en un mar de tiburones y el ascenso de Bond por la pared vertical del refugio de montaña del malhechor. Las peleas a puñetazos se repiten en varias ocasiones y culminan en el Monasterio abandonado. Se incluyen algunas escenas duras como la desestabilización con un alfiler del equilibrio de un coche medio suspendido sobre el vacío.

La música, de Bill Conti recoge los aires pop del momento, la canción que interpreta Sheena Easton y melodías románticas y de tensión, de gran colorismo. La fotografía construye bien las escenas de acción y visualiza la tensión. Se beneficia de espléndidos paisajes naturales (Cortina, Corfú y otros).