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El imaginario mundo del Doctor Parnassus

Fantástico. Aventuras Con una extraordinaria habilidad para guiar la imaginación de los demás, el Doctor Parnassus oculta un oscuro secreto. Siglos atrás hizo un trato con el Diablo para ganar inmortalidad, a cambio de entregarle a cualquier hijo que tuviese al cumplir los 16 años. Ahora, deambulando con su humilde teatro ambulante y con una hija a punto de llegar a esa edad, Parnassus está decidido a cambiar el trato.(FILMAFFINITY)
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Críticas 108
Críticas ordenadas por utilidad
28 de octubre de 2009
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
No cabe esperar del director Terry Gilliam una película a gusto de todos o concebida para llenar multisalas. "El imaginario del Doctor Parnassus" es un film con acento personal, donde están presentes los elementos propios de la filmografía del director y, sobre todo, la intención de realizar una propuesta sugestiva y atrayente.

El inesperado fallecimiento de Heath Ledger el 22 de Enero de 2008, en pleno rodaje, supuso un duro revés para la continuidad del film que, obviamente, obligó al equipo a reponerse, buscar soluciones y realizar grandes cambios en el desarrollo del guión. Aprovechando la presencia del espejo mágico, fue posible que Johnny Deep, Jude Law y Colin Farrell acudieran al rescate de su amiguete Gilliam, y rodasen aquellas escenas que el oscarizado actor aún no había filmado. En este sentido, la solución de buscar otros actores para un mismo papel da a la película un toque mágico y hasta divertido, ya que todo es posible una vez que se cruza el espejo, hasta tal punto que ya no podríamos concebir el film de otra manera.

"El imaginario del Doctor Parnassus" es un cuento recargado y atípico, donde no siempre hay hueco para finales felices. Una fantasía en la que los escenarios cobran vida propia, y con un atractivo poder visual que destaca por encima de todo en la recreación de los innumerables mundos que se encuentran tras el espejo.

Han sido poquísimas las copias que Sony ha distribuido en nuestro país (unas 70), clara muestra de la poca confianza depositada por la distribuidora en un film extravagante y no apto para el gusto del gran público. Pese a todo, la media de recaudación por copia ha resultado satisfactoria, lo cual manifiesta que los espectadores tienen ganas de dejarse seducir por el mundo del Doctor Parnassus y, sobre todo, de dar el definitivo adiós a Heath Ledger.

Lo mejor: que no deja indiferente.
Lo peor: requiere de un esfuerzo por parte del espectador.
ChuckyGoo
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30 de octubre de 2009
34 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la primera vez que en mitad de un rodaje surgen inconvenientes que dificultan la realización de una película. En el caso de “The Imaginarium of Doctor Parnassus” es la repentina muerte del actor Heath Ledger lo que ha entorpecido enormemente la continuación del film de Terry Gilliam.
Muchos otros directores o productores habrían tomado la noticia con desconsuelo y habrían tirado por tierra todo el trabajo realizado hasta el momento, con la consiguiente suspensión del rodaje.
Pero no sé si ha sido Terry Gilliam, o los que habían invertido en el proyecto, o los tres reconocidos actores que han reemplazado a Ledger sin cobrar a cambio de darle sus honorarios a la hija del fallecido (son nada más y nada menos que Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell), los que han decidido salir adelante con tan atrevido propósito, y continuar así una película en la que uno de los actores principales ya no puede aparecer.
Pues bien, con el riesgo asegurado, el fracaso está siempre más al alcance de uno. Y en cierto modo, la historia que se comenzaba a vislumbrar sobre un circo ambulante, no tenía la mejor de las pretensiones posibles, aferrándose en todo momento a la gracia de sus actores, con más aire de una simple comedia de aventuras que de una tragedia enigmática.
Por eso, cuando Heath Leger desaparece del reparto y comienzan las “travesuras” de Gilliam y sus amigos, lo que podría haber sido una interesante consecución de unos hechos que aún no poseían demasiada lógica, se desvanece, comprensiblemente en este caso, por la artificiosa y, nunca mejor dicho, fantasiosa aparición de estos “tres mosqueteros”, que parece que van a rescatar al film, y lo poco que consiguen es hundirlo aún más si cabe en una caótica alucinación.
Porque uno no esperaba al Terry Gilliam de los Monty Python, ni al de “Brazil” ni al de “12 monos” ni al de “Miedo y asco en Las Vegas”, pero si tanto se presume de efectos visuales, yo más bien contemplo unos elementales juegos con el 3D, que hoy en día están al alcance de muchos y ya no pueden considerarse, ni mucho menos, como un sello de identidad para un director que ha tenido unos grandes momentos y que, por unas o por otras, no vuelve a tenerlos.
hpbordon
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23 de octubre de 2009
20 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta nos presenta al Doctor Parnassus, un actor inmortal de mil años de edad que posee una compañía teatral que ofrece a los miembros de su espectáculo ir más allá de la realidad mediante un espejo mágico. Los miembros de la compañía incluyen a un ilusionista experto, Anton, y un enano, Percy. Parnassus había conseguido ser milenario y guiar la imaginación de los demás mediante un trato con el Diablo, quien llega a recoger lo que le pertenece según dicho acuerdo, la hija del doctor al cumplir los 16 años. La compañía, a la cual se une un misterioso forastero llamado Tony, embarca hacia mundos paralelos para rescatar a la muchacha.

Terry Gilliam se enfundó su mejor traje de sastre para conseguir a base de remiendos y parches que la cinta siguiese adelante, sacrificando veracidad y muchísima parte de su encanto. Heath Ledger está fantástico, ofreciendo muestras de que detrás del Joker aún quedaba muchísimo actor por delante. Natural, espontáneo y con un gracejo que dista mucho del que muestran los malogrados apaños de los actorazos de la talla de Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell. Y es que estos tres son los culpables -sin querer- de que el conjunto cojee. La segunda parte, que es donde se echa de menos a Ledger, se ve muy forzada y está estirada incomprensiblemente, dando lugar a que se colasen por la sala algún bostezo que otro.

Los demás personajes están muy bien caracterizados. En este peculiar circo no existe cabida para animales, domadores, malabaristas, trapecistas, contorsionistas, escapistas, etc., por no haber no hay ni payasos... pero lo que sí tenemos es a un simpático enano quien da la nota de humor a todo el conjunto, a una bella y atrevida actriz de 16 años, a un ilusionista con unos sentimientos guardados en su corazón y a un peculiar personaje con una careta de un pronunciado pico que convencerá a cualquier público del asombroso espectáculo que presenciarán. Fuera de todo al aura que rodea a Ledger, sería de locos no destacar al Doctor Parnassus ni al Diablo, quienes vencen y convencen en cada conversación que entablan.

Los elementos fantásticos aparecen nada más penetrar en un espejo mágico. Cada inmersión es un auténtico deleite visual. En estas deliciosas escenas en las que hay que disfrutar como si fueran agua de Mayo, el espectador se encuentra dentro de un mundo aparente real pero lleno de fenómenos ocultos, personajes carnavalescos, situaciones paranormales propias de cualquier fábula adulta y muchísimo encanto. Ya sólo por el coqueteo dedicado en cada detalle y por el hechizante ritmo con el que se narra cada viaje dentro del espejo, son ya suficientes motivos para verla en pantalla grande.

Una lástima -lo primero- por el fallecimiento de Ledger, otra porque la historia vaya mermando según se acerca el final y otra, que da la sensación de que a la cinta le falta chispa fuera del marco de la fantasía y del mundo de Yupi que se nos presenta en el tráiler. Un deleite visual cosido con remiendos.
Condosco Jones
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17 de noviembre de 2009
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En medio de espectáculos circenses confusos y desafortunados, de un Londres espléndido, de una sociedad inglesa no tan brillante, surge un personaje, Tony. Un único personaje, interpretado por casi cuatro miméticos actores, que nos hace descubrir cómo se dividió el rodaje. Un personaje de múltiples caras (interpretativa y literalmente), embaucador, tramposo, encantador, amnésico. Quizás hasta algo Joker...
Una historia encantadora con una damisela encantadora, hipnotizante; un sabio enano, un viejo que ama los juegos (¿verdad que le aportan algo a la vida?), y un fiel y joven miembro del circo que recogieron de la calle.

Terry Gilliam nos abre la impresionante imaginación del doctor Parnassus, y la de todo el que se atreve a pasar, engañado o a voluntad, a través del espejo.

Un mundo lleno de color, en el que si te atreves a entrar, sin duda, echarás de menos.
Aniankha
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4 de abril de 2010
26 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
El problema de esta película, como en otras muchas que tratan de temas fantásticos, es la incapacidad de los autores de elegir. Podría ser un cuento sencillo, pero como el autor es Terry Gilliam y es para adultos, ha terminado en algo que trata de ser rompedor y paranoico, pero se queda en tontería. Si le unes que la mayoría de los personajes son odiosos y que los efectos visuales son un quiero y no puedo, convierten a la película en 2 horas de aburrimiento y estupor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gato
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