La ventana indiscreta

Un buen guión, con la siempre notoria mano de Hitchcock, que si tener que usar más de una locación, logra usar la magia del suspenso a su favor. Aunque no creo sea su mejor obra, esta película es capaz de entretener, de intrigar y su duración "es directamente proporcional a la resistencia de la vejiga humana". Todo esto con la permanente filosofía y acidez de su director.
Gran manera de mostrar cómo los humanos somos requeridos permanentemente por el morbo. Imposible dejar de mirar a un extraño, si este me abre su ventana. Un gran ejemplo de esto, son los Realitys Shows.
Sin grandes actuaciones, pero sin necesidad de estas, la delicadez del guión, montaje y dirección hacen de esta película una necesidad para cualquier cinéfilo.

Podemos decir que se trata de una de las mejores películas de suspense que se han hecho nunca (que lo es) y que es un prodigio técnico (que lo es también). Pero sobre todo y es en lo que me quiero centrar, es un film de sensaciones pesimistas del director sobre como está montado el mundo. Un mundo de competitividad, de inhumanidad, acrecentador de lucha entre sexos y finalmente creador de máscaras que nos impiden ser nosotros mismos, por aparentar lo que no somos, y no sentirnos fuera del juego de la vida, para finalmente sentirnos recluídos en nuestras prisiones particulares, que son nuestros hogares. Triste panorama. "Deberíamos dejar de mirar a los demás a través de sus ventanas, para centrarnos en nuestras grises y tristes vidas" dice más o menos Thelma Ritter a James Stewart en una de las escenas del principio.
Cuando digo mundo masculinizado, quiero mostralo como creo que lo veía Hitchcock, un mundo que oprime tanto al hombre como a la mujer, creando la distancia entre ambos y no pudiendo nunca entenderse. Hitchcock es un hombre soñador y romántico en su esencia, pero sabe tristemente como es la sociedad en la que vive. Los hombres se sienten castrados (escayola de Jeffries, que le impide moverse con normalidad) por la sensación que les da el sentirse atados a una sola mujer por un papel y por lo que obligan las convenciones sociales (el matrimonio). En cuanto a las mujeres, se mueven mediante argucias y juegos no sinceros, para seducir a un hombre y finalmente poseerlo, para poder tener un bienestar social que es necesario tener para ella. Hay gente que viendo la película superficialmente, ve misoginia en Hitchcock. Pero yo creo todo lo contrario. A Hitchcock le encantaría vivir en un mundo más femenino, delicado y sensible. La presentación de Grace Kelly (la mejor de la historia del cine de una mujer), es un prodigio romántico e imposible de realizar por un misógino radical, imposible. Hitchcock critica en realidad al ser humano moderno, sus miedos, su poca valentía e hipocresías. Creo que la dualidad entre Hitchcock y Jeffreis (Hitch-Jeff), es más que probable.
Hay decenas de escenas a través de las diferentes ventanas del vecindario y no solo en la del misterioso Thorwald, en la que se demuestra que los personajes no son felices, a través de sus respectivos matrimonios.
Se puede leer perfectamente en spoiler. No tengo más espacio aquí.

Lo que empezó como una actividad para evitar el aburrimiento, pasó a afición y de aquí a la obsesión por conocer los quehaceres y horarios rutinarios de los vecinos. Todos intrigantes, todos con sus vidas, sus historias detrás y todos sospechosos de lo que iba a acontecer.

Ya en el ambiente que teníamos ante nuestros ojos se respiraba que algo iba a ocurrir, la tensión era palpable con cada mirada a través de esos prismáticos, observando de ventana en ventana, pensando en cualquier momento "Ay, que va a mirar alguien de frente y nos pega el susto". Porque eso de que "te pillen" observando siempre nos corta, y si encima presenciamos un crimen del que pocos nos quieren hacer caso, pues ya tenemos la tensión perfecta que nos deja el cuerpo sensible a cualquier detalle inesperado.

Tal es la genialidad de la película, de sus personajes y la manera de darnos la historia que incluso te sientes parte de esa comunidad variopinta de vecinos. Esas ganas de que a James no le pase nada, y menos en el estado en que está, esos nervios que sentimos por Grace Kelly (*), o los nervios por el comportamiento del pobre perrito (**). Todo es suspense, intriga tras intriga, provocándonos curiosidad mezclada con ese miedillo al descubrir lo que no tendríamos que haber presenciado.

Ya no se ven películas así, con una historia tan genial, con un desarrollo que mantiene al espectador enganchado desde que empieza hasta "The End", e interpretaciones de sobresaliente (resaltando James y Grace, claro está).

Aunque el llamado maestro del suspense parte de una premisa facil: un fotógrafo con la pierna escayolada se dedica a fisgonear a sus vecinos encontrándose con la sorpresa de que uno de ellos parece ser que ha cometido un crimen, el director logra un divertido entretenimiento que logrará satisfacer a cualquier cinéfilo que le guste el buen cine. A través de un argumento muy original (a pesar de esa premisa), la cinta es una completa y acertada combinación de suspense-intriga-romance. Hitchcock traza dos historias paralelas principales y una serie de subtramas que desde comienzo a fin empatizan con el espectador haciéndole ver que nunca fisgonear tuvo tanto éxito. La primera de ellas, es la historia de amor de una pareja cuyo romanticismo engrandece la calidad del film. La otra y sin duda la trascendental es la sospecha que se cierne sobre un vecino que al parecer ha cometido un crimen. Para averiguarlo el protagonista contará con la inestimable ayuda de su pareja y de la enfermera que se encargará de cuidarla y con la cual mantendrá numerosas conversaciones sobre su amante, planteándose en varias ocasiones si debe o no continuar su relación con ella. Con una magistral ambientación esas subtramas comentadas ambientan mas aún si cabe la película. (meritorio resulta que toda ella se ruede y acontezca sobre un mismo escenario). Además acompañado de la mencionada ambientación unos fantásticos decorados que quizás como elemento negativo nos hace sentir de que estamos en un plató y no en un piso al aire libre. Y es que esa es la única pega que le veo al film, que a veces no parece que estemos en una comunidad de vecinos común y corriente sino en un plató. No por ello, la película en los apartados técnicos no deja de merecer un sobresaliente. Además cabe destacarse que en el plano actoral el trio protagonista realiza unas portentosas actuaciones. James Stewart hace que en todo momento nos creamos su personaje de vecino aburrido obsesionado con llega a cotillear a sus vecinos y sacar a la luz el peliagudo caso al que se enfrenta. Grace Kelly nos regala una muy buena actuación además de presentar unos vestidos que engradecen más aún su calidad física. Thelma Ritter muestra preocupación ante el caso y realiza también una excelente actuación. La música es muy acertada sintonizando la melodía con el espectador en todo momento. Todos los personajes secundarios nos hace ver como puede ser la vida de cualquier vecindario que sin duda pasará a la historia del cine. Por último, los planos tienen una calidad exquisita, y se ve desde la perspectiva del vecino todo el devenir cotidiano de esos personajes.

Dejen salir al pequeño Alfred Hitchcock que llevan dentro y echen un vistazo a través de su ventana.

Si tuviera que hacer un top ten de sus mejores películas La ventana indiscreta ocuparía uno de los primeros puestos sin duda alguna.

Hitchcock retomó en La ventana indiscreta la idea de rodar en un único espacio cerrado que ya había desarrollado en La soga, aunque esta vez dejó de lado el plano único para centrarse en lo que el director (y muchos otros) consideraba la esencia del cine: la acción y la reacción.

El reparto de La ventana indiscreta cuenta con los que probablemente hayan sido los protagonistas preferidos de Hitchcock: Grace Kelly y James Stewart.

La actriz rodaría un film más antes de dejar el cine y mudarse a Mónaco, algo que enfureció el director.

Stewart siguió rodando con Hitchcock hasta que ambos comprendieron que el actor ya era demasiado mayor para ejercer de protagonista galán y de escenas de acción.