Sing: ¡Ven y canta!

Una vez más caemos en la redundancia y a la falta de originalidad. Puesta en escena y un guión muy vistos. Por suerte tiene un final bastante ruidoso y le da algo de vida a la película antes de su, literalmente hablando, fin.
Le doy un 2 sobre 5.

Película de animación sin pretensiones para pasar el rato. En este género es inevitable que salgan las comparaciones con Pixar, y aquí también se sale perdiendo llegado a ese punto. Por eso prefiero quedarme con la habilidad de de ¡Canta! para manejar sus diferentes historias y deleitarnos con buena música sin abusar de las canciones.
Cada uno de los personajes tiene conflicto y un motivo de lucha. El único punto malo es que eché en falta más minutos en pantalla al cerdo Gunter y lo alto que está el nivel en la animación últimamente.
Nota: 7,6

Suelo ver todo lo que sea animación porque soy una sentimental y es un arte que aprecio verdaderamente. Lo malo es cuando una tras otra, excepto raras excepciones, las películas de animación te van decepcionando. Me habían recomendado «¡Canta!» con mucha alegría y si a eso le unimos que la peli va de animalitos que cantan, la pregunta es: ¿qué puede salir mal?

Pues, para nuestro asombro, diría que casi todo. Lo único que se salva es la banda sonora, que son clásicos de toda la vida del pop y del rock, y el grupo de J-Pop de las pandas rojos, absolutamente adorables y que demuestran ser las únicas capaces, quizá por su origen oriental, de pegarle una bofetada a un hombre y quedarse tan dignas. El resto de película es una sucesión de lugares comunes y conflictos para adultos que desde luego un niño ni va a entender ni le va a interesar. Hay quien responde a esto que es verdad, pero que los niños solo se tienen que quedar con los animales que cantan, lo cual es bastante triste: ¿desde cuándo se hacen películas para niños sin ningún mensaje o idea para ellos, sin nada que les motive a un nivel más humano y emocional que el mero hecho de ver muñecos que se mueven y cantan? Además, cantan canciones que tampoco les van a gustar a los niños, porque son canciones para los padres, para los mayores. Es que no entiendo nada, en serio.

Bueno, ¿pero es una buena película para adultos? Claro que no, porque se queda en tierra de nadie al tratar con un tono infantilizado, sin ningún recorrido y de forma simplona, conflictos tan serios como que tu padre sea un delincuente y te quiera llevar por ese camino o que tu novio te maltrate psicológicamente y te ponga los cuernos (ojo al personaje de Ash, sin ninguna dignidad...). Además, los personajes resultan como muy anodinos, sin simpatía, y la trama de empresario arruinado que quiere triunfar a toda costa no tiene alicientes.

Muy sosa.

Al menos aquí, porque Garth Jennings y Christophe Lourdelet no han podido conjurar el mal cinematográfico que se ha apoderado de su trabajo por muchas canciones que incluyan, he leído que hay más de sesenta, que me parecen demasiadas. Pero empecemos por el principio. "¡Canta!" es una película en dibujos animados por ordenador y protagonizada por animales que gira sobre un concurso musical para aficionados en plan "Operación Triunfo". Vale, no parece una bomba la propuesta pero vamos a darle un voto de confianza. A fin de cuentas ha sido el décimo título más taquillero del 2016 en los Estados Unidos y el duodécimo en el resto del mundo con casi 635 millones de dólares recaudados. Además tuvo una nominación a los Globos de Oro al mejor film de animación y a la mejor canción original.

Pues bien, "¡Canta!" resulta ser decepcionante. Nada más comenzar empieza a atravesarse cuando descubrimos que otra vez nos venden el mismo producto de dibujos animados supuestamente para niños con personajes adultos que tienen problemas de adultos. La cosa se puede volver más interesante con el concurso musical pero tras algunos compases esta trama literalmente desaparece. Mientras tanto tenemos a un grupo de aspirantes con problemas de personas mayores, resueltos de una forma absolutamente bobalicona. El error de "¡Canta!" es que es muy tonta, los personajes son esquemáticos y no caen bien, y el mensaje que lanza es algo así como "sigue tu sueño y fastidia a los demás". Lo mejor, además de algún corte musical, es el grupo de pandas rojos japonesas. Qué adorables.

Este musical animado de 108 minutos de duración, sirve igual al público menudo como a los adultos. Nominado al "Globo de Oro", como mejor película animada, y a los "Annie", (los Oscar® de la animación), nos hace pasar un rato entretenidos sobre la historia de un Koala empresario, en horas bajas, a quien se le ocurre la idea de rescatar su teatro, agobiado por las deudas, creando un concurso de talento para aficionados.

De esta forma, el director Garth Jennings, quien también escribe el guión, se apoya en canciones "iconicas" de Elton John, Stevie Wonder, Leonard Cohen, Paul McCartney, Paul Anka y muchos otros, ofreciéndonos en su banda sonora, fragmentos de 85 temas, por lo demás muy bien interpretados, por cerdos, cocodrilos, ratones, gambas, elefantes, un puercoespín y hasta gorilas (entre otros).

Filmada en 3D, la calidad de la animación es innegable, pero su sentido del humor es contenido, y la factura y elaboración de los personajes acusan la ausencia de profundidad.

Producida por la "Illumitati-on Entertainment", este film de 108 minutos, deja un detalle muy peculiar en su minuto 28, con 27 segundos, donde se sucede la secuencia en la casa porcina, (papá, mamá, y sus muchos cerditos), cuando el padre en ausencia de la madre, (que habla por intermedio de una grabación) y, que no se encuentra porque ha ido a ensayar, cierra la puerta de la casa, momento en que la cortina de la cocina se levanta, dejando ver tres franjas verticales, verde, blanco y roja, el mismo tríptico cromático que representa a la bandera mexicana, aunque no deja de ser cierto que, son los mismos colores de la italiana, solo que USA no tiene incidentes relevantes actuales con el país trasalpino, y sí, y muchos, con su vecino del Sur.

En la franja blanca no aparece el águila con la serpiente, por razones obvias, pues sería un ataque directo a los mexicanos, llamándolos cerdos, verbigracia de la gran cantidad de cerditos en el comedor.

Pero digo esto con mucha base, dado que después de verla en la sala, la revisé en una pagina "web", y a pesar que la copia no era de mucha calidad, pude ratificar lo anteriormente expresado.

Si fue casualidad, o no, lo dejo al criterio de los demás, pero si yo fuera mexicano, estaría bastante ofendido.

Al fin y al cabo, quien produce el film es la "Illumination Entertainment", un grupo judío y pro-republicano.

Aparte de esta "joyita", los gorilas (delincuentes comunes, menos uno que ama cantar),son negros, lo que implica una clara y, transparente flecha a los "afroamericanos".

En fin, los típicos mensajes subliminales del mundo de la animación en Hollywood.

Para finalizar, solo resta por decir que,no es tiempo perdido este trabajo del genero animado, aunque sin ofrecer giros interesantes, y la historia sea bastante plana,si consigue lograr el cometido de hacer pasar el rato, para disfrutar de una muy buena música emblemática.

Se echa en falta la presencia de más temas e interpretaciones para que el "trailer" no hubiese sido tan engañoso-