Salvaje de corazón

David Lynch toma referencias de El mago de Oz (The Wizard of Oz) para dar cuerpo a este macabro cuento de amores torturados, una película de carretera protagonizada por Nicolas Cage y Laura Dern. Cage interpreta a Sailor, un tipo que quiere dejar atrás su oscuro pasado, mientras que Dern da vida a su novia, la alocada y algo infantil Lula, una joven con una complicada situación familiar y un pasado igualmente oscuro. Ambos inician un viaje huyendo de la maquiavélica madre de ella (Diane Ladd), quien detesta a Sailor y será capaz de cualquier cosa para terminar con la relación.

Existen dos grandes logros en el guión de Corazón salvaje, por una parte tenemos su inteligentísima narración y por otra el interesante plantel de inquietantes personajes (marca de la casa). De la narración destacar los distintos saltos en el tiempo durante el metraje, los cuales no sólo ayudan a que la narración sea más fluida, sino que al mismo tiempo profundiza en el pasado de la pareja protagonista sin necesidad de recurrir a aburridos discursos ni a la sempiterna voz en off. Si bien, no todo en lo referente a narración y guión es tan positivo, el surrealismo y las excentricidades hacen que la película esté siempre a punto de caer en el puro esperpento.

Las interpretaciones son tan delirantes y excesivas como cabría esperar con semejante materia prima. He de reconocer que Cage y Dern no son mis actores preferidos precisamente, además aquí no se cortan en desplegar su arte para la sobreactuación (algo que él parece dominar), mención especial merecen sus risibles "bailecitos". De entre los secundarios destacan las aterradoras participaciones de Willem Dafoe y Grace Zabriskie o las apariciones especiales de Sherilyn Fenn y Sheryl Lee, populares gracias a Twin Peaks. Corazón salvaje funciona como revulsivo contra las empalagosas historias de amores imposibles y contra todo cuento de hadas de indigesto mensaje. Nadie como Lynch para regurgitar sobre los convencionalismos bienintencionados y llevarlos así a su terreno.

Es la típica película que no sabes bien qué tiene, pero no puedes dejar de mirar la pantalla. Está rodada en un Universo Lynch, pero en feo, cutre y nada onírico. La historia de amor sería una historia de amor cualquiera si no fuera porque yo creo que Laura Dern está GRANDIOSA haciendo de la típica niñata malcriada y ninfómana que se encapricha hasta el tuétano del malote de turno que se la trinca como nadie.
Nicolas Cage no es Santo de mi devoción, pero la verdad es que creo que este personaje está hecho a su medida, entre violento y sensible; Fanfarrón y a la vez humilde ante ella. No me extrañaría nada que fuera así en la vida real.
Hay momentos muy Lynch desconcertantes a tope, y a veces un poco de atmósfera Twin Peaks.
Aunque todo en conjunto es....raro.
Pero no obstante, es un conjunto que está hecho de una manera más o menos armoniosa.

El tío Pooch. Buffalo Bill. El científico. Amor a quemarropa. Asesinos natos. Lolita. El mago de Oz. Alicia en el país de las maravillas. Robert Coover. Expresionismo. Buñuel y Dalí y Warhol y el cómic la trece rue del percebe.
La realidad como cornucopia de la abundancia, sarcasmo pop, broma macabra, libertad (Elvis era un neoliberal avant la lettre musical que leía lee a Hayek cuando nadie me ve) sin ira libertad, un cuento patológico sarcástico lisérgico, una bufonada negra, berenjena, calabaza, una burla, una gozada, una fiesta, living a celebration, dibujos animados, sexo. Goya.
Crash. The scientist de cold play obvio. Coyote y el correcaminos. Los sonidos del Perú.
Lobotomía. Locomía. Trepanación cerebral. Oligofrenia. Quadrophenia.
La basura cultura América. El trastero, la trastienda, el puto estercolero.
La pesadilla que no el sueño. Un accidente en primer grado. Poesía fúnebre.
Se caga en todo y qué gracia. Lo celebra del mismo modo dionisíaco arrebato.
Cuarto oscuro. Cabrón castizo cazurro. Paleto burro. Pollock o el escritor. Donald Ray. Banquete no muy platónico.
Deliverance. La huida.
Tiene la mejor interpretación personaje de la historia del cine, la de Bobby Dafoe (el mejor actor de siempre) y unas escenas asombrosas, casi cada plano es grotescamente hermoso y hermosamente grotesco, repulsivamente bello y asqueroso, horteramente delicioso.
Lucidez abismal, inteligencia total, mala leche, profunda subnormalidad. Un genio bestia lerdo.
Un perfecto imbécil. Una jodida obra maestra. No comas tofu ni algas, mierdas de esas. Una asonada. Piñata. Rimada.

Este film me sirve para analizar a los personajes que suele crear Lynch. Éstos se caracterizan por actuar en función de su subconsciente, no racionalizan los hechos, y por tanto, si quieren llorar: lloran, si quieren gritar: gritan, no les importa el contexto. Esto da lugar a todas las inverosimilitudes a las que nos acostumbra Lynch en su mundo surrealista.

Probablemente -yo- no conozca un director que humille más a su reparto, lo digo en un sentido figurativo. Les hace hacer de todo, en "Corazón salvaje" tenemos a la Ladd pintándose de rojo en una escena de locura total, a Zabriskie y Lockhart compartiendo otra escena extravagante, y a Dafoe interpretando a un personaje tan particular como ridículo y malvado.

Dentro de todas las rarezas que propone habitualmente el creador de "Twin Peaks" (1990) en esta ocasión se destacan unas raras referencias a "El mago de Oz" (Victor Fleming, 1939), que se corresponden con el tono de cuento de hada que posee el film pese a sus extremistas situaciones. El cursi final es lo que termina por darnos esa pauta de cuentito infantil.

Algunas escenas a veces no parecen tener ton ni son pero no se puede negar que son absorbentes, por ejemplo, el choque que protagoniza Sherilyn Fenn (la Audrey de "Twin Peaks"). De todos modos hay que destacar su montaje donde se utilizan muy bien los flashbacks y se recurre al fuego como leit motiv de la cinta.

Volvemos a ver en este film la fascinación de Lynch por las escenas musicales, volviendo al ejemplo de la serie "Twin Peaks" hay un capítulo en el que la mitad del mismo se va en una canción cantada por los tres protagonistas. Aquí tenemos una performance acertada a cargo de Cage del tema "Love me" en una escena puramente lyncheana donde se realza su estilo onírico con su particular gracia para las puestas en escena.

Destacar como algo no menor las buenas actuaciones. Un Cage sobrio en su habitual rol de tipo eufórico, Dern está bien para ser una actriz que no me gusta, geniales Dafoe y Ladd destacando por encima del resto, y bien por las apariciones de Stanton y Rossellini.

Lo mejor: el tono lyncheano de muchas escenas, pese a que no es surrealista siempre se deja entrever esa particularidad que caracteriza al realizador.
Lo peor: algunas escenas que parecen sobrar.

Una película muy extraña pero interesante, no es una obra maestra ni la mejor obra de Lynch pero es una película muy singular con gran personalidad.

No es surrealismo, ni realismo pero se mezclan ambas cosas para crear una obra peculiar, una crítica real de muchos aspectos sociales.

El marco es extraño, pero me gusta, el conjunto me resulta inestable pero el resultado final me interesa, todo está dirigido con sabiduría y personalidad pero es fácil que no te guste y que incluso lo aborrezcas.

Corazón salvaje es de esas primeras películas de un joven apasionado por el surrealismo en un mundo tan real como la que viven estos dos jóvenes alocados.
Con escenas muy curiosas como las actuaciones de Ladd, las escenas eróticas, lo absurdo de las escenas de los policías, la escena del matón en el baño…escenas que me encantan.

Hay mucha gente que tienen que clasificar el cine y esto es inclasificable, simplemente es Lynch, no me apasiona demasiado pero comprendo la fuerza de su cine, un cine en el que saldrás de la sala del cine y seguirás pensando y comiéndote la cabeza.