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Manifesto

Drama Cate Blanchett hace homenaje a la tradición y belleza de los Manifiestos Artísticos a través de una serie de personajes impresionantes y monólogos desconcertantes. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
25 de abril de 2018
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manifesto, primera película del artista y director alemán Julian Rosefeldt, presenta a Cate Blanchett dando vida a 13 personajes distintos, cada uno acompañado de su propio monólogo. Este filme experimental nos narra una serie de manifiestos artísticos a través de contextos muy distintos. Una reflexión cinematográfica, artística y social que podrá ser experimentada a partir del próximo 4 de mayo en las salas de cine españolas.

La película se desarrolla a través de 12 contextos en los que se van planteando manifiestos que abarcan desde Karl Marx hasta Werner Herzog. Eso sí, la temática gira siempre en torno al arte y el papel que tiene dentro de la sociedad, por lo que la cinta invita a la reflexión sobre los manifiestos que ésta misma rescata.

La investigación bibliográfica y la cohesión que se logra en el guión a partir del material recogido es admirable, pero no se podría decir que resulta entretenida en absoluto. Manifesto es una propuesta muy interesante, pero difícil de ver como película, incluso por momentos se plantea el interrogante de si realmente es una, porque se siente más como una recopilación ensayista sobre arte.

Sin embargo, Manifesto puede presumir un trabajo de fotografía fantástico de Christoph Krauss, con unos planos largos y lentos que elaboran, de forma sistemática, imágenes preciosas y precisas con las temáticas que nuestra narradora, Cate Blanchett, nos expone a lo largo de la cinta.

El principal problema para seguir la propuesta artística de Rosefeldt es que no existe un hilo narrativo, ya que no nos cuenta ninguna historia en términos narrativos, lo que la convierte en un rompecabezas donde cada pieza se siente indiferente de la otra a pesar de que sepamos que hay un ejercicio académico detrás de todo ello.

Los personajes son un punto muy ambiguo al no existir un desarrollo convencional en ellos. Manifesto no plantea en los protagonistas a personas propiamente, sino representaciones de unas ideas relacionadas con corrientes artísticas como el Situacionismo, Vorticismo, Pop Art, entre otras.

Siguiendo con el tema de los personajes, hay que mencionar la creatividad y destreza con las que el director y guionista alemán asignó los manifiestos artísticos a cada uno de sus protagonistas. Un ejemplo de lo anterior es una escena muy cercana al inicio del film, donde nos muestran las oficinas de unos corredores de bolsa como elemento visual, mientras se nos recita líneas del Futurismo relacionadas con la velocidad y la furia, dos conceptos muy relacionados con este ámbito laboral.

Mencionamos antes que para Manifesto, la actriz ganadora de dos premios Oscar, Cate Blanchett, se metió en la piel de 13 personajes distintos, pues la australiana lo hizo de una manera perfecta, impregnando a cada protagonista de un toque único, definitorio y realista.

La performance de Blanchett es uno de los aspectos más resaltables de esta obra cinematográfica, porque no sólo fue cubierta con distintas capas de maquillaje para cada uno de los 12 momentos de Manifesto, sino que cambió radicalmente las expresiones de un personaje a otro, además de adecuar su tono y forma de hablar para que fueran los indicados en cada situación.

Manifesto definitivamente no es una película para todo el mundo. Es una propuesta experimental que no cuenta ninguna historia en particular e incluso roza el ensayo audiovisual, sin embargo, tiene un caminar temático preciso, nunca abandona su recorrido por el camino de los manifiestos artísticos. La experiencia se complementa con una fotografía minuciosamente trabajada, personajes que armonizan con sus monólogos y una performance de un nivel altísimo de Cate Blanchett.

Escrito por Andrés Tejada
https://cinemagavia.es/manifesto-pelicula-critica-rosefeldt/
Cinemagavia
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4 de mayo de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas parece que queda poco por descubrir de Cate Blanchett. Después de tres décadas dedicadas al mundo de la interpretación (y que sean muchas más), la actriz australiana nos ha dejado en la pantalla una gran variedad de registros, muchos de los cuales han sido aplaudidos por espectadores, críticos y académicos. Siempre queda, empero, un resquicio para la sorpresa. Y esta vez Blanchett nos lo ofrece en Manifesto, una curiosa obra dirigida y escrita por el videoartista alemán Julian Rosefeldt que cosechó hace pocos días tres premios Lola del cine alemán.

En esta especie de película, que parece más una compilación de vídeos dirigida a exhibirse sin pausa y a través de múltiples pantallas en la sala de algún museo de arte moderno, Blanchett caracteriza a 12 personajes de diverso carácter, incluyendo una reportera, una ama de casa, una directora de ballet o incluso un mendigo (sí, en masculino) que hablan incansablemente acerca de lo que significa el arte. Dichos discursos se nutren del pensamiento de diversos artistas, quedan influidos por algunos de los movimientos artísticos contemporáneos como el dadaísmo o el cubismo y, lo más llamativo de todo, se expresan en situaciones más terrenales de lo que su profundidad podría merecer.

Así, Manifesto nos enseña varios pasajes del trabajo o la vida personal de los 12 personajes caracterizados por Cate Blanchett que quedan absorbidos por la continua vocalización de pensamientos e ideas sobre el arte, ocasionalmente expresadas también mediante la voz en off de la actriz. Todas estas opiniones poseen el denominador común de resultar tan interesantes en su calado humano como extensas en lo que se refiere a su duración. En efecto, pese a que el film no goza desde luego de un ritmo veloz, tampoco Rosefeldt permite que existan demasiados silencios durante las escenas y la mencionada voz en off suele cercenar los que pudiera haber entre ellas, de manera que el continuo discurso puede llegar a sobrepasar a aquellos que se desesperen con la gente que tiene una rápida elocuencia.

Dejando de lado los vericuetos en exceso filosóficos que toma el guion, es una realidad que el trabajo artístico y de realización que lleva a cabo Rosefeldt es más que meritorio. La belleza de las imágenes, los encuadres en los que sitúa a Blanchett y el resto de intérpretes, la transición entre planos, el sonido… Todo está bien medido en Manifesto. Si no se considera a la obra como un trabajo cinematográfico en el sentido más puro, es del todo correcto reivindicar la labor del director alemán. Ahora bien, se trata de una pieza audiovisual más indicada para ser exhibida en un museo o sala de exposiciones que una película como tal que tenga el objetivo de ser comercializada en salas de cine tradicional.

Lo que sí exhala pura cinematografía en Manifesto es lo que realiza Cate Blanchett con su sensacional interpretación de esa docena de personajes. Los gestos faciales y la modulación del tono que la aussie realiza para adaptarse al perfil de cada uno son ideales para reforzar el mensaje que sale de sus bocas. Es una pena, como decimos, que dichas palabras alcancen un punto de profundidad artística tan elevado que no den pie a conformar un guion algo más apegado a lo que sería una pieza más puramente fílmica, porque el trabajo de Blanchett se merecería sin duda alcanzar una reputación mayor de la que seguramente tendrá Manifesto, más encaminada a transitar camuflada en un extraño cruce de caminos. Encomiable, en cualquier caso, el trabajo de un Julian Rosefeldt que junta una pieza más a su currículum como artista, pieza que no parece que vaya a necesitar la participación del cinéfilo tradicional para alcanzar el valor artístico que probablemente se merezca.


Álvaro Casanova - @Alvcasanova
Crítica para www.cinemaldito.com (@CineMaldito)
Kasanovic
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31 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A 'Manifiesto' diría que hay que acercarse como el que va a ver una obra de teatro crítica y exagerada con el propio arte ("el arte de la vida, la vida es arte"), sus formas son esas, y uno se puede imaginar fácilmente los monólogos de Blanchett sobre unas tablas y un escenario negro y vacío. Pero tenemos la gran combinación audiovisual y elementos que enriquecen los ambiguos, irónicos, envolventes y críticos discursos para justificar llevar este ensayo de arte sobre el arte al cine.

Los cientos de figurantes apoyan ricamente a una única actriz realizando una docena de papeles, los elaborados escenarios crean unos climas únicos y peculiares, el hilo conductor y los argumentos son ricamente discutibles y válidos. Todo con una finalidad de crear la autocrítica y autoanalisis en el espectador mediante la peligrosa exageración interpretativa de Cate, que realmente es un factor imprescindible que engrandece el resultado. Por enésima vez, brava.

Me sorprende lo finalmente accesible que resulta para lo rocoso de la propuesta en conjunto (aún así, habrá gente que no soportará esta película), se ve al final con gran interés y provocando un debate con el espectador, una multiconversación con uno mismo diciéndote y desdiciéndote. Todo es arte, todo es discutible, todo es valorable. Todo es exceso. Todo es realidad. Todo es filosofía. ¿Acaso todo este todo no es la finalidad del arte? Pues ya es de agradecer.
El malvado Carabel
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20 de marzo de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cate Blanchett es una de las mejores actrices de la Historia. Eso está claro.
En Manifesto, se basta y se sobra ella sola, en sus infinitos registros, en la piel de una docena de personajes, para mantener el interés de una propuesta arriesgada, que no es realmente una película, sino una exposición simplemente de lo que dice su título, algunos de los manifiestos más conocidos de la historia (el dadaísta, el futurista, el comunista, etc).
Como decimos, no es exactamente una película, y además se hace larga y algo pesada según el rato, pero sin duda es merecedora de un visionado para deleitarse en el infinito talento de la intérprete australiana, que es un Stradivarius siempre, incluso cuando el guión o el director no acompañan.
Un trabajo sencillamente extraordinario de una superdotada.
Sibila de Delfos
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4 de julio de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más, Cate Blanchett nos deslumbra con su inmenso talento. Poco o nada queda por decir de la mejor actriz de su generación.

El concepto de la película es interesante y la estética está bien cuidada. Aunque en algunos momentos se hace un poco pesada, a mi parecer. Más que una película, se trata de un experimento artístico conceptual, sensorial y atípico.

En resumen, vale la pena verlo, aunque sea solo por la espectacular Cate Blanchett.
Gizzu21
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