El amante de Lady Chatterley (TV)

Anna Karenina, Cenicienta, Grandes esperanzas, Los Borgia, Jane Eyre.
Este es principalmente el curriculum de Holliday Grainger como actriz. No sabemos si está empeñada en convertirse en la cara más conocida de la ficción de época, pero aquí está de nuevo como protagonista de Lady Chatterly.
Lo bueno es que la actriz sabe lo que hace y queda estupendamente en cámara con los vestidos de dama. Richard Madden no se queda atrás, pues es otro intérprete cuyo físico y aptitudes interpretativas encajan perfectamente en producciones de este tipo. El telefilme tiene una factura estupenda, como es habitual siempre en la elegantísima ficción británica, y se deja ver con agrado. Podría haber sido mejor y tener más ritmo, pero es una producción entretenida y con argumento apasionado, perfecta para pasar un rato de sábado por la tarde.

Lo mejor: La factura, siempre impecable en la ficción inglesa
Lo peor: No es ninguna obra maestra y le falta ritmo

Quién iba a decirla a D. H. Lawrence que su polémica novela de 1928, "El amante de Lady Chatterley", que en su país estuvo más de treinta años prohibida, se acabaría convirtiendo en el libreto para una película de serie B para la sobremesa. Cierto que no es para todos los públicos, pero los 16 años que han puesto aquí me parecen hasta excesivos. En cualquier caso adaptación blandita, una más de las muchas que se han hecho, que apuesta más por lo romántico por lo sexual, aunque en realidad no se queda ni en una cosa ni en la otra. Algo carente de ritmo y sobre todo intensidad, no obstante se deja ver sobre todo si nos gusta el cine de época.

En el reparto de esta "El amante de Lady Chatterley" destaca la atractiva inglesa Holliday Grainger, efectivamente especializada en los papeles históricos, y Richard Madden, conocido por su paso por "Juego de Tronos" (2011-). Ninguno de los dos destaca demasiado y la película en sí debe afrontar el inconveniente de su previsibilidad. A mí de todas maneras lo que más me ha gustado son los looks de ella, que esta moda de la primera guerra mundial y algunos años inmediatamente después, diría que hasta 1922, es muy bonita, aunque aquí se parece más a los inicios de los 10, de 1910, y esos botines que lleva me suenan un poco anacrónicos.

Otra película sobre la famosa novela. Todas hasta ahora no consiguen reflejarla. Esta es especialmente floja, porque la relación del jardinero con la lady no hila, ya que todo es lento, a lo que contribuye una música empalagosa y sonnolienta.
Buena la fotografía. Las interpretaciones muy planas, culpa también de un guión inconexo.
Buena también la ambientación de época.
Y poco más.

El amante de Lady Chatterley es una película para televisión dirigida por Jed Mercurio, creador de series como Bodyguard y Critical, entre otras. La película está basada en la novela homónima de D. H. Lawrence.

El marido de Connie (Holliday Grainger), Clifford Chatterley (James Norton), ha vuelto de la guerra herido y postrado permanentemente en silla de ruedas. A pesar de las dedicadas atenciones que le dedica, es evidente que los recuerdos de la guerra lo mantiene distante emocionalmente de ella. Su vida cambia cuando conoce a Oliver Mellors (Richard Madden), un pobre trabajador de su marido, que llena el vacío que éste último ha dejado en su corazón.

La pareja que forman Holliday Grainger y Richard Madden es el atractivo principal de la película, cada gesto y cada mirada que se dirigen ayudan a crear una atractiva química. La historia de amor prohibido entre personas de diferentes clases sociales tiene muchos de los clichés y estereotipos del género, pero aún así no deja de ser romántica y entretenida.

La bella banda sonora, y los hermosos y pintorescos paisajes ayudan a crear un mundo de pasión en el que la pareja protagonista se siente libre de los prejuicios y estrictas normas sociales que su sociedad les impone. El calor del bosque donde Oliver vive, y la fría mansión de Clifford están contrapuestos de forma que Connie se ve en el centro de la guerra entre estos dos mundos: al que quiere pertenecer, y del que quiere escapar, respectivamente.


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Repitiendo tras "Cenicienta" del 2015, en la que Richard Madden interpretaba al príncipe y Holliday Grainger a una de las malvadas hermanastras de Cenicienta, a Anastasia, ambos actores se unían así rompiendo el cuento de Cenicienta en cierto modo según la atención al reparto y esta vez prescindían de ella para unirse como pareja en esta historia basada en el relato del mismo título del D. H. Lawrence, "El amante de Lady Chatterley".

Por primera vez debío reconocer que se trata de la mejor versión que he visto. Porque aúna la concepción del mundo que Oliver Mellors, el capataz, tiene, como el de una industria mecanizada que viene a destrozar todo cuanto de puro y de natural el hombre ha hecho hasta ahora, con el halo de misterio y erotismo que envuelve a este hombre con Connie, la esposa de su jefe.

Ese algo entre ellos representado como algo casi sucio y degradante en las versiones anteriores como en la de Sean Bean con Joely Richardson donde algunas escenas de sexo daban vergüenza ajena, aquí Jed Mercurio ha escrito una verdadera historia de amor, no disponiendo de la lujuria exacerbadamente utilizada por parte de todos los autores, poniendo en solfa la integridad del trasfondo del romance y dejando que las mentes calenturientas solo vean una historia X en lo que es una historia de amor tormentosa y encantadora.

Richard Madden se merienda a Holliday Grainger, quien entre los jóvenes ya es famosa por su joven papel de Lucrecia Borgia de hace unos años en "The Borgias" de Neil Jordan, en unas escenas tórridas pero delicadas, y en una relación donde la ignorancia da paso al odio, el odio a la ira y ésta a la caída.

Con más actores en voga como Jodie Comer aquí venida a muy menos, si bien, no es la mejor actriz del mundo a pesar de las críticas esperables.
James Norton como hombre amargado saco lo mejor de sí, para tener como resultado una película brillante pero solo por la pareja protagonista.