Esquizofrenia

En American Beauty, Thora Birch se tira media película siendo grabada con una cámara de vídeo. Pues en esta pasa exactamente igual, sólo que ahora a Thora no le hace ninguna gracia...
Una cosa más: si habéis encontrado esta película en la sección de terror, lo único que tiene de terrorífico es su guión. Nada más que decir...

Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para el espectador, y todo aficionado al cine que desea saber si un filme merece o no la pena; a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena, buenísima, a mala, malísima, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: INTERESANTE.
Cierto es, que las cintas de casas encantadas y fantasmas han proliferado desde "El sexo sentido", relegándonos a la apatía. De tarde en tarde, hay algún atisbo de alegría, que nos solapa a la inquietud de una protagonista recorriendo las ensombrecidas estancias y corredores de una vetusta mansión. Este filme lo consigue, en su lenta exposición de la oscuridad y el silencio, donde lo paranormal está al servicio de una inquietante historia, sin apoderarse de ella, ni deglutirla. Todo está en su sitio. Avanzaremos con la fragilidad de la Murphy, descubriendo una historia, afianzada en la ambiguedad de su propuesta, para llegar a un final que nos hará recapitular indefectiblemente.

Partamos de la base de que Deadline está siendo filmada con una cámara bastante pulida, bastante estilizada. Luego agreguemos que Brittany Murphy posee un registro particular dentro del cual puede manejarse cómodamente construyendo personajes de pasado y presente tortuoso, sobre todo en el aspecto mental. A partir de allí McConville construye una red que se apoya y se sostiene desde un guión inspirado, pulcramente filmado y que pretende unir mundos posibles mediante cámaras que se filman unas a otras hasta fusionarse en un solo mundo contundente y de desenlace sorpresivo. En las palabras suena genial, el problema es que Deadline es una ensalada psicológica de mentes disociadas y de historias disociadas que de pronto buscan encontrarse para buscar un solo sentido, y lo que encuentran es que el espectador diga para sí mismo "capté la idea, pero no me cerró en lo más mínimo".

El desenlace la termina de embarrar. Nunca es fácil unir conceptualmente dos historias en apariencia distintas, pero si sobre el final aparece una tercera o virtualmente una cuarta se termina formando una "sala de espejos" que se multiproyecta al infinito. Deadline exigía un cierre definitivo y el director siguió abriendo puertas más de la cuenta hasta encontrar la confusión pura. El cine puede mirarse a sí mismo y elegir o tomar distancia o formar dobles, pero siempre correrá el riesgo de disociarse de tal manera que lo único que logra es distanciarse del espectador. Lo que sucedió en Deadline.

Floja película que al principio parece prometer pero que con el transcurrir del tiempo empieza a decepcionar y termina enfadando. No les recomiendo perder su tiempo con este bodrio.

Floja, que digo floja, flojísima historia de terror fantasmal/psicológico que nos cuenta la perturbación que comienza a experimentar Alice (Brittany Murphy), una escritura aquejada de stress (o algo así) que se retira a una inquietante casa en las afueras que le ha dejado un productor para que termine tranquilamente el guión en el que está trabajando, primero con alguna que otra pesadilla y luego, tras encontrar unas cintas en el ático grabadas por el anterior inquilino, mucho más preocupada cuando empieza a relacionar lo que está viendo en las cintas con los extraños ruidos y visiones que la asaltan.

Pasable con reparos como telefilm de sobremesa y poco mas, la malograda Brittany Murphy se limita a poner caras y Thora Birch tres cuartos de lo mismo, los sustos son de saldo (la típica cara fantasmal en el espejo del cuarto de baño, una silla que se mueve sola, algún ruido en la noche, y poco mas) y la realización es plana y aburrida (al igual que la historia).