Haz click aquí para copiar la URL

Repugnante

Thriller. Comedia El detective Bruce Robertson (James McAvoy) es el detective de policía más maleducado, pervertido, misántropo y adicto a las drogas y al sexo de Edimburgo. A pesar de ello, Robertson quiere un ascenso. Claramente es la persona adecuada para el trabajo; el resto de sus colegas son idiotas. Desafortunadamente, ha habido un asesinato y el jefe de Bruce quiere resultados. No hay problema. Él está al mando y cuando resuelva el caso y consiga ... [+]
1 2 3 4 5 10 13 >>
Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
16 de diciembre de 2013
75 de 92 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me hice fan de la novle al instante, y también me he hecho fan de la película, ya que por suerte no soy de éstos fanboys que se rasgan las vestiduras cuando la adaptación de turno no es 100% fiel al material original. Con esto no quiero decir que la película sea una mala adaptación ni mucho menos, sólo que, como es lógico, no profundiza tanto como el libro.

Pero bueno, ¿de qué va Filth? Pues va sobre un policía escocés llamado Bruce Robertson, que perfectamente podría irse de copas con Torrente sin escandalizarse. Un policía cabrón, racista, alcohólico y medio drogadicto, que se divierte haciéndole la puñeta a todo aquel que se le acerca, aunque sean compañeros de trabajo o las esposas de éstos.
En otras palabras, Bruce Robertson es un deshecho humano.

Como ya he dicho, la película no profundiza tanto como la novela en la psicología del personaje (ahí es donde radica la mayor diferencia entre Filth y otras películas de temática similar, como Teniente Corrupto), pero aún así termina por confesar al espectador que ese policía tan hijo de puta tiene sus motivos para ser así. Motivos que igual no justifican su comportamiento, pero bueno, qué coño, son SUS motivos.

Al igual que ocurre con la adaptación cinematográfica de American Psycho, se respeta extraordinariamente bien el espíritu del libro pese a pasar por alto muchos detalles, pero es que ni American Psycho ni Filth podrían adaptarse al cine de forma completamente fiel, ya que ambas novelas poseen unos niveles de depravación importantes. Con todo, Filth es, como adaptación notable, y como película sobresaliente.

La película no tiene un argumento del todo lineal, y realmente no existe una trama clara, sino que se dedica a seguir a Bruce Robertson y mostrarnos sus fechorías, sus putaditas y sus juergas, todo ello intercalado en una trama más o menos importante en la que se investiga el asesinato de un joven asiático.
James McAvoy borda el papel de Robertson, y tan pronto consigue que nos riamos con sus actos como que lo odiemos o sintamos lástima por él. El tío se marca la que posiblemente sea la mejor interpretación de su carrera.

Por lo demás, una película llena de ritmo, humor negrísimo y una banda sonora fabulosa.
Mención especial para el final (doble final, en realidad), que si viviésemos en un mundo justo sería considerado uno de los mejores finales de la historia del cine. Un desenlace que consigue que el espectador espere un típico final feliz, pero cuando llega el momento le da un puñetazo en el estómago y se ríe de él. Y es que, aunque el final sea bastante crudo (no tanto como el de la novela), se permite meter una coña en el último segundo de película.
Gran acierto también meter detallitos aislados que sólo entenderán los que hayan leído la novela.

Y luego están los cachondos créditos finales. Debería existir una ley que obligase a todas las películas a tener unos créditos (iniciales o finales, a elegir) molones, en los que sonase alguna canción de puta madre, como en éste caso.

En resumen, una gran película, grotesca, graciosa, alucinógena, entretenida y llena de un humor negro no apto para todos los públicos.
Glanton
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de octubre de 2014
33 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filth comienza como una travesura para poligoneros. La rutina de sexo sórdido, alcohol, cocaína y diálogos esquizofrénicos nos pone en guardia. No sabemos muy de qué va todo esto, al parecer pretende estimular nuestro sentido del humor amparándose en el clásico detective corrupto, drogadicto y pasado de vueltas que se dedica a humillar al que se interpone en su camino. No sé si es que no entiendo muy bien el humor escocés o es que el guión no tiene mucha gracia, pero a los 20 minutos ya estamos saturados de tanta raya y gestos de loco.

Filth está basada en la novela de Irvine Welsh (Trainspotting) y su estilo es fácilmente reconocible en el guión de Jon S. Baird. Pero si buena parte de los personajes de Trainspotting despertaban simpatía, Bruce (James McAvoy) resulta bastante cansino. ¿Por qué? Durante el inicio de la película no encontramos ni una sola faceta original en él. Tan solo es otro poli trastornado por las drogas y por un pasado oscuro.

(...)

De esta forma, Filth apuesta por combinar humor negro con tragedia confiando en que el empaste sea efectivo y dote de mayor enjundia a la película. Pero tampoco funciona muy bien. La trama avanza a empellones sin encontrar un tono coherente en ningún momento. Tan pronto pretende hacernos reír como asustarnos. Una paja por aquí y un niño muerto por allá.

¿Nos podemos reír con Filth? Bueno, cada espectador tiene sus preferencias. En mi opinión, el humor soez es tan respetable como cualquier otro. No soy de los que defiende el humor inteligente, una de las mayores gilipolleces que se suele escuchar cuando se atacan los chistes sobre pedos y vómitos. Una chanza sobre Nietzsche puede ser mucho menos inteligente que un chascarrillo sobre fotocopias de penes. El humor inteligente es aquel que hace reír evitando lugares comunes y soluciones de trazo grueso. Un pene puede ser muy inteligente si se utiliza de forma adecuada… En un contexto humorístico, me refiero…

El humor de Filth, en general, no es inteligente no porque trate sobre llamadas obscenas y colocones estratosféricos, sino porque no hace mucha gracia. Eso sí, hay ciertos momentos graciosos, aunque ahora, sinceramente, no me acuerdo de ninguno, pero lo hay… Quizás la actitud mezquina de Bruce con respecto a sus compañeros, liándolos a todos para conseguir su objetivo tenga su punto…

Al final nos tenemos que quedar con la interpretación de James McAvoy como mayor atractivo de la película. Xavier cuelga los hábitos de pastor de mutantes y se entrega en cuerpo y alma a su papel. Sus movimientos y gestos nos muestran que sabe de lo que habla o que es muy buen observador, pero tal vez exagera un poco su actuación, arrastrado por un personaje al filo del esperpento. No obstante, el final sorprende, y nos entrega una imagen más compleja del personaje.

Filth no aburre, se pasa rápido y en algún momento llegas a sonreír, pero su mezcla de tono, entre el drama y la comedia gamberrilla, patina. Al final, ni una cosa ni otra.

Lo Mejor: James McAvoy sorprenderá a sus fans.

Lo Peor: Muy rutinaria en su sentido del humor. La mezcla de géneros no funciona.

[crítica de david rubio para alucine.es]
david
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de noviembre de 2014
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un policía de Edimburgo. Nos hacemos una idea de cómo podría ser su vida. Pues no, tiren todas las imágenes preconcebidas a la basura y déjense arrastrar por un carácter que parece predestinado al libertinaje: sexo obsesivo, consumo de estupefacientes (cuantos más, mejor), abuso verbal y físico de las mujeres de su entorno, manipulación maniquea e interesada de sus conocidos, delirios de grandeza, obsesión por tenerla más grande que los demás (y que lo sepan) – aunque en realidad sea un impotente salvo en contadas ocasiones gracias a alguna parafilia de difícil manejo y descripción – obsesión delirante con la esposa que lo abandonó, fijación con un hermano al que no pudo salvar la vida…

El listado de traumas y ofuscaciones es casi ilimitado. Y ninguno corresponde a lo que asociaríamos con un policía equilibrado y razonable. No hay más que exageración y desquiciamiento en un proceder que no sabemos si tiene su origen en la ruptura de su matrimonio (probable), en un irresuelto trauma de infancia (tópico no descartable), una obsesión cainita por quedar por encima de los demás y que al verse frustrada desemboca en el consumo escapista de drogas por doquier para así hacer llevadero su calvario… Hay muchas alternativas pero todas apuntan en la misma dirección: una vida atrapada en un callejón sin salida.

El retrato de la demasía y el desenfreno es excelente, aunque quizás algo monocorde y sin matices, ya que en el espectador se produce casi el mismo embrutecimiento y embotamiento emocional que en su protagonista: hay tanto exceso que el siguiente chute corre casi el peligro de pasar desapercibido o ser una mera repetición de lo ya conocido, transitado, reconocible y pasado. Y ahí radica la cruz de la película. Hay una desmesura intrigante e interesante, pero que acaba cansando porque no va a ningún lugar ni parece proporcionar nada que no sea el trillado retrato de un infierno privado abocado a la autodestrucción más salvaje. Es demasiado determinista y sin matices, sobradamente previsible.

Por ello – y si bien la generosa y enloquecida interpretación de James McAvoy es un aliciente añadido para recomendar su visionado – el resultado acaba sabiendo a poco. Deja un regusto agridulce a que ha habido más palabrería verbenera que faena diestra, más espejismo y simulacro que consumación y remate, más deseo que realidad. Un interesante intento por explorar el exceso que acaba casi en insustancial gatillazo. Aunque el final, por una vez, sea espléndido.
antonalva
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de febrero de 2014
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
La grosería y el asco que anuncia el título es el detonante de todo dentro de una película que consigue hacernos partícipes del halo de destrucción entorno a un personaje dispuesto a todo por nada. Su falso ego y la terrible incongruencia entre sus necesidades verdaderas y las que él mismo crea consiguen un personaje igual de burdo que atractivo (aunque no sea acto para todo tipo de públicos). Crea una visión distorsionada de todo lo que le rodea sin importarle demasiado las consecuencias que sus actos puedan tener, lo que da un aire bastante veloz a la película entre drogas de todo tipo, sexo sin sentido y alguna actuación policial más que polémica.

Forman así una comedia negra al estilo británico -en su rama escocesa esta vez- que tanto gusta, ahora impregnado de un sabor a whisky en tu garganta el día después de haberlo ingerido en cantidades industriales. Llama la atención el recuerdo a otras películas británicas como 'Trainspotting' o las creaciones de Guy Ritchie, pero el parecido no va más allá de la apariencia. Filth no sorprende como las mencionadas anteriormente pero nos mantiene frente a la pantalla gracias al laberíntico guión que subsiste en la macabra mente de su protagonista, donde el aparente carnaval de imágenes incorrectas se torna hacia la oscura y traumática experiencia del inspector Bruce Robertson.

El responsable de guiarnos en este laberinto mental se llama James McAvoy y consigue lo que puede ser su mejor actuación hasta ahora. Encarnar a un personaje como este requiere dejarse la piel y él lo consigue con creces, si la película no logra animarte, él te hará saber que no te vas a arrepentir de haberla visto. Robertson parece poseer a su intérprete y convertirlo en una marioneta a su antojo en cada escena. Ojos estallados y dientes rechinantes para hacernos investigar más y más sobre su personaje en busca de un ascenso, en busca de un reconocimiento personal sin importarle a quién pisar ni cómo hacerlo.

Quizá sea aventurarse pero, con una alta carga de ingredientes para convertirse en una película con cierto culto a sus espaldas en unos años, no llego a entender su falta de promoción y movimiento en salas fuera de lugares de habla inglesa como nuestro país. Su humor y su carga psicológica resultan igual de ácidas, aunque puedan ser reiterantes a lo largo de la película, algo que podemos perdonar gracias a su crecimiento entorno a sus últimas escenas. Como decía, puedes reírte, puedes disfrutar de su falta de prejuicios y de su aspecto grosero -e incluso grotesco en algún punto-, además de gozar de una gran interpretación y una intensidad narrativa que ayudan a mantenerte atento. Creo que es una buena recomendación para aquellos a los que nos les importe ver escenas provocativas protagonizadas por personajes 'cabrónidos' en ambientes cargados, y para aquellos que busquen material diferente.

CarlosDL - https://odiseaenelcine.blogspot.com/
CarlosDL
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de abril de 2015
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado, me ha entretenido y de una manera un tanto lejana me ha recordado a Torrente, aunque el aspecto de James McAvoy nada tenga que ver con el sucio personaje español, encarnado por Segura.

Filth, a través de su director Jon S. Baird, transforma la manera de hacer cine, considerando al espectador como algo más que una masa informe e intelectualmente limitada. Aquí se juega con los diálogos,así como la ambigüedad de un personaje, al que no sabes si debes amar o aborrecer, o tal vez ambas. Los primeros planos te hacen adorarle, para acto seguido avergonzarte por tus anteriores pensamientos.
He pasado una hora y media divertida y sobre todo, diferente.
MIRADA MILENARIA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Feisbum
    2009
    Dino Giarrusso ...
    Una mujer perseguida (TV)
    1993
    Sandor Stern
    After School
    2008
    Kenji Uchida
    arrow