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In the Dusk

Drama. Bélico Lituania, 1948. Ounté es un joven de 19 años que se une al grupo de partisanos de la resistencia ante la invasión soviética. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
27 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta lituana "Sutemose" (aka In the dusk o En la oscuridad) participaba este año en sección oficial en el festival de cine de San Sebastián. Dirigida por el asiduo a estos certámenes Sarunas Bartas, quien conoció tiempos mejores a principios de la década pasada con films como "Freedom" (2000), la película trata de ser un fresco sobre la Lituania de posguerra en los primeros años de ocupación soviética.

Conviven dos películas dentro de "In the dusk". La primera es un drama costumbrista con ritmos y cadencias típicos del cine de Europa del este, es decir, como si hubieran impregnado la cinta en valium. Tenemos una granja y sus habitantes, personajes relativamente bien definidos con apenas unas pocas pinceladas y escasas frases: el granjero de moral relajada, su temible mujer profundamente resentida hacia todo ser vivo en general y hacia su marido en particular, el hijo adoptivo y los trabajadores de la granja. Esta es la mejor parte del film, pero tristemente los personajes y conflictos interpersonales que plantea no están satisfactoriamente desarrollados y Bartas los abandona a medio cocer en el ecuador de la historia.

Hay una segunda película dentro de "In the dusk" que concierne a la resistencia contra la ocupación soviética, los partisanos que viven ocultos en los bosques. Esta película está aún peor planteada y desarrollada, con personajes introducidos demasiado tarde y desconectados, sin quedar claro hasta el final cuál es su función en la trama ni por qué demonios los soviéticos tienen tanto empeño en eliminarlos si no hacen NADA, solamente mirar al infinito con expresión sufrida o matarse entre ellos.

El nexo entre ambos mundos y teórico protagonista es un adolescente, hijo adoptivo del granjero y colaborador de la resistencia, aunque más que protagonista es un sujeto pasivo que se limita a pasar por allí y ser testigo de cosas. Cosas sórdidas y soviéticas que suceden a su alrededor mientras él mira con ojos de tortuguita inexpresiva.

Toda esta sordidez ocurre a un ritmo perezoso, ensimismado y aparentemente poco interesado en conectar con el espectador, que desde el minuto 45 está mirando la puerta de salida del Kursaal con ojitos anhelantes y vidriosos, ciertamente más expresivos que los del protagonista, como pensando "Yo podría estar ahora en mi cama en lugar de viendo a esta gente gris languidecer en un bosque".

Que la proyección fuera a las 8:30 de la mañana tampoco ayudaba.

El film posee buena factura, con algunas imágenes de gran belleza pictórica, pero le falta nervio y foco narrativo. Captamos más o menos un mensaje: que el conflicto solo trae perdedores, que la miseria no entiende de bandos, que a río revuelto ganancia de pescadores y que la desunión del pueblo lituano facilitó la ocupación soviética; pero hay una imposibilidad de empatizar con lo que está pasando en pantalla que le pesa a la película (y por extensión al pobre espectador) como una losa.

driveincine.blogspot.com
JRB
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2 de octubre de 2020
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El nuevo trabajo del cineasta lituano Šarūnas Bartas, uno de
los directores europeos cuya filmografía tiene sello propio, es una película filmada principalmente durante la noche (de ahí el título del proyecto), en una trama que se desarrolla durante la II Guerra Mundial en Lituania, con el país que estaba siendo sometido al régimen ruso de Stalin, y en ese escenario bélico surgen un grupo de luchadores lituanos que están dispuestos a todo para conseguir derrotar a los opresores.
La película formó parte de la sección oficial de la pasada edición del festival de cine de San Sebastián, y viene avalada con el sello Cannes de haber sido seleccionado por este festival para formar parte de su programación.

La propuesta tiene todos los elementos característicos del cine de director, por lo tanto no es fácil de recomendar ni es apto para todo tipo de público, ya que sus historias dramáticas se desarrollan a un ritmo pausado, hay pocas escenas de acción y los personajes están enfocados de cerca para generar mayor sensación de opresión. Una película intimista, de más de dos horas (quizás se podía haber reducido algo el metraje), que va creciendo con el paso de los minutos hasta llegar a esa parte final en donde tienen lugar las pocas escenas de tiroteos y acción, teniendo en cuenta que lo que sucede se va cociendo a fuego lento.
Entre los aspectos positivos destaco la dirección de Bartas, la fotografía de Eitvydas Doskus, en donde se emplea la luz natural de las velas o los primeros rayos de sol, regalándonos unas bellas estampas visuales.

A nivel interpretativo destaca por encima del resto el joven Marius Povilas Elijas Martynenko, que interpreta a Unte, el protagonista de esta historia, que lleva el peso de la historia y transmite mucho con sus gestos y miradas en unas escenas dramáticas de gran dureza. Una trama que funciona sin necesidad de muchos diálogos ni de complicarla con giros sorprendentes, sino que juega con la naturalidad y credibilidad en el movimiento y las reacciones de los personajes, y al mismo tiempo nos permite conocer una parte de la historia, que tuvo lugar durante esos años convulsos y trágicos en Europa, en unas masacres poco conocidas, y que el cineasta quiere dar a conocer para visibilizar lo que tuvieron que sufrir sus antepasados.
Una película que no es fácil de recomendar, pero que gustará a los aficionados al cine independiente europeo, en especial al producido en los países de la extinta URSS.

LO MEJOR: La fotografía. La dirección.
LO PEOR: Se podía haber recortado algo el metraje, sobre todo en los minutos iniciales.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
WILLY74
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3 de octubre de 2020
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Fallido film de Sarünas Bartas, que tiene algún feliz trabajo anterior pero que en esta ocasión yerra el tiro.
Ocurre que tiene, por así decirlo, dos partes diferenciadas, la primera, la costumbrista o la vida y presentación de los diveross personajes de los habitantes del bosque, tiene elementos interesantes. La idiosincrasia de la familia principal y su interrelación con el resto... está bien presentada.
La segunda, aquella en la que aparece el grupo de partisanos, hace pensar al incauto espectador, que subirá el tono y el algo más que lento ritmo del film, pero no ocurre así.
Tiene una buena fotografía y poco más, siendo un ejercicio más bien plúmbeo, que acaba aburriendo por no trascender. Y es una pena por cuanto podría haber estado bastante mejor, pero Bartas elige un camino alejado del entretenimiento, eligiendo la contención tonal y creando con ello el tedio.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
Baraka1958
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