Roger Waters the Wall

Dice Liam Nesson al presentar la película que cuando era joven vio a Pink Floyd tocar en directo "The Wall" y que tantos años después asistió al concierto de Roger Waters que es la base de este film. Asegura que "The Wall" le impactó y le sigue impactando. Lo mismo me ha sucedido a mí viendo esta película. Me conozco la música de "The Wall" casi de memoria, pues por algo Pink Floyd es mi grupo favorito, vi la película de Alan Parker y creía que iba a asistir a un "deja vu" o a una simple filmación de un concierto por muy bueno que fuese.
Mi impresión ha sido enorme. No sólo la narración cinematográfica de un concierto brillantísimo es igualmente brillantísima sino que, además, el film rinde tributo a la memoria del abuelo y del padre de Roger Waters. El abuelo murió en la I guerra mundial y el padre en la II guerra mundial cuando Waters tenía sólo 2 años. Sabido es que este hecho marcó la vida del músico y fue la inspiración de dos álbumes de Pink Floyd, el propio " The Wall" y "The Final Cut".
La película alterna la filmación del concierto con la visita de Waters a las tumbas de sus antepasados, tanto en Inglaterra como en Italia, con imágenes y escenas plenas de emoción y belleza.
La filmación del concierto es portentosa, combinando planos generales y primeros planos de los músicos y del público, captando la espectacularidad y simbolismo del mismo, y la total entrega de Waters con 70 años a sus espaldas.
The Wall desde que fue editado allá por 1980 ha sido siempre un símbolo contra el totalitarismo, contra la guerra y contra el fanatismo. Este simbolismo se plasma estremecedoramente en el concierto, impregna y conmueve tanto al público del concierto como al espectador de la película. Pero "The Wall" también tiene otro significado, lúcidamente expresado por Nesson al principio del film: " Cada día de mi vida quiero quitar otro ladrillo de mi muro"

“The Wall” es una obra culminante y asombrosa en la carrera de Pink Floyd y en ese género maravilloso que es el Rock. Aquí Roger Waters la reinventa y nos la trasmite de una forma muy personal (que ya de por sí es muy íntima)que nos va conduciendo por todo el contexto que lo llevó a la necesidad de crear una obra donde explorara todos sus demonios y abriera sus sentimientos más íntimos consecuencia de la guerra y la muerte de su padre.

Visualmente es un gran espectáculo, es una obra teatral del Rock de principio a fin. Hay que tener en cuenta que “The Wall” se estreno en 1979 y desde entonces y en intelapsos se ha estado escenificando por parte de Pink Floyd y después por Waters ya como solista, esto me lleva a una reflexión acerca de cómo las obras maestras no tienen tiempo; el mensaje que plantea este disco es atemporal y es una clara muestra de que el ser humano debe entender que la guerra no tiene ningún significado, a excepto del de traumatizar gentes, pérdida de padres, hermanos, hijos, esposos, etc… por eso y por muchas cosas más esta obra de Roger Waters no pierde vigencia.
Tiene momentos muy conmovedores, más allá de la buena música y del espectáculo deslumbrante, el concierto – documental es muy emotivo, nos sumerge totalmente en la visión de Roger y de cómo con el paso del tiempo ha podido derribar sus muros, por muy dolorosos que sean estos.

Para todos aquellos fans de la obra de Pink Floyd este es un documento imprescindible, creo que es mejor que la película y el “Live in Berlín” en todos los aspectos. Si bien la película es todo un viaje y el concierto de Berlín es un documento histórico, éste “The Wall 2014” me parece mejor tanto en concepto como en puesta en escena, sin requerir muchas cosas tiene lo bastante como para hacerlo espectacular, emocional y único, tal y como era la idea original del disco en 1979.
Los músicos están espectaculares, muy fieles a las grabaciones originales, la voz de Roger está asombrosamente bien conservada, como si el tiempo no le pasara.
Las imágenes y los paisajes que rodean a Waters en sus viajes son sencillamente exquisitos en la pantalla grande.

Le pongo un 10, puesto que el género "concierto - documental" no puede estar mejor empleado que aquí.

Corría el año 1979 cuando la banda británica Pink Floyd lanzó su álbum "The Wall", uno de los dos discos más reconocidos de la banda junto a "The Dark Side of the Moon" en 1973.

A diferencia de otros trabajos de Pink Floyd, "The Wall" fue escrito y compuesto íntegramente por Roger Waters, uno de los miembros del grupo, algo a tener muy en cuenta para el devenir de los hechos futuros de la banda, ya que después de la disolución de esta, Roger Waters y el resto de los miembros originales que aún vivían, (David Gilmour, Nick Mason, Richard Wright) se disputaron los derechos de la banda y su obra.

Al final, después de muchos litigios, se consideró que los derechos de "The Wall" pertenecían a Roger Waters, por lo que se llevó la exclusividad de poder hacer lo que quisiera con ellos, lo que hace que a día de hoy los miembros restantes de la banda Pink Floyd no puedan tocar las canciones de "The Wall".

Y aquí viene la grabación del concierto que nos trae esta crítica, después de haber tenido una grabación en 1990 del directo de "The Wall" en Berlín, Roger decidió hacer una nueva 20 años después utilizando mejores técnicas audiovisuales.

El concierto, con momentos entre canciones en los que hay entrevistas, es el disco de "The Wall" de principio a fin, sin ningún otro tema de discos distintos, llevando una vistosa escenografía en la que el escenario se va llenando de ladrillos mientras avanzan los temas, ladrillos que son pantallas independientes que uniéndose entre sí van proyectando imágenes que acompañan la temática de las canciones hasta quedar el escenario completamente amurallado, haciendo una metáfora del nombre del disco.

Para todo aquel que haya escuchado Pink Floyd, este concierto es indispensable, porque elevará la experiencia de escuchar el disco a otros niveles y porque es sin duda el mejor espectáculo de su música capturado en vivo.

Para aquellos que lograron verlo en directo en la gira, será un recuerdo para que la mente nunca olvide aquel espectacular show que un día tuvieron la suerte de vivir.

Pero si nunca te has acercado a la música de Pink Floyd, puede que te cueste entrar en la atmósfera del concierto, dado que aunque visualmente es muy atractivo, su música requiere de algo más que el sentido de la vista y el oído para disfrutarla.

Recomiendo como escucha obligada a todos aquellos que no se hayan acercado todavía a Pink Floyd, el descubrimiento en una noche tranquila, de "The Dark Side of the Moon" y "The Wall", como discos imprescindibles que deben escucharse alguna vez en la vida, y luego, si la experiencia ha sido grata, disponerse a entrar en una dimensión más visual al ver este espectáculo.

Tuve la suerte de ver este show en directo, concretamente en 2010 en Montjuic, Barcelona, y después de haberme pasado buena parte de mi vida yendo a conciertos y festivales, siempre que tengo que decir cual fue el mejor al que he ido, acabo poniendo a este por encima de los demás.

El espectáculo debe continuar.

Partiendo de la base de un concierto (espectacular, todo hay que decirlo) de Roger Waters, recreando el dísco mítico de "The Wall" de su grupo Pink Floyd, se va narrando la historia de los muros que detienen a Roger para poder avanzar en libertad en su vida.

El concierto sirve de apoyo para ser parte de la historia, el contenido del mismo es un apoyo para hacer que la historia y el concierto sean un film único con una historia que contar y la historia de Roger enfrentándose a sus miedos pasados, además de reencontrarse con la historia de su padre y su abuelo, nos ayudan a comprender un ente único que nos desvela la filosofía de las canciones de Pink Floyd

Temas como: el no a la guerra, los miedos que conforman un muro que te impide avanzar, el amor, los sueños,... son los que conforman su universo, pero a su vez nos ayudan a ver la realidad de nuestra actualidad.

Por mi parte, uno de los documentales musicales más sinceros que yo he visto.

Si queréis saber el final de la película, solo tenéis que ver el "Spoiler"

…no puedo dejar pasar la oportunidad de comentar “algo” sobre este concierto:
Dolby Atmos y PCM 2.0, calidad de imagen excelente y unos extras cortos pero interesantes.

…con estos datos debería llegar para los amantes de “The Wall” pero hay que añadir que no se trata de un concierto al estilo tradicional, es una especie de mezcla de documental y música en directo que en un principio me daba un poco de miedo, pero después del visionado todos mis temores se esfumaron ¡!! Estamos ante UN CONCIERTO/ ESPECTÁCULO (con mayúsculas) que estremece desde el minuto uno y que en ningún momento, los cortes del directo para irse unos minutos al documental, hacen que pierdas el hilo, al contrario, tiene una “continuidad” dada la magnífica fotografía y el fantástico montaje que hacen de este concierto una experiencia inolvidable ¡!!

…se que no soy muy objetivo o imparcial, no solo me encantan los conciertos (los que me conocen lo saben) y “The Wall” en concreto es un álbum-conceptual que siempre me lleva mucho más allá de la música, las imágenes y el “mensaje” altamente pacifista siempre despiertan en mi al melómano empedernido ¡!!

Estamos ante una pequeña joya “obligada” para los amantes de la buena música en general.

…solo espero que esta reseña les anime a que compartan esta experiencia audio-visual.

"Another Brick in the Wall"