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Al morir la matinée

Terror Es una noche tormentosa en Montevideo en 1993. Un cine con cierto aire decadente está abierto. Allí se exhibe una película de terror italiana titulada La muerte jamás vista, que atrae la atención de unos pocos asistentes. La sala no cuenta con su proyeccionista habitual, reemplazado por su hija. En esa tardía función, aparecerá un sombrío personaje con la intención de asesinar a todos los espectadores. (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
14 de mayo de 2021
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como decía el filósofo griego “todo fluye, nada permanece”. En la ópera prima de Maximiliano Contenti se homenajea a esas inmensas salas de cine que más tarde se reconvirtieron en multicines y, en su ocaso, se convierten en tiendas de ropa o supermercados. Las puertas del cine Ópera se abren para nosotros, los espectadores.

Noche lluviosa en Montevideo, durante los años 90. A la sesión de esta película de terror acuden un variopinto grupo de espectadores, y entre ellos hay un asesino que convertirá estas horas en un auténtico infierno.

Hay que quitarse el sombrero ante el director Maximiliano Contenti al sacar un proyecto como Al Morir la Matineé en un país tan poco dado al género como Uruguay, aparte de eso descubrir algo que ya es sabido: el buen hacer no depende de la nacionalidad sino de las ganas de hacerlo bien o no. Todo esto viene porque la película es un slasher con aroma clásico, pero también se beneficia de la otra inspiración de Contenti y su guionista Manuel Facal: el giallo y el cine de terror italiano entre los setenta y ochenta. Los colores de Al Morir… son saturados, pero repletos de sabor clásico, con esos cortinajes rojos que impiden el paso de la luz y acallan los gritos de los asesinatos.

Tal vez Al Morir La Matineé se toma demasiado tiempo para establecer el lugar, los personajes y la situación, incluso hay momentos en que su ritmo se vuelve repetitivo debido a que salta de un personaje a otro solo para que no les olvidemos; pero es innegable el amor por el cine de Contenti, quien llena la platea de todas las generaciones existentes de espectadores: el niño que se cuela en el cine para ver su primera película de terror, los adolescentes que entran a perder el tiempo, el primer beso adolescente, el primer contacto sexual y –este soy yo – el tipo que entra al cine a ver “realmente” la película y gruñe por los ruidos, móviles y conversaciones.

Aunque el ritmo ya dije que era pausado, debemos reconocer que el último tercio es un non stop action que se ve beneficiado por los colores de la fotografía de Benjamín Silva – atención al plano del asesino entrando en la sala donde estarán sus víctimas – y unos efectos especiales prácticos del argentino Christian Gruaz que dejan sin habla porque resultan tan físicos como dolorosos y retrotraen al espectador a esos slasher ochenteros con efectos especiales de Tom Savini. Atención a los guiños a clásicos que algunos asesinatos esconden, todo un quiz.

El aspecto interpretativo es correcto, ninguno destaca por arriba o abajo, pero destacaremos Luciana Grasso y Julieta Spinelli, dos heroínas contra el asesino Ricardo Islas, cuya indumentaria ya indica que mejor no cruzarse con este tipo, y al que la película rinde homenaje ya que se trata del primer director de género de terror uruguayo.

Cierto, Al Morir la Matineé no ganará el premio de la originalidad, y a veces da muchas vueltas para entrar en materia, pero, a cambio, triunfa en algo muy complicado: aunar el slasher con la nostalgia sentimental de varias generaciones de espectadores.

https://www.terrorweekend.com/2021/05/al-morir-la-matinee-review.html
TerrorWeekend
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4 de diciembre de 2020
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La acción transcurre en 1993 (década de la película Scream). Noche lluviosa en el Cine Ópera de Montevideo. Unos pocos espectadores ingresan a la gran sala de cine para ver una película de Frankenstein en la función nocturna, mientras la proyección de la película queda a cargo de la joven hija del proyectorista. Pero en la sala hay una psicópata que los irá asesinando...

Al morir la matiné es un film-homenaje al giallo italiano y su sucesor el slasher. En lo personal, confieso que nunca ninguno de los dos (en especial el segundo) me convencieron como cine de "terror". El slasher repite la fórmula de un asesino en serie con objeto punzante y asesinatos truculentos (con mucho gore), con víctimas generalmente jóvenes y en algún trámite sexual o drogón, una "final girl", heroína que enfrenta al monstruo y una dosis de autoconsciencia compartida por sus espectadores . Pero su principal problema para mí es el escaso desarrollo psicológico de todos su personajes (incluido el asesino). Si bien toda película de género se atiene a ciertas reglas, en éste en particular, todo se (me) torna muy previsible.

La película del uruguayo Maximiliano Contenti tiene algunos aciertos y ciertas limitaciones que en este género uno no sabe si atribuirlas al género o a la impericia (por ejemplo, las actuaciones).

En todo momento funciona cierto paralelismo entre la película que se proyecta y lo que va ocurriendo en la sala. Luego de una primera parte un tanto rutinaria y estática, cuando la acción se concentra en un grupo de personajes, la empatía funciona mejor y el interés por la trama se consolida, interés reforzado por la creciente truculencia de las escenas y un asesino que cobra más entidad. Algunas tomas son muy logradas (con homenajes al rojo del giallo) y merecen especial mención los asesinatos, con un gore muy analógico y real.

En definitiva, una película que seguramente disfrutarán los amantes del género y con efectivas dosis de gore.

Compitió en el Festival de Mar del Plata y se emitió por cinearplay.
Daniel B
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7 de mayo de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al morir la matinée (2020), coproducción rioplatense dirigida por el uruguayo Maximiliano Contenti, es una película de terror, un slasher, con algún guiño cómico y mucho de homenaje a un género que para 1993, cuando está ambientado el film, empezaba a desaparecer.

Por Nicolás Bianchi

En una tarde lluviosa de Montevideo que comienza a convertirse en noche un grupo de jóvenes se refugia en un cine para ver una película de terror. El primer homenaje de Al morir la matinée es al cine como espacio físico, amplio, con anchas escaleras y alfombras mullidas en los pasillos. En la sala con platea, más grande que el promedio de las actuales, sobran butacas para los pocos espectadores que asisten a la última función del día.

La película es todavía una cinta de fílmico que un operario, desde su sala, debe proyectar. Ese día la joven Ana (Luciana Grasso), la protagonista, remplaza a su padre. Una vez que empieza el film solo quedan en el cine un puñado de espectadores y un asesino en serie, que viste un piloto con capucha que oculta su rostro. No es el único, sin embargo, que fue al cine sin intención de ver la película.

No hay un gran desarrollo de los personajes en Al morir la matinée, sino apenas algunas marcas para que puedan diferenciarse. Dentro de la sala quedan dos hombres mayores, uno de los cuales se va enojado ni bien empieza la película, y otro que simplemente está ahí. Con el segundo se tropieza Ángela (Julieta Spinelli) una adolescente que fue con dos amigos y estuvo bebiendo de una petaca antes de entrar.

De los amigos de Ángela uno luce como un nerd y otro es más bien un galancito que intenta seducir a una chica que conoció en el colectivo y también está en el cine, en un principio sola. Unos asientos más abajo se encuentra Tomás, un niño que se coló en la función y que, algo asustado, observa el film que por su edad no debería ver. Queda otra pareja, compuesta por una chica muy sensual y un varón algo tímido. Además está el acomodador, un joven que intenta establecer sin éxito algún tipo de contacto con Ana en la sala de proyección pero ella necesita concentrarse para poder estudiar porque pronto debe rendir un examen.

La película retoma el camino clásico de los slasher, aquellos relatos en los que hay un grupo de jóvenes a merced de un asesino con un arma filosa, con cierta rigurosidad. El sexo y el consumo de cualquier sustancia son castigados. Del grupo de personajes habrá unos pocos sobrevivientes que serán los que deberán finalmente enfrentar al monstruo. Antes hay unos cuantos litros de sangre desparramados por la pantalla, amén de otros fluidos.

Desde el punto de vista estético la película recupera la iluminación con colores recargados de los giallos, aquel género de suspenso y terror italiano, del que Contenti también utiliza la musicalización con sintetizador y un sonido progresivo. Las pequeñas dosis de humor son las que podría haber habido para 1993, antes de que la saga de Scream relance de manera humorística al género. Pero ni el terror ni la comedia describen el corazón de Al morir la matinée, que es sobre todo un ejercicio de nostalgia. De una época, de un lugar y de un deseo, el de ver, como el niño Tomas, con las manos sobre los ojos para disimular el miedo, cómo acuchillan a alguien en pantalla y todo se tiñe de un rojo cargado y brilloso.
El Golo Cine
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14 de marzo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de terror uruguaya que está dirigida por el responsable de títulos como Neptunia (2017), y que está protagonizada por Luciana Grasso (Las Noches Son de los Monstruos, 2021), y el director Ricardo Islas (Crowley, 1986).

Es una noche tormentosa en Montevideo en 1993. Un cine con cierto aire decadente está abierto. Allí se exhibe una película de terror italiana titulada La muerte jamás vista, que atrae la atención de unos pocos asistentes. La sala no cuenta con su proyeccionista habitual, reemplazado por su hija. En esa tardía función, aparecerá un sombrío personaje con la intención de asesinar a todos los espectadores.(FilmAffinity)

Esta pequeña propuesta uruguaya combina el slasher, con unos personajes que todo aquel con cierto bagaje en el subgénero reconocerá facilmente, y el giallo, sobretodo patente en una parte estética muy lograda y en un asesino al que no se le llega a ver la cara hasta su parte final. Las actuaciones no llegan a sobresalir aunque están correctas en todos los sentidos, y el guión puede ser que peque de poco original, no obstante, la película ofrece un entretenimiento constante apoyado por unos efectos prácticos notables, patentes en las escenas más sangrientas, las cuales resultan lo mejor del film.

Al Morir la Matinée es una propuesta que aunque puede pecar de poco original, ofrece al espectador un slasher con visión de giallo, con unas muertes destacables en muchos casos, que harán que sus asequibles 88 minutos pasen volando.

Nota personal 7/10
ElChicoDeLosHorrores
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22 de noviembre de 2020
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una muy notable coproducción de Uruguay-Argentina, en la que es una carta de amor al cine del género, con varios homenajes, violencia más que efectiva (con varios efectos prácticos bien conseguidos) y con un ambiente tenebroso que te mete de lleno en ella.

Nota: 8/10
Verde, Pulgar Arriba.
Mauricio Bravo
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