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Una lección criminal

Thriller Masaya Kakei vive agónicamente una vida universitaria que está lejos de ser ideal. Un día recibe una carta de Yamato Haimura, un vicioso criminal que ha asesinado a muchos jóvenes y ha sido condenado a muerte en nueve de sus casos. "Quiero que pruebes que hay otros culpables en un caso". Masaya comienza a investigar por su cuenta la verdad del incidente.
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
10 de febrero de 2023
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Premisa original y prometedora que se queda en eso, una mera intención, pues los giros resultan insustanciales y algo previsibles.
La trama se estira como un chicle para llegar a un final que pone en entredicho todo lo anterior. No se profundiza en la motivación del asesino (ok, sí, muchos - todos? - psicópatas matan y torturan por placer, pero este cómo ha llegado hasta aquí?)
Se salva la fotografía, la interpretación del protagonista y la relación del mismo con el "joven detective" que recuerda al binomio Hannibal Lecter-Clarice.

Lo peor: el ritmo, a ratos roza el tedio.

Lo mejor: el shiba
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rachelhaze
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de marzo de 2024
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‘’Una lección criminal’’ es una de esas cintas que te dejan un mal cuerpo terrible durante y después de su visionado. El director japonés Kazuya Shiraishi no escatima ni por un solo segundo la proyección de escenas realmente desagradables y violentas en las que el despiadado asesino protagonista disfruta torturando a jóvenes estudiantes que previamente había secuestrado tras entablar una relación con ellos y ganarse su confianza.


¿Por qué entonces recomendaría esta cinta a todo el mundo?. La respuesta es sencilla y es que el guion de Ryô Takada que adapta una novela del escritor Ryû Kushiki nos ofrece el retrato perfecto de un psicópata mostrado como pocas veces se ha hecho en el mundo del cine. El protagonista Yamato Haimura tiene una doble vida. Delante de la gente se comporta como un trabajador atento y amable que regenta una panadería y tiene un buen corazón. Sus clientes le cogen cariño rápidamente y se muestra muy amable y servicial con todos los que le rodean. Es el tipo de persona que te prestaría especial atención cuando estás pasando por un momento de debilidad y vulnerabilidad ofreciéndote su apoyo y atención, ya que sabe leer perfectamente las emociones de las personas. Por ese mismo motivo, también sabe cómo manipular a los más frágiles y vulnerables ofreciéndose como un pilar de apoyo en el que pueden apoyarse siempre que lo necesiten. Es el tipo de persona que siempre saluda sonriente por la calle a sus vecinos y del que nunca desconfiarías. Ese del que sus vecinos no podrían creer su lado oscuro cuando vieran las salvajadas y atrocidades que llevaba a cabo en las noticias. Sin embargo, cuando casi nadie lo observa Yamato saca a relucir su verdadera personalidad. La de una bestia despiadada y sedienta de sangre que solo disfruta con el sadismo y el sufrimiento ajeno y que tiene como afición conservar algo de sus víctimas para recordar sus crímenes (en este caso les arranca las uñas).


Dicho esto, la relación que se establece entre el universitario Masaya Kakei y el asesino al que este conoció cuando era un estudiante y frecuentaba su panadería es realmente escalofriante al revelarnos el grado de manipulación al que Yamato somete a todos los que le rodean para lograr sus objetivos. Desde que ambos personajes se reencuentran en la cárcel, dudarás de todo tanto como Masaya que incluso en algunos momentos llega a pensar que Yamato no cometió su último crimen y que incluso puede llegar a ser su padre. El tipo es tan convincente que hasta hace dudar a los espectadores después de ver la crueldad y la violencia de sus 23 crímenes.


La cinta de Kazuya Shiraishi combina muy bien las imágenes violentas con otras de gran belleza visual, dejándonos claro lo terrible y bello que puede llegar a ser el mundo en que vivimos. Mención especial para la primera escena donde vemos al asesino vestido de negro como si acabara de asistir a un funeral muy conmovido arrojando algo que parecen pétalos de rosa al rio (atentos a esos ‘’pétalos’’). Cuando la cinta llega a su fin, descubrirás que no era una escena tan bella como parecía.


Posdata: El actor Sadao Abe realiza un gran trabajo al interpretar al asesino que llega a resultar escalofriante y terrorífico en muchos momentos. No podrás olvidar durante mucho tiempo esos ojos que incluso sin decir una palabra, tienen su propio lenguaje en el que solo imperan la violencia, la manipulación y la crueldad. Esos ojos podrían volver loco a cualquiera.
Nadja
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de febrero de 2023
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una cinematografía visualmente perfecta

Pocas veces se ven películas con este nivel de detallismo, perfección y mimo. Una lección criminal es un largometraje medido a centímetro; cada plano, cada secuencia y cada reflejo de los protagonistas nos adentra a esta espeluznante y honesta historia sobre el mal. Kazuya Shiraishi ha sabido captar la esencia más pura del thriller y combinarla con la belleza visual tan característica del cine japonés.

Los ángulos de la cámara están expresamente pensados para adentrarnos de pleno en el punto de vista de cada personaje, las localizaciones y decorados son muy sutiles, mostrando lo justo y necesario, dejando que nos perdamos en la historia y la actuación. La utilización del color y las texturas tan característicos de la cinematografía japonesa se entrelazan a la perfección en cada escena con una visión más fría y occidental.

Podría meterme más en detalle sobre la producción de esta película, porque así lo merece, pero daría para tres artículos. El equipo de sonido ha hecho un maravilloso trabajo con cada ruido, silencio y detalle, envolviéndote de esa sensación de incerteza, miedo y melancolía que acompaña durante toda la película. Un thriller sin demasiada acción o movimiento, captando la parte psicológica del género a la perfección. Kazuya Shiraishi consigue enredarte la cabeza solamente con su poesía visual.

*Un guion sincero y cruel

Una lección criminal nos muestra la cruel realidad de una parte de la humanidad de manera directa y honesta. La historia nos deja ver el día a día y la vida de un asesino en serie cuyo placer proviene de torturar y finalmente matar a sus víctimas de manera discreta y a su ritmo. Escenas de tortura bastante explícitas, violencia poco censurada y un villano con perfectos dotes de conversación que pone los pelos de punta cada vez que te dejas llevar por su personalidad aparentemente encantadora.

El protagonista, Masaya, un joven universitario solitario y melancólico con problemas familiares decide seguir un camino por el que cuesta diferenciar la verdad, un camino por el que descubre aspectos de si mismo que no conocía y que lo llevan al borde de la locura, rozando las garras del mal a cada paso que da. Y es que, cuando un asesino en serie pide que le ayudes a demostrar su inocencia, debes mantener la lógica muy cerca para que la manipulación no te engañe.

Siguiendo un ritmo muy estable durante toda la película, Una lección criminal va enredando y desenredando un hilo que parece no tener fin. Las pistas que sigue el protagonista parecen resolverse con facilidad, pero sin darse cuenta está construyendo una bola todavía más enredada que la primera. Es como si descubrir una verdad, destapase tres incógnitas nuevas. Es un thriller psicológico en toda regla que te mantiene alerta y centrado.

*Un retrato de la maldad humana

Una lección criminal construye de manera muy fluida y ágil una enredada relación entre ambos protagonistas, unos personajes con una relación que recuerda a la de Hannibal Lecter y Clarice en El Silencio de los Corderos. Nos muestra con maestría lo frágil que puede llegar a ser un corazón herido en busca de calor y lo fácil que se puede manipular la mente humana.

El porqué de algunas acciones, las incógnitas tras la psicología humana y el miedo a ser como los demás dan vueltas por nuestra cabeza mientras intentamos descubrir quién miente y quién dice la verdad en este largometraje. Sadao Abe, el veterano actor japonés, nos dibuja a un psicópata manipulador que se encuentra en el corredor de la muerte, jugando en todo momento con el engaño y la lógica de un ser humano sin compasión. Por otro lado, el joven actor Kenshi Okada nos deleita con un protagonista de acciones y pensamientos ambiguos, muy impredecible y que sabe mantener la incertidumbre hasta el mismísimo final.

¿Cómo nace un monstruo? La psicología detrás de los criminales o asesinos psicópatas es un recurso muy utilizado y visto en el cine y siempre hay que saber darle un cambio de rosca para llegar a sorprender al espectador. Curiosamente, en Una lección criminal el antagonista no muestra rasgos especiales dentro de lo que a asesinos en serie se refiere y, aun así, consiguen que su papel destaque y enganche desde el minuto uno.

*Conclusión

Un thriller psicológico visualmente maravilloso con un guion honesto y cruel. Una lección criminal es puro cine, desde la producción hasta la actuación con una historia que dibuja la crueldad humana a la perfección. Un thriller que sin ser sorprendente consigue engancharte desde el primer segundo gracias a la exquisitez de sus planos y la violencia explícita de sus escenas. Una historia sobre la maldad humana con una gran belleza audiovisual.

Escrito por Gemma Rubio Massó
Cinemagavia
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