Narcosantos (Serie de TV)

Luego de ver la series de Narcos (Colombia y Méjico) de Netflix y Fariña (Narcos en Galicia) uno esperaría que Suriman mantuviera mas menos la misma línea, es decir, que nos identificáramos con los "malos", narcotraficantes. Nada mas alejado, acá tenemos otra perspectiva para contar la historia que nos va atrapando a cada momento.
Si bien las serie se desarrolla de forma apresurada sin dejar mucho al suspenso, cosas que si tenían las entregas de Narcos de la cadena streaming ya mencionada, podemos disfrutar de cada capitulo que esta impecablemente dirigido y con unas actuaciones -como ya nos tienen acostumbrado los coreanos- impecables. Los personajes están bien definidos, son carismáticos y queribles/odiables.
Si les gustan las series provenientes del país de Kia Motors y lo relacionado con el narcotráfico latinoamericano, se las recomiendo 100%

Hay que reconocer la originalidad y la variedad de las series surcoreanas, a pesar de algunos tics característicos, cómo por ejemplo la sobreactucíon y algunos comportamientos inexplicables. En esta historia que nos ocupa, las desventuras de un hombre de negocios, siempre al borde de la ruina, que pese a trabajar día y noche, no acaba de salir de una precaria situación económica.Está muy bien rodada en sus diferentes localizaciones, con su intriga, buenos golpes de efecto y suspense , el personaje del predicador narcotraficante es genial, con su caradura, su cinismo y imprevisibilidad, o el agente del gobierno, haciendo de narcotraficante garrulo, mal educado y pendenciero, eso sin olvidarnos de los pandilleros chinos, o los corruptos habitantes de Surinam. A pesar de sus largos capitulos se ve de un tirón y es muy entretenida. Resumiendo, me llama bastante la atención, la mentalidad tan neoliberal de la sociedad surcoreana, que tan bien reflejan en sus películas y series, lo importante es el dinero y el éxito a cualquier precio por lo visto, por lo demás, una serie bastante buena, la verdad.

*Producción muy alejada del típico Kdrama

En los últimos seis años, las series coreanas conocidas como “Kdramas” (dramas coreanos) se han convertido en un fenómeno mundial. No hay más que ver la cartelera tan extensa que ofrece Netflix para poder disfrutar del cine surcoreano. Y es que, en Corea del Sur, la industria del entretenimiento lleva años cuidándose y manteniéndose, siendo muy valorada en el país. Eso ha permitido a las productoras coreanas crecer y expandir su mercado con historias de calidad y puro entretenimiento. Todavía más desde que apareció Netflix.

Pero el modelo de Kdrama que más ha vendido hasta ahora, se está viendo las caras con las producciones más enfocadas al mercado occidental, aunque sin perder su esencia. Narcosantos es un gran ejemplo de ello. Series como Sweet Home o El Juego del Calamar empezaron a abrir las puertas a esa dirección cinematográfica mainstream de la que ahora Narcosantos ha podido beneficiarse.

Un hecho real contado con maestría y con una dirección de fotografía perfectamente lograda. Desde la ambientación, los decorados, el trabajo de cámara hasta incluso el montaje de la cabecera, deslumbran trabajo y enfoque en un proyecto que, aunque corto, ha resultada una maravilla dentro del género de acción y suspense.

*Un reparto de sobresalientes

La serie cuenta con una notable lista de actores coreanos. Pero no acaba aquí, Narcosantos reúne a actores y actrices de distintas nacionalidades logrando un reparto mixto sin perder la esencia y las características de cada país. Consiguen entreverar todos los idiomas con fluidez y soltura. Pasando del coreano al inglés o del inglés al chino, al portugués e incluso al español, los diálogos permanecen fieles a la personalidad y las apariencias de los protagonistas. La serie nos regala unas interpretaciones de sobresaliente, pero cabe destacar algunos papeles.

Por parte del reparto coreano, tenemos a Ha Jung-woo, el veterano actor, productor y director que encarna a Kang In Gu, el protagonista de esta historia verídica. In Gu es un empresario arruinado que se esfuerza por mantener a su familia a flote mientras intenta alejarse de ese pasado de pobreza que lleva persiguiéndole toda su vida. Ha Jung-woo consigue adentrarnos al inesperado mundo de los narcotraficantes con empatía y encanto. La lucha y la astucia por la supervivencia son dos de los rasgos clave que el actor interpreta con total facilidad.

También desde Corea, el veterano actor de películas como Ode to my Father o The Wailing. Hwang Jung-min interpreta al Pastor Jeon, un delirante y muy buscado narcotraficante de cocaína en el pequeño país de Surinam, convirtiéndose en el villano perfecto de Narcosantos. A su lado, un excepcional Jo Woo-jin, actor de renombre que en esta ocasión interpreta a Byeon Ki Tae, un pandillero chinocoreano bajo las órdenes del Pastor que consigue robar toda tu atención según avanza la trama. Y, por último, encabezando el reparto de actores chinos está Chang Chen, el actor taiwanés que nos regala al sádico y alocado jefe de la mafia china Chen Zhen.

*Un trabajo de guion impecable

Hay bastantes puntos que hacen del guion de Narcosantos una delicia. Vamos allá. El suspense y la tensión caminan de la mano, con un crescendo asfixiante que nos lleva hasta el clímax de la serie. Eso hace que el protagonista esté en constante amenaza por ambas mafias, la coreana y la china. En todo momento la trama avanza sin descanso, sin pausas excesivas ni escenas de relleno. La serie tiene unos giros de trama muy bien ejecutados y calculados, como si de los engranajes de un reloj se tratara, la historia empieza y acaba juntando todas las piezas y usando todos los elementos presentados de antemano.

Los personajes de la serie son muy perspicaces, todos saben muy bien lo que quieren y cómo deben conseguirlo. Son personajes inteligentes y, sobre todo, muy activos. Tanto las nuevas ideas como los nuevos obstáculos se presentan con naturalidad y realismo. Y es que, la historia, en realidad, sigue a tres bandos distintos: los narcos coreanos, los narcos chinos y al servicio de inteligencia coreano. La tensión de la serie crece al juntar tantos personajes astutos alrededor de nuestro protagonista, quien se ve en una encrucijada de la que en realidad no forma parte.

Pero el elemento de guion que más destaca en la serie es, sin duda, la destreza de los diálogos. Gran parte de esa tensión y ese suspense que envuelven a la trama es gracias al desempeño de las conversaciones entre los personajes. Ya sea la narración sobre el pasado del protagonista al empezar la serie, como las discusiones, negociaciones y engaños entre los distintos personajes. Los diálogos son el hilo conductor de cada uno de los giros de la trama, así como las decisiones, tanto buenas como malas, que los protagonistas toman durante la serie.

*Conclusión

Un hecho real contado con maestría y ligereza. Narcosantos es una historia muy bien narrada y con una cinematografía excepcional. Personajes con astucia, diálogos inteligentes y una dirección muy bien ejecutada. Una serie sobre drogas, corrupción y supervivencia a base de mentiras, estrategias y el don de la palabra. Consiguen contar un hecho real con frescura, manteniendo los pies en la tierra y sin exagerar el género. Una maravilla dentro de las series de narcos.

Escrito por Gemma Rubio Massó