Dark River

Volver al pasado siempre tiene un gusto amargo que solo es capaz de producir la nostalgia. Pero si esta encima esta teñida de dramatismo y cuitas familiares sin resolver, más traumático puede suponer ese regreso a una vida que parecía olvidada. Eso es lo que va a experimentar Ruth Wilson (Locke, The Affair, El Llanero Solitario) en Dark River, película escrita y dirigida por Clio Barnard (The Selfish Giant).

Dark River es un drama rural con la fuerza y el magnetismo suficiente de mantener la atención a lo que ocurre en pantalla. Clio Barnard es directa en lo que va a contar. Mantiene la intriga en la construcción y evolución de los personajes y, de forma sutil, deja entrever que en esa familia algo gordo, muy gordo, ha pasado. Un camino explorado en otras ocasiones y que solo por a poner un ejemplo: en 1998, Thomas Vinterberg, con Celebración.

Obviamente, entre las dos dista un abismo desde el punto de vista no solo del argumento, personajes e interpretaciones. Pero sus caminos se cruzan en lo que late de fondo. Una familia rota por los fantasmas del pasado y siempre con la figura de un padre abominable. Pero si en Celebración esto te golpeaba como una buena bofetada de crudeza y tristeza, en Dark River se queda solo en la pena latente en cada secuencia, únicamente sacudida por escenas donde la rabia no puede contenerse más.

Clio Barnard construye así una tragedia que se cimienta sobre flashback más o menos oportunos, con ritmo pausado. No va a profundizar en los detalles escabrosos, eso lo deja a la interpretación de cada espectador. Esto a veces puede ser una fortaleza como una debilidad, y quizá ahí se pueda echar en falta un poco más de valentía narrativa ante tanta contención. Soltar las riendas y que los personajes se desboquen, que lo necesitan.

Pero lo que sí que ofrece la directora es un notable duelo de roles entre Ruth Wilson y Mark Stanley, correctos y extremos en sus papeles. De la vulnerabilidad a la fuerza por enterrar los viejos fantasmas. Intensos y a ratos perturbadores, ambos pasan por todos esos estadios emocionales antes de concluir su viaje. Un periplo que el propio título de la película resume a la perfección.

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Historia oscura, que retrata bastante bien el abuso y las secuelas que este deja en un persona, también la culpa y un sentimiento ambiguo que tiene su hermano al siempre haber estado al tanto de la situación y no haber hecho nada para detenerla, lo que lo convirtió en un ser taciturno, melancólico, desgano, la imposibilidad de reconstruir el vinculo entre los 2, todo con el contexto rural de fondo, con toda su belleza rustica, la dureza de una vida plagada de esfuerzo y escasa recompensa.
Excelentes interpretaciones, lo mejor de la película es todo lo que transmite a través del lenguaje corporal de sus actores.
Igual la película es lenta, por momentos aburre, aunque igual interesa lo que pueda pasar con ellos, pese a no empatizar con ninguno de los 2.

Que Sean Bean aparezca en una película ya se podría considerar Spoiler, es un meme de si mismo. Una película sobre la fuerza de una mujer que no lo tiene nada fácil en la vida y aún así sigue adelante. Y por supuesto una crítica a esta sociedad en la que vivimos. No destaca en casi nada, pero me quedo con esa frase aterradora en la que explica el motivo por el que iba al otro cuarto en vez de esperar. El final es algo apresurado.

Ruth Wilson interpreta a Alice (Curiosamente se llama igual al papel que hace de la simpática psicópata en la serie Luther) una esquiladora de ovejas que regresa a su granja natal al enterarse de la muerte de su padre, tras deambular durante 15 años se reencuentra con su hermano que se ocupa de la granja. Pero la visita empezará a abrir heridas del pasado.

Con solo tres protagonistas, incluido Sean Bean que interpreta a el padre en diversos flashbacks y que como una figura fantasmal se le aparece a la protagonista, se compone esta triste historia con traumas infantiles de abuso sexual. Mark Stanley (Grenn de Juego de Tronos) es su hermano.  Escribe y dirige esta película inglesa independiente Clio Barnard que consigue generar tensión y misterio en escenas que aunque aportan poco a la trama sabe aprovechar muy bien. El ambiente sombrío y lúgubre de una granja bastante deteriorada y unos paisajes lluviosos ayudan también al desarrollo de la historia. 

Con difícil trayectoria comercial, el cine británico nos está dando algunos títulos interesantes independientes este año pasado como "Tierra de Dios" de Francis Lee "Shell"o "The Levelling" así que hay que estar pendiente.

Un drama rural que podría perfectamente haberse situado hace dos siglos pero que le da mucho realismo como historia contemporánea.
Destino Arrakis.com

Figura que esta película aborda un drama familiar. Algo denso, con cuerpo, de esas películas que te encogen el corazón, pero que va, se vuelve todo tan dramático, tan desagraciado, tan pesado, que pierde por completo el interés.
Los personajes apenas hablan, solo sufren y trabajan. Encima hace siempre mal tiempo (claro que estan en Gran Bretaña).
No sé, le faltan muchas cosas al guión, muchas. Mejor partir de cero y volver a escribir otra historia. Ah, y si puede ser en la que salga un poco de sol.