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Balas vengadoras (Yo maté a Jesse James)

Western. Drama Esta no es la historia de Jesse James, sino la caída en desgracia de su asesino, el tristemente famoso Bob Ford, que traicionó a su amigo para conseguir el indulto del gobierno y casarse con su novia Cynthy. En lugar de ello, se vió condenado al ostracismo y al desprecio de todos, incluida su novia. (FILMAFFINITY)
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
2 de septiembre de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje de Samuel Fuller y primer buen trabajo a su cargo, aunque quizás tenga una fama de algo más mérito que la que en realidad merece. Me refiero a que es una más que estimable película, pero algo mal envejecida por el paso del tiempo.
Se trata no de un western al uso, sino de un drama existencial, psicológico, con protagonista lleno de demonios interiores, remordimientos y necesidad de redención que, no obstante, es incapaz de alejarse de ellos y de tener una personalidad equilibrada que le haga merecedor de una vida más tranquila, por mucho que donde quiera que vaya habrá alguien presto y hasta deseoso de acabar con su vida. Es el precio a un hecho para él liberador pero reprobable socialmente.
Este personaje está magníficamente interpretado por ese buen actor que fue siempre el canadiense John Ireland, que sin embargo nunca alcanzó gran fama, trabajando incluso en westerns europeos de no demasiado fuste. También está acompañado por Bárbara Britton, actriz preciosa y que en esta ocasión tiene un más que difícil papel que sabe sacar con nota alta. Las caras que pone mientras escucha a su enajenado enamorado dan muestras de lo buena actriz que fue pero no pudo demostrar en demasía.
Buenos diálogos y un clímax febril, con buena puesta en escena, dan lugar a un buen trabajo que todavía se sigue considerando de culto. Para mi gusto, y después de verla por fin, tras años de intentarlo, quizás le viene algo grande esta consideración, pero merece la pena su visión.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/
Constancio
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13 de febrero de 2011
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El acto aquí es la redención. El asesinato de Jesse James por el cobarde Bob Ford es absolutamente liberador aunque acaba siendo una piedra colgada a su cuello de la que no puede liberarse: pierde a sus amigos, su novia le teme, le dedican una horrible canción de bares de carretera sin clase y encima quiere matarle el hermano de Jesse. Maldición a golpe de bala.
Ella no quiere decir que quiere a otro más guapo, más varonil y sí, digámoslo, menos cobarde y psicópata. Y, claro, él está traumatizado por las espaldas y con ese horrible lunar (que parece un agujero lunar —seguro que era maligno y el pobre Bob quiso practicarle la eutanasia) que vio cuando se bañaba Jesse. Yo también si lo hubiese visto en vivo le hubiese matado en ese instante para librarle del sufrimiento.

Interesante western ya que aborda un tema recurrente desde un punto de vista existencial y se acerca más al melodrama que a la acción, aunque también provocado por los pocos medios con lo que contaba el director de “Corredor sin retorno”. No es que Samuel Fuller fuese a debutar con una obra maestra a lo Orson Welles pero dos años después empezarían a realizar filmes notables y apasionantes como “Casco de acero”.

De las películas sobre Jesse James me quedo con “Jesse James contra la hija de Frankenstein” ya que creo que es la única cinta que se acerca a la leyenda con credibilidad absoluta y sinceridad aplastante, lunares aparte.
Maldito Bastardo
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20 de febrero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Creede, Colorado, el 8 de junio de 1892, Robert Ford, laboraba tranquilamente en el bar de su propiedad, cuando súbitamente entra un hombre armado con un fusil, lo llama por su nombre… y antes de que, Ford, terminara de darse vuelta, el hombre -identificado luego como, Edward O’Kelly- levanta el fusil, dispara y lo mata. Ford, tenía entonces 31 años y era recordado en el oeste norteamericano como, ‘el hombre que disparó a Jesse James’, el asaltante de bancos y trenes a quien algunos odiaban y muchos otros admiraban… O’Kelly, precisamente, era uno de sus más fervientes admiradores, y acabar con quien mató a James, daba prestigio como pistolero e inspiraba respeto entre los matones de la época.

Lo que ocurrió entre, Robert Ford y Jesse James, y lo que se derivó tras este hecho para Ford, es lo que, en versión muy libre, pero, muy valiosa, quiso contarnos el director, Samuel Fuller, en su primer filme como director. El guion, escrito por él mismo, ha sido estructurado como una vigorosa y pasional historia de amor, y las motivaciones que adquiere el personaje del pistolero que acabara con la vida de su jefe de pandilla, son muy sólidas y bien humanas además… y como espectadores, vamos dándonos cuenta de que, cuando se conocen los impulsos del alma, es supremamente fácil comprender y más difícil condenar.

El personaje de, Cynthy Walters (bellísima y encantadora, Barbara Britton), luce tan bien definido en sus caracteres psicológicos que meternos en la piel de los hombres que la rondan -especialmente Ford y John Kelley-, resulta tan fácil que es como si también nosotros hiciésemos parte de la historia. Quedan muy bien definidos algunos matices del enamoramiento: Entre el amor obsesivo que acosa y asedia (explicable en el miedo al rechazo y la soledad) y el amor maduro que deja en libertad sin mostrar ningún ímpetu de poseer (explicable en una alta autoestima), la cantante, Cynthy, tendrá que decidir qué es lo que conviene para su vida y su felicidad.

Rodada en un magnífico blanco y negro, como tinte de remembranza, la película arranca en 1882, en un pueblecito llamado St. Joseph, a donde se ha ido, Jesse James, haciéndose llamar Tom Howard, para emprender una nueva vida (¿?). Junto a él sigue, Robert Ford, y no obstante los temores que, respecto a éste tiene su esposa, James no cree que él pueda atacarlo por la amistad que los une… y es entonces, cuando Ford se entera de que, el gobernador, ha sacado un decreto que promete una recompensa y el indulto general para quien entregue al célebre James, vivo o muerto. Cuando piensa en el gran beneficio que esto tendría para él, tendrá que tomar una decisión: La amistad del fugitivo o la posibilidad de casarse con la mujer a la que adora.

El gran peso que se carga en los hombros tras hacerse famoso como matón, es otro de los altos niveles de descripción sociológica que sostiene la trama de este magnífico western, con el cual, Samuel Fuller, se posiciona como un talentoso realizador.

Preston Foster, John Ireland, J. Edward Bromberg y Reed Hadley, complementan el reparto de una película que, ahora es un verdadero clásico.

Título para Latinoamérica: <<YO MATÉ A JESSE JAMES>>
Luis Guillermo Cardona
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12 de junio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el fracaso del último asalto a un banco, Jesse James (Hadley) se retira bajo el nombre de Tom Howard a su casa de St. Joseph (Missouri), junto a su amigo y colega Bob Ford (Ireland) que se recupera de un balazo.
Estamos en 1882 y ha cambiado mucho el forajido. En su aspecto, porque ahora luce una barba solemne, y en su carácter que se ha vuelto confiado y tranquilo. Jesse parece talmente un Abraham Lincoln.
Pero el protagonista es realmente Bob que está perdidamente enamorado de Cynthy (Britton), una actriz de teatro que también pretende Kelley (Foster), un buscavidas que suele estar siempre al lado de la ley.
La prensa escrita empieza a tener un gran protagonismo en el Oeste y las primeras planas de los periódicos informan puntualmente de lo que va sucediendo. Por ellas nos enteramos que la cabeza de Jesse tiene un precio y de la amnistía que se promete a quienes abandonen las armas.
Magnífica la escena del baño de Jesse y la pistola nueva de Bob, quien ya ha decidido lo que va a hacer. El cuadro inclinado de la pared hará el resto.
"No soy un monstruo, ni un traidor, ni un asesino", nos dirá. Y tiene razón, porque solo es un hombre locamente enamorado.
Pero las cosas no salen como desea y no encuentra otro trabajo Bob que el de representar en el teatro la escena que lo ha hecho inmortal: la muerte de Jesse con su pistola plateada, "Algún día este revólver acabará en un museo. -No mientras yo viva". Premonitorio.
Y ahí está la Bob explotando el morbo de una sala llena de público, repitiendo la acción que lo hará tan famoso como su víctima. Hay que ver las caras de los espectadores, sus ojos saltones, sus gestos crispados ...
Hasta una balada cantando la muerte de Jesse a manos de Bob se escucha por las cantinas. Gran escena la del juglar y el asesino frente a frente.
Western psicológico de gran originalidad centrado en el análisis de la personalidad del criminal. Algo muy poco frecuente en el género que aquí alcanza un alto nivel.
Historia original, excelente el guion y la realización. Destaca sobre todo el estudio de los caracteres de Bob y de Cynthy, los dos grandes protagonistas que, además, brindan una gran interpretación. El reparto sin embargo queda ya más difuso e inconsistente, como sucede por ejemplo con Kelley, un personaje que no terminamos de comprender.
Ritmo un tanto cambiante con escenas lentas de introspección interior que alternan con otras más dinámicas de persecuciones o de tiroteos.
Ambientación sobria, suficiente. Buena fotografía.
Una gran película, un western original y raro. No se lo pierdan.
Lafuente Estefanía
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19 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película de Fuller. Se ve rara, con un formato pequeño y como encuadrado en una cinta gris que rodea la película, como si fuera un cuadro. Hoy va de primeras películas, pues he visto la primera de Siegel, que me ha encantado.
Esta me ha gustado menos. Por el formato, el visionado y la escenografía. Aun así se aprecian algunas cosas de Fuller, básicamente esos primerísimos planos de la cara de los protagonistas, que tan bien funcionan en las películas de guerra: A bayoneta calada y Cascos de acero.
Lejos, con todo, de sus mejores cosas, cuya cumbre es, sin duda, Manos peligrosas, que hace muchísimos años que vi, por primera y única vez. Tengo ganas de volver a verla, segundo que me gusta incluso más que la primera vez.
Narra las aventuras del asesino de Jesse James, Bob Ford, que traicionó a su amigo para conseguir el indulto del gobierno y casarse con su novia Cynthy. Pero una cosa son las pretensiones y otra la realidad. La vida no siempre es lo que se espera de ella. La culpa del pistolero se acrecienta por la necesidad de tener que teatralizar el asesinado una y otra vez en el teatro como forma de ganarse la vida. Culpa, alcoholismo, marginación, mezquindad. El abandono de los proyecto que tenía cuando traicionó a su amigo se tornan por el sueño de conseguir plata en una minas, abandonando a su novia, que sólo rescatará más tarde si consigue hacer dinero para cuidarla. Pero en otros sitios también han oido hablar de él, y su fama, con lo que ello conlleva, le persigue.
El reparto: Preston Foster es Jesse James, Barbara Britton es Sidney, la chica del asesino de Jesse, John Ireland como el asesino Bob Ford. Los demás son: Reed Hadley, J. Edward Bromberg, Victor Kilian, Tom Tyler, Tommy Noonan, Eddie Dunn, Margia Dean, Byron Foulger, Jeni Le Gon, Barbara Woodell, Phillip Pine, y Robin Short.
ÁAD
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