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Bajo la misma piel

Thriller La vida de Sam, un neoyorquino normal y corriente, cambia de la noche a la mañana cuando su novia es asesinada por la mafia búlgara. Tras huir a Paris durante tres años para evitar correr su misma suerte, un día cree reconocerla en una película de Hollywood. La obsesión le lleva a viajar a Los Ángeles en busca de respuestas, lo que le vuelve a colocar en el punto de mira de los búlgaros. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
21 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de intriga que cuenta como protagonista a la carismática Samara Weaving, que a pesar de ser el ingrediente principal de esta película, no logra emocionar, ni tener tensión ni nada positivo, fácilmente llegas al aburrimiento y deseas que acabe lo antes posible.

Sam vive en Nueva-York con su novia (Samara Weaving) y ella acaba asesinada por la mafia búlgara, entonces Sam escapa a París para no correr la suerte de su novia. El "destino" hace que se encuentre a su novia actuando como actriz en una película mientras asiste a un cine. A partir de aquí todas las casualidades y giros de guión hacen que la película pierda interés.

Esperamos dar una nueva oportunidad a Samara, porque desde luego esta película no le hace ninguna justicia a su calidad interpretativa.
JDonn
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23 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los hermanos  Colin y James Krisel, escritores y directores del film intentan construir una película de misterio tomando alguna referencia de "La ventana indiscreta" o "Blow Up", añadiéndole una intriga amorosa con algunos mafiosos de baratillo. El resultado es una película aburrida con una factura de telefilme.

Samara Weaving que nos había sorprendido en sus dos últimos trabajos "Guns Akimbo" y sobre todo la simpática "Noche de bodas" aquí se equivoca totalmente en este papel doble, aunque igual resulte lo mejor del film. Porque la falta de carisma de su novio protagonista Zach Avery y Karly Chaikin, (la otra chica en cuestión), es evidente.

Aparte de las interpretaciones aburridas, el montaje resulta caótico, con flashbacks que muchas veces no cuentan nada o se repiten. 

El guion nos cuenta la historia de Sam, que vive en Nueva York con su novia Georgia, una aspirante a actriz. Un día fotografía con su cámara un crimen en el apartamento de enfrente.  El asesino en cuestión es un mafioso ruso que se percata de la situación y envía a sus secuaces para que lo maten. En la lucha con los intrusos Georgia recibe un disparo y Sam mata a uno de los hombres. El edificio se incendia y huye.

Ahora Sam vive en París, un día en un cine viendo una película ve a una actriz igual que Georgia, algo que hace que se obsesione pensando que está viva, por lo que se va a Los Ángeles en su busca...

La trama daba para más, y en manos de algún buen director se hubiera conseguido un entretenimiento y algo de suspense. Algo que carece completamente la película.
Destino Arrakis.com
videorecord
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23 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Con Hitchcock en el retrovisor

Los referentes hitchcockianos de Bajo la misma piel están bien claros. Desde Vértigo (De entre los muertos) (1958) a La Ventana Indiscreta (1954). Por desgracia, los hermanos Krisel no tiene el talento que tenía el maestro del suspense, ni tampoco el de alguno de sus fieles seguidores como Brian De Palma. No hay un trabajo visual especialmente destacable, un sentido del suspense adecuado o una profundización malsana en la psique humana.

Todo lo contrario, la segunda mitad el film se embarra en una historia banal que no termina por decantarse entre el drama romántico y el thriller de acción. Se abandonan pronto las enseñanzas del bueno de Alfred y se opta por una narrativa aséptica. Su único interés pasa a ser descubrir en el reparto a Samara Weaving, Brian Cox o Udo Kier, todos en personajes absolutamente desaprovechados.

*Tras la revelación del misterio, la película se cae

Bajo la misma piel tiene un punto de partida que me resulta atractivo. Vemos al protagonista, Zach Avery, atormentado con su barba hipster, por un hecho trágico que no se nos explica bien, mientras camina por el romántico Pont Neuf de París. Luego, lo vemos asistir solo a sesiones de cine en una sala semi vacía, como las que nos prometen en la nueva normalidad. En la gran pantalla aparece una actriz que es físicamente idéntica a su ex novia asesinada. Solo cambia el color de su pelo, como en Vértigo.

No es muy original, pero ese toque cinéfilo me pone bastante y hubiera podido ser el inicio de una búsqueda intrigante para descubrir la verdad. Es lo que sucedía, en otra tesitura, en la genial Enemy (Denis Villeneuve, 2013), donde un hombre descubría un doppelgänger de sí mismo, también en una película. Mientras se mantiene el misterio de quién es esa chica y de si el cerebro del protagonista sufre algún tipo de alucinación paranoica, la película más o menos funciona.

Es cuando se produce la revelación, que además llega muy pronto, cuando el poder de sugestión de la película cae en el rotundo abismo de la apatía. Es poco imaginativa y está mal planteada. También extraña mucho el uso que hacen los directores de la elipsis, escamoteando deliberadamente información al espectador que sentirá que la historia avanza como un coche con el motor gripado.

*Conclusión

Bajo la misma piel es un thriller de suspense hitchcockiano que nunca termina de definirse ni como una película de suspense pura, ni como un drama romántico. Está escrita y dirigida por Colin Krisel y James Krisel, en la que significa su ópera prima.

Tras un inicio de aires cinéfilos que puede captar nuestra atención mitómana, se desmonta toda la construcción de la intriga cuando se desvela la verdad. A partir de ahí, se sumerge en una trama criminal con mafiosos de cartón piedra y secuencias de acción de lo más rutinarias.

Ni siquiera la desaprovechada presencia de rostros conocidos como los de Samara Weaving, Brian Cox o Udo Kier, logran hacer remontar una historia que puede servir como entretenimiento efímero, pero que se olvida en los propios créditos finales.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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18 de junio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sosa película de intriga criminal, tediosa en su mayor parte ya que en todo momento promete que se elevará en su ritmo e interés pero no lo logra nunca.
Parte de una situación mal narrada y a la que los flash-backs continuos no ayudan a desarrollarla con fluidez. Así, se nos van dando datos para que ayuden entender mejor los hechos... y sí lo hacen, pero sin que logren que el espectador se interese mayormente por lo que ve y oye.
Y es que todo se presenta poco creíble, exigiendo por parte del respetable una adhesión que no logra al resultar todo distante, frío, impersonal.
Estéticamente está bien, con buena fotografía, pero el romo ritmo y sobre todo el clímax obtenido, poco sugestivo, hacen que en conjunto sea poco ameno y al final, te deje como estabas aunque sí que es cierto que tiene un atractivo pero no conseguido componente romántico donde el tiempo transcurrido ejerce una influencia irreversible que hace que todo cambie y la vida continúe.
Un film poco afortunado, que decepciona pues no aporta nada al género pudiendo y debiendo haber sido mucho mejor.
Esperemos que los Krisel eleven la calidad de su próxima cinta, en esta no han dado en el clavo.

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Baraka1958
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22 de mayo de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Samara Weaving es relativamente estupenda en su actuación, pero Last Moment Of Clarity está desarrollada sin suspenso, ni tensión, excepto el giro dramático al final, que deberíamos esperar a que Weaving haga buenas películas como nos había deleitado anteriormente
Jack Lively
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