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Dr. Jekyll y el Hombre Lobo

Terror El doctor Jekyll aplica una extraña substancia química sobre el cuerpo de Waldemar, que padece de licantropía, es decir, se transforma en hombre-lobo. Como consecuencia de este experimento la personalidad de Waldemar se "desdobla y surge la figura maligna y lujuriosa de Mister Hyde, su "alter ego", que comete toda clase de atrocidades llegando a asesinar al propio doctor Jekyll. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
26 de abril de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arranca con Waldemar Daninsky abandonando su refugio en un castillo de Los Cárpatos y dirigiéndose a a Londres (la segunda película de Paul Naschy ambientada en Londres durante el año 1971, junto con “Jack el destripador de Londres”) en busca del nieto del Dr. Jekyll (el cual conserva la formula inventada por su abuelo), para intentar la curación a su licántropa maldición.
A partir de aquí y como consecuencia de los efectos que causa la ingestión de la formula por parte de Daninsky, a la doble personalidad de hombre y licántropo, se le suma una tercera como Mr. Hyde, lo que hace de este film algo realmente original y sumamente atractivo, que si bien no llega a conformar una gran película, resulta bastante entretenida e interesante (queda para los anales la lucha entre sus tres personalidades en una discoteca).
Paul Naschy esta excelente por partida triple, siendo de destacar el poderío y maldad que imprime a su Mr. Hyde.
Como curiosidad señalar que el guion fue escrito por Paul Naschy como encargo de José Frade, el cual tras recibirlo primero se desintereso del proyecto y después tarto de impedir su rodaje al enterarse que Naschy había enviado el guion al hermano de Cesáreo González (Arturo González).
Recomendable.
tiznao
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14 de agosto de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni hombres lobo, ni Hyde, ni vampiros ni espectros, todo eso está muy visto. Ahora hay un monstruo nuevo en el terror y es nada más y nada menos que... la Enfermera. Sí, la enfermera de toda la vida, la de los hospitales. Ojito con ellas.

El bueno de Paul Naschy debió de sentarse un día a escribir una historia para su primera película y ya le cogió gusto y recicló esa misma historia para el resto de sus producciones, aunque añadiendo variantes de monstruos. Todas son iguales: las ruinas, Waldemar, la chica rubia en peligro... El título de la película nos prometía un enfrentamiento entre el hombre lobo y Hyde pero no es cierto, es un engaño decepcionante. La Enfermera Mirta Miller es con quien de verdad hay que combatir. Quién da más, señores.

Eso sí: el vestuario de Shirley Corrigan me ha encantando, muy especialmente ese traje pantalón con pamela marrón que lleva en la consulta del médico. Qué estilazo.

Lo demás, por si quedaba alguna duda, es ridículo.
Kaori
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23 de julio de 2016
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mucho hombre lobo o el doctor Jekyll pero la peor y la que lo lía todo es la enfermera. El mismo póster nos da la pista. Sea como fuere, yo lo que esperaba es el enfrentamiento a brazo partido entre estos dos seres, el lícántropo y Mr. Hyde, pero lamento decir que nunca se llega a dar, lo que se supone una pequeña decepción. De todos modos tenemos una película bastante típica del fanterror español que se mueve espacialmente entre la Transilvania más típica y el Londres más moderno, para principios de los años setenta. Por cierto, no nos olvidemos que por aquellos años en Rumanía, como el resto de la Europa Oriental, campaban unos gobiernos comunistas que atacaban duramente todo este tipo de creencias tradicionales y "supersticiones bárbaras", tratando de erradicarlas, con cierto éxito, pero afortunadamente no del todo. A propósito, ¿se habrán inspirado en esta para la de “Un hombre lobo americano en Londres” (1981)? Yo creo que sí.

Desgraciadamente, lo mejor que puedo decir de "Dr. Jelyll y el Hombre Lobo" es que el vestuario es muy decente, confirmando la teoría que si la moda masculina de los años setenta, si es que se pueden tratar como una unidad, lo que es muy dudoso, sólo puede llegar a aceptable, la femenina consigue ser muy atractiva, según nos muestra la sueca Shirley Corrigan, Justine en la ficción. Yo me quedo, es obvio, con ese conjunto en el que sobresalen las botas altas de ante negras (¡precisamente por esto!), con las que está muy sexy... normal que a esos tipos les mueva a la lujuria. En la discoteca también salen chicas con botas altas de látex, ¡bien!, con las que están estupendas. Volviendo al lío, el film es igual que "La noche de Walpurgis" (1970) y empiezo a temer que a todas las de Paul Naschy. Es cierto que no está mal llevada, incluso tiene cierto regusto agradable, pero también que aparecen demasiados errores de raccord o en la planificación de las escenas.
Reaccionario
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22 de marzo de 2021
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En aquellos tiempos del terror gótico, los monstruos clásicos de inspiración literaria y demás, una de las fórmulas que más se utilizó para atraer público y revitalizar un poco historias vistas mil veces eran las películas donde varios monstruos clásicos se enfrentaban entre sí. Drácula, la momia, Frankenstein, lo que fuera. De esa idea surgieron a partes casi iguales divertidas basurillas y películas que trataban de ser "serias" dentro de un orden, casi siempre sin mucho éxito. Esta que nos ocupa es una de estas últimas. Tras varias aventuras de Waldemar Daninsky, el hombre lobo interpretado por Paul Naschy, los responsables de este filme decidieron, para variar un poco, llevárselo a Londres y enfrentarle con otro malvado de origen literario, el Dr. Jekyll, que en este caso promete curar a Waldemar de la licantropía pero naturalmente tiene intereses ocultos en el asunto. La idea no es del todo mala, el problema es que todo el tema de Jekyll se explota de forma insuficiente y parece servir como una excusa para dos cosas: una, mostrar un Londres brumoso y oscuro; y dos, mostrar las mismas escenas de transformaciones a la luz de la luna y la misma historia de "chico- licántropo-que-no-quiere-serlo-conoce-chica-que-a-pesar-de-todo-le-quiere" que aparece en prácticamente todas las películas de la saga (y en la mayoría de las de hombres lobo en general). De forma que no aporta nada especialmente interesante ni en lo temático ni en lo estético y acaba resultando bastante previsible y bastante aburrida. En el aspecto técnico no está mal, se nota que Klimovsky era un tío con bastante oficio y las interpretaciones son correctas dentro de lo que un guión poco trabajado lo permite.

No es que sea horripilante tampoco, pero las hay mejores dentro de la misma saga, "La marca del hombre lobo" y "La noche de Walpurgis" por ejemplo.
elviajero
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