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Samurái X: El origen

Acción. Drama. Romance Antes de convertirse en protector, Kenshin era un temible asesino conocido como Battosai. Pero su historia comienza a cambiar cuando conoce a la dulce Tomoe Yukishiro. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
30 de julio de 2021
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tratándose de la historia más madura y profunda del personaje, no era un reto complicado llevar a buen puerto la realización del quinto título de acción real sobre el universo de 'Rurouni Kenshin'. No es la más accesible de las cinco películas para el público en general, por tener un tipo de narración más calmada que las anteriores, pero si la que mayor fidelidad conserva del manga, con varios acercamientos a la Ova 'Tsuiokuhen' (1999). En este caso, por su evidente brevedad en comparación con los diferentes arcos argumentales.

Cuenta con un abrumador comienzo, situando al espectador desde el primer minuto en coreografías increíbles unido a un montaje eléctrico. La salvaje violencia, aunque no tan explícita como algunos desearían, se hace notar. Todo bajo una ambientación y escenarios sobrados de autenticidad. El nivel de producción y posproducción como nos tiene acostumbrados a los que hemos seguido esta saga cinematográfica, es extraordinario, llegando al punto más culminante en escenas clave como la resolución del final en el bosque bajo la nieve. Está todo tan minuciosamente detallado como adaptación, que solo hace falta echar un vistazo a las viñetas del manga, o compararlo con la Ova especial animada para apreciar las similitudes.

Los cambios o licencias que existen a lo largo de sus dos horas y casi veinte minutos, aportan incluso una mejoría notable con respecto al producto original. Eleva el interés y la expectación reconocer situaciones novedosas que no desentonan con lo anteriormente establecido en el manga o la animación. Otro cambio importante y a mejor, es la ausencia total de humor, asemejándose con 'Tsuiokuhen', definiendo al film como un tortuoso sendero de espinas, aunque con un fondo optimista y esperanzador bajo el prisma de su protagonista. El guión ofrece diálogos más puntiagudos y directos, teniendo algún instante menos inspirado por abusar de frases donde no hace falta explicar nada más. Las imágenes expuestas son suficiente referencia para potenciar la narrativa en pantalla. Posee alteraciones de eventos sin suponer nada grave, pues ya se ocupan las estupendas secuencias de acción, o reflexivas líneas de guión en el personaje de Kasumi Arimura (Tomoe), para goce nuestro. El apartado en el fiero intercambio de katanas o luchas, se vuelve más placentero que nunca para los sentidos, superando las expectativas e incluso al material de partida. Otro dato a tener en cuenta, son cada una de las íntimas interacciones entre la pareja protagonista, y como ambos se sobreponen como pueden a una existencia diluida por el caos. La pareja crea un submundo propio, intentando eliminar sus remordimientos, a la vez que escoger una ruta lejana de sangre y muerte.

Si hay algo negativo que señalar a parte de lo dicho más arriba sobre diálogos prescindibles, es la banda sonora. Sin llegar a ser una pobre composición musical, lo escuchado en las cuatro Ovas animadas, era inigualable, estando esta llena de tonos apagados, lentos en su mayoría, o ambientales para aumentar la tensión del momento. Otro inconveniente de última hora, es la reiteración de imágenes en retrospectiva, dando como resultado un cierre definitivo menos llevadero.

Indudablemente, estamos ante la obra más contemplativa de Keishi Ohtomo (sobre todo en la segunda mitad, por el tipo de historia que es) en su largo y dedicado estudio desde 2012 hacía el productivo mundo del popular espadachín pelirrojo. Se cierra una etapa más que completa dejando en el subconsciente de la mayoría que hayan seguido la colección, una gran satisfacción. Y no solo para los más conocedores del tema, también es un provechoso entretenimiento para todos aquellos que gustan del subgénero de samuráis.
MigueL
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22 de octubre de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene esa típica tendencia del cine y la literatura japonesa de recrearse en detalles aparentemente anodinos, pero que tienen su importancia, la ideosincrasia japonesa que pasa de la sensibilidad más exquisita a la más atroz violencia en menos que canta un gallo, hay épica, un bello romance y feroces batallas, que en ocasiones rizan el rizo de la credibilidad, pero que bien rodadas estan y como las disfrutamos, esos duelos de katanas tan majestuosos, a pesar de sus defectos y de que no soy aficionado en exceso al Manga, me ha gustado , su bella factura y su aire trágico.Cine de samuráis moderno a tener en cuenta.
zuriman
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6 de julio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Kenshin, el Guerrero Samurai: El Principio" nos transporta al pasado de Kenshin Himura y nos presenta los eventos que dieron forma a su destino como el legendario espadachín. La película es una precuela de la popular saga de acción basada en el manga y anime "Rurouni Kenshin". Con una combinación de emocionantes escenas de acción y una historia rica en personajes, "El Principio" ofrece un inicio sólido para la saga.

El actor Takeru Satoh vuelve a interpretar el papel de Kenshin Himura con maestría, capturando la esencia de su personaje y transmitiendo su dilema moral. El elenco en general está bien elegido y entrega actuaciones convincentes, especialmente Emi Takei en el papel de Kaoru Kamiya, quien aporta calidez y determinación a su personaje.

La película presenta secuencias de acción intensas y bien coreografiadas, que destacan la habilidad de Kenshin como espadachín y su estilo de lucha distintivo. La dirección de Keishi Otomo logra capturar la esencia de la historia original y ofrece momentos visuales impactantes.

La historia de "Kenshin, el Guerrero Samurai: El Principio" está bien construida y ofrece una exploración más profunda de los traumas y la motivación de Kenshin. El guion aborda temas como la redención, la justicia y la búsqueda de la paz de una manera efectiva. Aunque algunos momentos pueden sentirse un tanto predecibles para los fanáticos de la serie, la película logra mantener el interés y la emoción en todo momento.

La cinematografía y la dirección de arte crean una atmósfera visualmente atractiva y evocadora de la época en la que se desarrolla la historia. La banda sonora, aunque en ocasiones puede ser algo genérica, acompaña adecuadamente las escenas de acción y las emociones de los personajes.

En resumen, "Kenshin, el Guerrero Samurai: El Principio" es un emocionante inicio para la saga de acción basada en el popular manga y anime. Con actuaciones sólidas, secuencias de acción impresionantes y una historia bien construida, la película satisface a los fanáticos de la serie y también tiene el potencial de atraer a nuevos espectadores. Es un punto de partida prometedor que deja con ganas de más.

Nota: 7/10
Darvilia
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20 de agosto de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a tratar de hacer una crítica objetiva, pero por diversos motivos será difícil. Para empezar he de decir que lo más grande que hay en anime, para mi gusto, son las 4 OVAS de Kenshin: Recuerdos, que la cinta en la que está basada Kenshin: El principio. Por este primer motivo he de decir que las comparaciones son odiosas, pero evidentes.y necesarias, ya que esta serie de películas live action están muy enfocadas en los que somos fans de toda la serie de Samurai X.

Para mí, esta película pierde en todos los terrenos frente al anime, sobre todo en la excelente narración que tiene el anime, que es mucho más lírica, compleja, dotando de una gran profundidad cada pasaje del relato. A la narración añadiría también la banda sonora del anime, con ese final impresionante con Kotowari sonando de fondo y que nos llena de sentimiento en todo momento. Por motivos obvios y para no ser un plagio y dotar de personalidad propia a esta nueva entrega hay muchos pasajes que no aparecen, siendo para mí muy relevante no saber como llegó Kenshin a ser Kenshin, es decir, el impresionante comienzo del anime en el que Hiko Seijuro salva a Kenshin, lo adopta y le enseña su técnica Hiten Mirsorugi. Creo que este pasaje olvidado en el live action es una de las piedras angulares que hace tan mágica la historia de Shinta, bautizado como Kenshin por Hiko Seijuro. Por lo tanto, por motivos como este, este live action se hace muy cuesta arriba si no eres fan de la saga de anime, porque te plantean a un personaje que no conoces de nada y con el que es difícil empatizar.

¿Es mala la película? Para nada, está muy bien realizada, pero por sí misma no puede funcionar para los nuevos espectadores y esto es una auténtica lástima porque el personaje de Himura merece ser descubierto para las grandes masas. Como siempre, la banda sonora correcta y las coreografías muy buenas, aunque darle más importancia al personaje de Okita y quitársela a Saito no me parece muy acertado, entre otras cosas. Capítulo a capítulo y haciendo una análisis completo, ninguna de las 4 partes en las que se divide el film se asoma a la calidad de la que disfrutamos con las 4 OVAS del anime.

Si la comparo con el anime le daría un 5 o un 6, le doy un 7 porque no se puede analizar sólo con el corazón y la realización es muy buena y mantiene una linea de fidelidad con Kenshin: Recuerdos. Pero igual que a cualquiera le recomendaría Kenshin: Recuerdos, esta live action no se la recomendaría a quien no fuese fan de la saga, no al menos para descubrir a Kenshin.

Positivo: las partes en las que mantiene una alta fidelidad con el anime, sobre todo en lo referente a la relación de Kenshin con Tomoe
Neutro: querer dotar de personalidad propia al film, a pesar de no conseguir tener alma propia
Negativo: hubiese estado muy bien, puestos a dotar de personalidad al film, una lucha contra Saito, ésa que nunca pudimos ver en el anime. Eliminar a Heiko Seijuro y escenas como la infancia de Kenshin, un crimen.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jab
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10 de agosto de 2021
1 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kenshin, el guerrero samurái, es el live action de un popular manga y anime sobre un samurái que emprende un camino de paz después de un pasado repleto de sangre. Recuerdo con nostalgia ese lejano 2012 en el que me aventuré a ver la primera entrega de la saga, encontrándome con una fascinante película de samuráis, con unos combates que quitaban el hipo, personajes con carisma y la confirmación de que estábamos ante el mejor live action jamás realizado, aunque hay que confesar que tampoco era complicado. Después de la genial primera entrega, llegó un díptico formado por una segunda y tercera parte que contaban una misma historia (al más puro estilo secuelas de Piratas del Caribe), ofreciendo de nuevo grandes combates y momentos épicos, pero cayendo en el error de explicar demasiadas cosas (había exceso de personajes y subtramas innecesarias), con un resultado que sólo podía calificarse de caótico, aunque jamás olvidable, siendo unas secuelas inferiores pero entretenidas, que no es poco.

Siete años después aterrizó una cuarta entrega vendida como el final, la cual sólo se puede calificar de decepcionante y fallida, siendo un cierre que no estuvo a la altura de las circunstancias. Y bueno, después de ese traspiés, y no contentos con ello, los responsables de la saga nos “deleitan” con una precuela (lo confieso, no soy fan de las películas de orígenes, entre otras cosas porque a veces es mejor dejar el misterio) que no había pedido nadie y con la misma historia que ya explicaron en la cuarta entrega, siendo de hecho el motor de dicha película. Por lo tanto, ¿cuál es el sentido de esta cinta de orígenes? Una vez vista os confirmo que ninguno, siendo la peor película de la saga, hasta el punto de hacer memorable a la anterior, siendo una despedida todavía más agridulce (se supone que es el adiós definitivo del personaje), si es que eso era posible. Pero mejor vayamos por partes.

Se nota que el director es el mismo de las anteriores entregas, siendo el único apartado que funciona en esta nueva propuesta. El cineasta nos vuelve a obsequiar con duelos de espada fascinantes (hay momentos que visualmente son impactantes), aunque el clímax está por detrás de anteriores entregas y hay menos combates de los esperados. Y es que en esta ocasión se apuesta todavía más por el drama (algo que ya se intuía en la cuarta parte). Por otro lado, se vuelve a pecar de exceso de duración, con más de dos horas que se hacen interminables, y más si nos han contado lo mismo en muchos menos minutos en la anterior entrega. A pesar de que el director ofrece un trabajo genial, no se puede decir lo mismo de su labor como guionista. Sigo sin ver el sentido a contarnos una historia que ya se había explicado con anterioridad (diría hasta con pelos y señales), no habiendo lugar a la sorpresa, en un conjunto aburrido (pero hasta límites insospechados, siendo el bostezo nuestro compañero de viaje en esta insufrible experiencia) y que no ofrece nada nuevo o que justifique su existencia.

Quizás como película de samuráis individual (es decir, ajena a la saga) funcione, al ser un drama romántico denso y pausado, estando seguro de que muchos encontrarán petróleo en una historia de reflexiones y silencios (¿confirmamos que esta entrega es la que más van a disfrutar los críticos? confirmamos), pero no se puede obviar que esto comenzó como una película de aventuras, como fue la primera (y mejor) entrega de la saga, derivando poco a poco hacia el drama, en una saga que ha ido de más a menos, y esta precuela es la prueba final de que deberían haberlo dejado después de la tercera, la cual ya tuvo un final satisfactorio. Pero la ambición es la que es, y todavía había material por adaptar, asistiendo en este caso a un pastiche que junta lo ya contado en la cuarta parte con añadidos que sólo se pueden calificar de absoluto relleno. Hay tanta distancia entre los resultados de la maravillosa primera parte y esta última, que dudo que los fans de la trilogía original salgan muy satisfechos de esta experiencia. La cuarta aún tenía un pase, pero esto ya no hay quien lo digiera. Un absurdo, vaya.

Ni siquiera el reparto está a la altura de las circunstancias, con un protagonista poco inspirado y con el piloto automático por exigencias del guion (nada que ver con su interpretación en la trilogía original), además de unos secundarios que tampoco aportan demasiado, ni siquiera los viejos conocidos, de los que se puede decir exactamente lo mismo. Es lo que tiene que la producción fuerce una frialdad y falta de garra que afecta a todos los elementos, como es el caso. Y mejor no hablar de la banda sonora, muy lejos de los logros de las anteriores entregas. Ni con eso nos podemos consolar.

En conclusión, una precuela de la cual todavía no me explico el motivo de su existencia, y cuyo visionado no recomiendo ni a los fans más acérrimos del personaje. Sí, estamos ante una precuela, pero no deja de ser la despedida del querido personaje (o eso espero…), un adiós agridulce que confirma que las dos últimas entregas (la cuarta y esta precuela) no han sido buenas ideas. Personalmente, me quedo con la trilogía original, siendo las más recientes dos apuestas fallidas que es mejor olvidar. Y es que a veces es mejor no estirar las cosas… Adiós, Kenshin. Merecías más.

Más críticas: ocioworld.net
Javi McClane
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