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Revenge: A Love Story

Thriller La historia nos sitúa en la vida de dos jóvenes aparentemente retrasados, que descubren el amor, pero éste se ve interrumpido por un hecho trágico y malsano que lleva a su protagonista (Juno Mak) a vengarse con furia desmedida de los que le hicieron daño. (FILMAFFINITY)
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
16 de junio de 2011
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Intensidad” es la palabra que mejor define a la segunda producción de la compañía hongkonesa 852 Films, que debutó el pasado año con otro de los mejores thrillers asiáticos del año, “Dream Home”. Hacer películas de este género en los países del continente no debe ser muy caro, porque les salen como churros. Y por desgracia tanta saturación obliga a intentar separar el grano de la paja, encontrándonos por el camino con ofertas mediocres y, eventualmente, alguna gran sorpresa. “Revenge: A Love Story” se destaca entre tanto ejercicio del género por su desmedida intensidad, aunque le pesa un poco cierta incoherencia. Afortunadamente la mezcla funciona, y de qué manera, siendo el largometraje de Wong Ching-Po una montaña rusa de la que difícilmente alguien querría bajarse.

No deja de ser curioso que el inicio vaya a toda leche y que quizá, por esto, las sospechas sobre la calidad real del filme comienzan a aflorar: un plano inicial muy similar al de Bardem en “No Country for Old Men” en su primer asesinato (por asfixia) nos presenta al villano de la función, aunque pronto (hablo de minutos, no es spoiler, tranquilos) se descubre que no es así. Montada en climax, la narración va inicialmente hacia atrás y luego continúa dando hasta dos saltos temporales, medidos de forma perfecta para entender a los personajes y la motivación del improvisado héroe (o anti-héroe) interpretado por un sobrio Juno Mak. Su novia, la hermosa Sola Aoi (actriz porno japonesa que parece estar intentando abrirse paso –sin bromas- en esto del cine ‘normal’) hace lo que puede con su personaje. Lo mejor viene del lado de los policías, siendo alguno de ellos fantástico.

La dirección de Ching-Po es electrizante y se vale de trucos visuales que funcionan casi siempre (aunque el tiempo bala está usado de forma algo caprichosa, como si no confiase en su capacidad de generar emoción), dejando algunas imágenes realmente potentes (atentos a los encuadres que desvelan sutiles detalles, como el del tatuaje en el interrogatorio). El director huye del academicismo de Hollywood y que parecía estar imponiéndose en los thrillers del continente (sobre todo en los coreanos), apostando más por la suciedad, la imagen imperfecta, como en la citada “Dream Home” o la producción “The Stool Pigeon” de Dante Lam.

Esta última, por cierto, era hasta el momento mi thriller asiático preferido del pasado año (considerando que la trágica “Outrage” y la soberbia “Confessions” van más allá, no quedándose en el thriller a secas). Ahora el puesto lo ocupa esta inesperada joya, “Revenge: A Love Story”, un thriller de venganzas que no recurre a lo de siempre (triadas, drogas) y prefiere ir directo al grano, retratando la corrupción casi en primera persona. Su final* pone broche de oro a una película fantástica, muy superior a vitoreadas producciones como “I Saw the Devil” o “The Man from Nowhere”.
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Caith_Sith
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14 de junio de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandes expectativas tenía para esta película de Wong Ching- Po. Después de la oleada de peliculones que vienen de Korea del Sur y depués de haber disfrutado de peliuclas como " Memories of a murder", " The chaser" y la obra maestra " I saw the devil", este film procendente de Hong Kong no ha llegado al nivel de las anteriormente mencionadas. Aún así he pasado un buen rato con esta historia de venganza extrema.

La película posee imágenes para enmarcar, un argumento potente y digno de este tipo de cine, interpretaciones bastante creibles y una fuerza visual importante. Pero ami entender peca de abusar de cámara lenta y la última media hora parece sacada de una película de fantasía. No posee el encanto y la pausa de de Memories of a murder o la elegancia de " A bittersweet life", Pero algo hay en esta historia que no te deja parpadear. En definitiva, muy recomendable pelicula para los amantes de este tipo de cine, muy dura y necesaria. Yo ya estoy planeando un segundo visionado a la espera de nuevas joyas tipo "Martyrs" o " A l´interiour".
abixuela
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22 de septiembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los géneros ya no son lo que eran. Antes una película de terror era simplemente una película de terror. A día de hoy uno ya no se conforma con esta etiqueta, que tiene todo tipo de etiquetas y subgéneros dentro de una misma clasificación, y esto es que dentro del terror antes mencionado, y por poner sólo unos cuantos ejemplos, una tiene la “Serie B”, el “Slasher”, “Rape & Revenge”, “Zombies”, “Gore” y hasta el “Ultragore”. Pues algo parecido habríamos de hacer con los thrillers, género fructífero y del que somos deudores de unos cuántos (cuantísimos) buenos films actuales, y dentro del cual se ha puesto de moda en la última década una modalidad en concreto, el thriller de venganzas, y más específicamente el thriller de venganzas asiático.

Con una brutalidad apabullante, digna de no sólo mención sino de admiración, el film de Ching-Po revela sus todas sus cartas a los diez minutos de comenzada, finiquitando este comienzo con una secuencia increíble, dónde policía y asesino se lanzan a una carrera a cámara lenta con BSO magistral de fondo. Uno puede pensar que hasta aquí está todo dicho, pero nadie sabe que derroteros va a tomar “Revenge: A Love Story”, film con un montaje acojonante, lleno de santos temporales, que jamás deja de sorprender.

Porque aquí comienza todo, en 90 minutos que se suceden en un abrir y cerrar de ojos, dónde yo era más feliz que un adolescente pajillero viendo una película de Tera Patrick. El discurrir de los acontecimientos, que hacen cambiar de parecer totalmente la percepción inicial de los personajes, la impotencia ante las injusticias mostradas en pantalla e inclusive la empatía que crea un soberbio Juno Mak (que además firma el guión), blanco no de una, sino de muchas injusticias y héroe atípico dónde los haya.

Cierto es también que sufre de gravísimos fallos de guión, incongruencias varias y que a menos que uno decida no tener en cuenta esto, la película puede bajar el listón y mucho. Pero yo lo perdono todo, por su originalidad, por su increíble BSO, por una fotografía dónde predominan determinados colores dependiendo de aquello que se quiera simbolizar, el arriesgado uso de la cámara lenta, la utilización de planos magníficos y ese cartel de actores dónde hasta Sora Aoi sale indemne.

Imprescindible film, entre los mejores del curso pasado sin lugar a dudas. Y si lo quiere más mascado aún pues lea usted: que es cojonuda, coño.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Diavola
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24 de febrero de 2015
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Otra maravilla del cine asiático que nos viene casi de puntillas y no ha tenido apenas distribución en nuestro país.

Es una historia de amor y violencia, agria y dura, que nos muestra sentimientos tan enfrentados como el amor incondicional y la sed de venganza. El protagonista, un joven hongkonés tímido y de pocas luces (Juno Mak), comete unos horribles asesinatos por los que es buscado por la policía. Conforme avanza la película, se desvela una trágica relación con una chica (Sora Aoi). Sería imprudente desvelar nada más del argumento, ya que el filme gana mucho con el completo desconocimiento inicial de la trama.

Wong Ching-Po realiza un excelente trabajo con los actores y con un guion que no resulta excesivamente brillante, pero tiene la capacidad de sorprender. El ritmo pausado de algunas escenas contrasta con la dureza de otras, de una violencia que se hace típica en el cine hongkonés, pero no siempre se muestra de forma tan cruelmente efectiva. En este sentido me viene a la cabeza el magnífico análisis de la violencia que se hace en la coreana “Encontré al diablo” (2010), pero Ching-Po le da una dimensión más lógica y coherente a esos actos, intentando justificar los mismos.

El filme consigue emitir esas sensaciones tan distintas de una forma bastante efectista mediante la fuerza de sus imágenes. Destaca el lirismo con el que se trata algunas escenas, tanto trágicas como románticas, sobre todo en los minutos finales. El conjunto global deja un calado especial, sobre todo con la forma de rematar la historia. En este aspecto, “Revenge” es otro ejemplo de la libertad ideológica del cine asiático, donde los directores pueden expresar sus ideas sin tapujos y apenas sin censuras. Una película como la de Wong Ching-Po, americanizada o europeizada, sería una película totalmente distinta por la inoperancia moral de sus imágenes en las grandes salas comerciales.

Para terminar, destacar las buenas actuaciones de Juno Mak y Sora Aoi, sin desmerecer al resto del elenco.

Otra pequeña joya asiática a tener en cuenta.
Richy
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10 de julio de 2020
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El mundo de la CAT III hongkonesa es una puerta abierta a lo fascinante. Se catalogaron de esta manera a esas películas con un nivel de violencia y sexo abundante y explícito teniendo dicha categoría su etapa de gloria durante los años 80 y 90 contando con clásicos imperdibles como la trilogía The Untold Story (1993), Historia de Ricky (1990) o Ebola Syndrome (1996). En estos últimos años la presencia de dicho “género” ha ido reduciéndose en número siendo ya una etapa pasada pero aún disfrutada por nosotros, que somos unos nostálgicos. De vez en cuando aún podemos encontrar films que continúan la senda de lo extremo de la CAT III. Revenge: A Love Story (2010) es una producción de muy notable calidad que parece homenajear a esas historias criminales del género a la vez que moderniza el concepto a los nuevos tiempos de una forma impecable. La historia se inicia con unos misteriosos crímenes a mujeres embarazados y que ponen a la policía en jaque. Tras estos asesinatos se encuentra Kit, un joven con un leve retraso mental. A medida que avancen los acontecimientos descubriremos que hay detrás de estos crímenes y los motivos de Kit. Revenge: A Love Story (2010) sorprende por ser un producto muy cuidado a nivel técnico (limitaciones presupuestarias aparte), de ambientación sucia y violenta presentando un mundo corrupto y corrompido (el cuerpo policial, en este caso, no aparece muy bien parado) y con una trama excelentemente hilada que nos sorprende desde el inicio con continuos giros de guión y revelaciones imprevistas que van cambiando tu percepción de la película a cada momento.

Su trama es uno de los alicientes de cara al film así como sus cambios de tono. De entre sus actores encontramos a una cara conocida como es mi adorada Sora Aoi (con quien ya me explayé comentando mis apasionadas impresiones sobre ella en las críticas de Tsumugi y Stop the bitch campaign: Hell Version) y quien realiza una muy correcta interpretación en el presente film. Sora Aoi fue una de las porn stars japonesas más populares en la primera década de los 2000 y cuyo espectacular éxito entre el público chino quizás fue uno de los motivos de la presencia de la actriz en esta película. Sora aprovechó su éxito para atreverse a papeles algo más serios aunque con dispares resultados. Aoi tendrá muchos valores (en lo suyo, el cine para adultos) pero la interpretación seria y dramática no es una de sus cualidades más destacadas si contamos con algunas excepciones entre los que se encuentra Revenge: A Love Story. Claro, tampoco es que sea una interpretación excesivamente complicada (ya que la chica hace de retarded), pero la chica cumple sobradamente dadas las características del producto amen de regalarnos algunos momentos donde muestra sus perfecciones físicas, traídas éstas de algún lugar del cielo. Juno Mak, carga sobre sus hombres el papel protagónico del film realizando una interpretación muy notable, con un personaje de diversos matices resultando en un trabajo decididamente intenso y duro.

Así, y para no hacer spoilers que arruinen la experiencia, Revenge: A Love Story, cabalga por el psycho killer pasando después por el thriller criminal, el terror, el policiaco, la crítica social, el romance entre personajes desamparados y marginados y las historias de venganzas. Una amalgama que funciona como un reloj suizo y que mantiene toda nuestra atención gracias a su no abultada duración de noventa minutos y su estructura basada en flashbacks que van desvelando poco a poco los aspectos más oscuros de la trama. Además, nos regala un momento final sorprendente que haría las delicias de Chicho Ibañez Serrador y su ¿Quién puede matar a un niño? (1976).

Revenge: A Love Story (2010) es toda una sorpresa de cara al aficionado encontrándonos un film bien cuidado y numeroso en sorpresas en su bien hilada trama. La violencia del film, siguiendo la tradición de la CAT III, es seca y directa conteniendo algunos momentos bien incómodos. Una película que destaca por su tono pesimista y nihilista mostrando una sociedad corrupta donde parece no haber escapatoria y espacio para el amor. Un tono que acaba resultando triste y trágico por el destino de sus protagonistas. El film obtuvo varios premios a remarcar como en el Moscow International Film Festival de 2011 (“Premio de la Crítica” y “Mejor dirección” para Ching-Po Wong) o “Mejor actor” para Juno Mak en el Puchon International Fantastic Film Festival.

(https://orientparadiso.blogspot.com/)
Chacal
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