La fe de los valientes

No había realizado todavía su primera película, cuando ya, King Vidor, andaba muy seriamente interesado en la metafísica y en la llamada Ciencia Cristiana. No extrañó, pues, a nadie, cuando su opera prima, “La Vuelta en el Camino” (1920), se centraba en la historia de un hombre cuya esposa muere tras nacer su niño, y entonces, el nuevo padre decide abandonarlo todo para irse en busca de una razón de la existencia.

El filme fue un éxito, y de inmediato, los productores le pidieron a Vidor que hiciera otro filme sobre el mismo tema, pero, temiendo ser encasillado, el nuevo director prometió hacer un tercer filme de ese estilo si se le permitía que el segundo fuera una comedia. Así ocurrió, pero ya, Vidor, sentía que dos cosas le importaban muchísimo: el hombre del común y la relación de éste con la naturaleza. Al parecer, bien sabía que lo psicológico, lo sociológico y lo espiritual, tienen su pleno sentido si le ayudan al hombre a reencontrarse consigo mismo, con su prójimo y con la divinidad, y que, con tales herramientas, el arte cinematográfico puede hacer un aporte muy valioso y significativo si las cosas se hacen con conciencia y con propósitos de trascendencia.

Cuando sus filmes anteriormente realizados, le merecieron un buen contrato con la First National, una de las películas que, King Vidor, hizo para ellos fue, <<LA FE DE LOS VALIENTES>>, un western basado en la novela del canadiense, Ralph Connor (1860-1937), la cual le había interesado por la original manera como un clérigo (sky pilot llamaban entonces a los religiosos de manera metafórica), procura llegar a los habitantes de un asentamiento llamado, Swan Creek, en Canadá.

Todo comienza con una sugerencia de Bill Hendricks -en principio su rival, pero luego su leal amigo- el cual le dice que “la gente de aquí no escuchará a un clérigo, pero muéstreles que es todo un hombre y lo escucharán”. Es entonces, cuando Gwen, la bonita hija del ganadero Fred Ashley, llega a su vida para convertirse en instrumento de una serie de acciones que impactarán a los moradores de aquel frío lugar, en el que la nieve dará cuenta del clima moral que hay en el entorno.

Protagonizan: John Bowers, actor de larga experiencia en el cine mudo como el clérigo Moore; David Butler (Bill), cotizado actor que ya había trabajado con D. W. Griffith y con el mismo Vidor en “Better times” (1919) y quien se convertiría luego en realizador de numerosos filmes; y Colleen Moore (Gwen), una de las actrices mejor pagadas del cine silente, quien, con sus roles de pícara adolescente influyó fuertemente en la moda y en los peinados de la época.

<<LA FE DE LOS VALIENTES>>, tiene algunos momentos de acción bastante atractivos y la amistad está muy bien planteada, haciendo que valga la pena verla. Lentamente se iba consolidando un director que luego dejaría una profunda huella en la historia del cine.