Diario de un seductor

Adaptación de la novela de Hunter S. Thompson, autor de Miedo y Asco en Las Vegas y padre del llamado "periodismo gonzo"...

(Wikipedia. Edición/copiar/pegar)........................................................................................
"El periodismo gonzo es un estilo de reportaje, sub-género del nuevo periodismo, que plantea un abordaje directo del objeto (la noticia), llegando hasta el punto de influir en ella, y convirtiendo al periodista en parte importante de la historia, como un actor más; también suele imprimir más importancia al contexto que al texto, es decir, da preponderancia al ambiente en que ocurre tal hecho, por encima del hecho mismo. El término se usó especialmente para describir el distintivo estilo narrativo del periodista y escritor estadounidense Hunter S. Thompson."............................................................(fin del tocho)

...donde nos encontramos a Johnny Depp, alter ego de Thompson, luchando para mantener a flote su idealismo y su hígado en la sórdida redacción de un periódico a punto de irse al carajo en el Puerto Rico de los 60.

De esas historias donde no importa verdaderamente adónde va el prota, sino el camino en sí. Y en este caso... el camino a alguna parte. Tampoco es que el personaje tenga un objetivo bien definido, aunque bien es cierto que las cosas suelen pasar así, tanto en en trabajo como con las chicas... en fin, aventuras y desventuras varias.

Teniendo en cuenta que está basada en las propias experiencias de Thompson, un pieza de cuidado y el equivalente periodístico de Bukowski. Ya sólo por eso ya merece la pena ver la peli, que es buena aunque para mí tiene un final pelín insípido (el afán por edulcorar tiene sus pros y sus contras; por otra parte es cierto que es un final dedicado al verdadero Thompson, a ese escritor libre e indomable. Interesándome un poco sobre él y sobre cómo acabó, creo que es de hecho un bonito y elegante punto y seguido) y un estilo suavón y poco interesado en ofender, pero en general merece bastante la pena ver en qué demonios se mete el bueno de Hunter y con quién se bebe los rones.

¿Y a qué viene todo esto del periodismo gonzo?
Si eres otro estudiante más de periodismo (o de cualquiera de sus variantes audiovisuales) te dedico la parte del spoiler.

The Rum Diary resulta ser el 4to film de este esporádico director ingles, un ejercicio cinematográfico que no termina de encuadrar en ningún género especifico, pues a pesar de que ciertos segmentos de la película danzan entre la comedia, la comedia dramática , retazos casi imperceptibles de crítica social en relación a las clase marginada del Puerto Rico de los 50, su estética similar a la serie de TV Magic City logra compaginar en una interesante mas no imprescindible pieza de celuloide, no he tenido el honor de leer el libro de Hunter S. Thompson en cual se basa la película, por tanto omitiré analogías o comparaciones rebuscadas que ataquen el film basado en el viejo argumento "de no captar la esencia de la obra"...
Lo que si merece mención aparte es la actuación de el par protagonista, Johnny Depp quien ofrece una actuación relajada mas no indiferente del alcohólico y ficticio Paul Kemp pionero de esa nueva corriente periodística llamada Gonzo y Michael Rispóli quien encarna al carismático Sala y en algunos casos aporta el toque de humor necesario para mantener ciertas escenas, el resto de secundarios pecan de estar de relleno como es el caso del personaje de Ribisi, aun así lo importante en estos Diarios del Ron es que merecen ser apreciados aun cuando lo que quede al final sean ganas de tomar un Cuba Libre para dar honor al título. Brindo por eso!!!!!

De gran notoriedad en su país natal (desgraciadamente debido sobre todo al factor extravagante elevado a la enésima potencia que siempre envolvió cada aspecto de su vida), la vida y obra de Hunter Stockton Thompson (añádase el título de Doctor a voluntad del consumidor) sigue siendo no obstante un completo enigma para la amplia mayoría del resto del mundo. Sin embargo, hablamos de un articulista / novelista / personaje con el que de buen seguro nos habremos cruzado en más de una ocasión, precisamente porque, aunque no lo parezca, su legado está mucho más extendido de lo que podría parecer a simple vista. Véase por ejemplo el idilio fílmico (primero inter vivos y después post mortem) que desde hace tiempo mantiene con una de las estrellas más brillantes del cielo hollywoodiense: Johnny Depp.

El estreno de 'Miedo y asco en Las Vegas', que ahora se recuerda eclipsado por la figura de Terry Gilliam (director que, también hay que decirlo, era ideal para trabajar con aquella materia prima) no supuso la primera adaptación a la gran pantalla del mundo literario del Dr. Thompson, pero sí marcó el pistoletazo de salida oficial de una relación amorosa (por no decir fijación casi obsesiva) que el intérprete dedicaría a tan controvertido personaje. En el filme del ex Monthy Python se puso por primera vez en la piel del periodista en cuestión; en el documental del gran Alex Gibney titulado 'Gonzo: Vida y hazañas del Dr. Hunter S. Thompson', jugó un papel fundamental en la producción y ejecución de dicho proyecto.

Tres años después llega el tercer capítulo de este atípico romance con el filme de Bruce Robinson, 'Los diarios del ron', en el que, cómo no, Johnny Depp vuelve a dar vida a la versión cinematográfica de Thompson (complementada ésta por un divertido Giovanni Ribisi que se encarga de hacer lo propio con la faceta más desmadrada, que no es poco, de aquel irrepetible escritor). La acción se ubica en 1960, año en el que un joven, ambicioso y vicioso (todos los pecados de esta índole entran en este grupo) periodista pone los pies en el peor sitio del mundo para desintoxicarse: Puerto Rico. Una isla sometida al control de unos Estados Unidos estigmatizados por la Guerra Fría y la segregación racial.

Una isla en la que parecía que el rico y dulce ron brotara de cada grifo. Una isla que prometía que habría como mínimo una bacanal montada en cada esquina. Una isla alimentada y esclavizada por el impertérrito sueño americano. Una isla vista por una minoría como un océano de dinero, y por todos los demás como un desolador campo de batalla en el que luchar por unos derechos pisoteados. El terreno ideal para que un periodista con la pluma mínimamente afilada escribiera artículos de altísima calidad para hacer subir los colores a una clase gobernante que había demostrado que tenía serias dificultades para que se le cayera de vergüenza. ¿A qué reportero no se le iluminaría la cara ante tal panorama?

La primera impresión de Los diarios del ron es buena. Partiendo, antes ya de ver la película, de que Johnny Depp va a protagonizar la primera novela de Hunther S. Thompson, y va a encarnar a su alter ego, como ya hiciera en Miedo y Asco en Las Vegas, todo promete. Y el comienzo de la película, también. A partir de ahí todo va cuesta abajo.

Para empezar, el personaje protagonista, Kemp, no parece realmente un alter ego del creador del periodismo gonzo. Thompson fue un verdadero gamberro desde su juventud, como lo era Raoul Duke en Las Vegas, y no un simple periodista canalla y romántico al que le la vida le pasa con nostalgia por delante de los ojos. Y eso es lo que le pasa a Kemp en Puerto Rico a finales de los cincuenta, donde ve cómo sus colegas de la prensa, así como muchos otros poderes fácticos de la sociedad isleña se dejan llevar por los dólares que caen desde Estados Unidos.

La trama tiene un tono bastante deprimente, aunque su contexto histórico sea realmente interesante, pero se le podía haber sacado algo más de chispa en cuanto a la manera de contarla. Hay momentos en los que parece recordar a El americano impasible, aunque solo sea por los sudorosas que parecen algunas estancias, pero es mejor no comparar. Las dos saldrían perdiendo.

La oportunidad que tiene esta película se basa en su reparto, sobre todo el protagónico, con un Ribisi excelente, un Echkart en su línea, y un Depp que, como su personaje y como toda la película, va de más a menos. Aún así, merece un vistazo aunque sea solo por conocer un poco más de la vida de Thompson. Lástima que nos obliguen a echar la vista atrás y que, para mirar hacia adelante, haya que solicitar otra ronda a estos señores.

http://diarioenred.com/2012/05/otra-ronda-por-favor/

Estamos ante una joyita del cine sin saberlo, película que engancha al espectador, tal vez sea por sus interpretaciones todas excelentes de todos sus actores, tal vez sea el escenario, la preciosa isla de Puerto Rico, o tal vez sea la ambientación recreada de los años 60, película de las de antes casi rozando el cine negro, muchos vasos de whisky, cerveza, ron y cigarrillo en boca. Con un periódico de fondo en lugar de un banco al que planear un atraco. Pero todos encaminados a un mismo propósito sobrevivir como sea. Conforme avanza la película a todos se nos viene a la cabeza la burbuja inmobiliaria de nuestros días los políticos corruptos las especulaciones y sobornos y un sinfín de personajes que quieren hacerse ricos a cualquier precio aunque para ello tengan que pisar al pueblo. A todos se nos vienen a la cabeza el caso brugal que tenemos aquí en España, Los diarios del ron si, del ron Brugal.

Johnny Depp esta soberbio, y el resto de secundarios, magnifica película que no se porque la critica no coincide y no se pone de acuerdo. pero solo puedo decir una cosa de esta película si la viera una tarde en la televisión seria una aberración para el séptimo arte un insulto al mejor cine de la historia es una gran película digna de verse en grandes salas, o un domingo por la noche en tu casa con una buena cerveza en la mano y un buen cigarrillo.
nota no soy bebedor ni fumador.