El color del crimen

A lo mejor la premisa argumental del filme (por un lado tenemos a Samuel L. Jackson ejerciendo de policía recto y profesional, y por el otro a Julianne Moore en el papel de madre histérica y chiflada que busca desesperadamente a su hijo pequeño desaparecido) daba para algo más o menos interesante. No cabe duda de que el director se la metió doblada a los productores y consiguió convencerles. Solo así se explica que con semejante material la película se haya estrenado en salas comerciales y no en la sobremesa de una televisión cualquiera (visto lo visto, su lugar más indicado), porque para ser sincero he de decir que el resultado final les ha salido de lo más soso y aburrido: no engancha, ni inquieta, ni emociona, ni asombra, ni nada de nada. Por no valir, no vale ni para pasar el rato. Un bodrio total.

He vuelto a ver esta película con motivo de hacerle una crítica más elaborada. Realmente no me había parecido tan mala como encontre en el panorama de otras críticas. En esta segunda "lectura" pude ver cosas que antes se me habían pasado por alto. Creo que, en general, este film ha sido visto muy superficialmente. El tema central más allá de la intriga policial, y el frénesis por resolver una cuestión racial es el de los hijos. Los hijos son enormemente importante para nosotros, pero solemos dejarlos más de lo debido solos, suelen dificultar nuestros deseos de hacer otras cosas, limitarnos, y muchas veces para satisfacernos los descuidamos. Este es el punto en donde pone su foco el film. En realidad la película despliega una profunda tristeza de vida. El personaje de Moore es profundamente trágico, abismalmente solitario. El título, así como el nombre del orfanato: "tierra de libertad" induce quizás a pensar en que clase de libertad es la que tenemos, los negros aprisionados por el racismo como en la época esclavista, los blancos atados a una vida superficial y solitaria. Fragmentados y tristes. Pero seriamente negros y blancos son solo categorias sociales que llevamos demasiado lejos a la hora de categorizar y encasillar a la gente. El film tiene sus grandes baches narrativos, y resulta bastante flojo argumentalmente en varias partes. Las actuaciones tampoco me parecen brillantes. Sin embargo, y pese a estas debilidades, esconde muchas complejidades y riquezas a tener en cuenta. En síntesis: es un film intenso y confuso como la vida misma.

Cuando arranca, uno tiene la sensación de que no está viendo nada en concreto, no hay un hilo, las historias se mezclan sin un mínimo de justificación y coherencia, y uno ya se empieza a enojar y a decir "porqué no lleve otra peli del videoclub..."
Cuando se está en la mitad del film, uno ya está enojado del todo, aparte de comenzar a dormirse, la historia se diluye, se descontrola todo como en el barrio de afroamericanos donde es la acción, los actores se pierden, las pedanterías y las obviedades afloran y uno se lamenta de estar viéndola.
Casi llegando al final, algun que otro girito de la historia la hacen un poco interesante, pero no alcanza para nada, el film está perdido. Y lo que es peor de todo dos excepcionales intérpretes omo Samuel L. Jackson y Julianne Moore no tiene salvación, si bien Jackson está perdido, pone algo de credibilidad, pero Moore se vuleve intolerable y su sobreactuación se asienta con el correr de los minutos. A la gran Edie Falco le quedan los mejores minutos de un film que es decepcionante en su historia, obvio, abburrido, desesperante, histérico e inestable.

Por una vez no puedo más que coincidir con las críticas de los "expertos".
Los primeros 20 minutos de la cinta son arrebatadores, con un argumento que, desde luego apunta muy alto... pero lo que empezaba brillantemente pronto se trunca convirtiendose en un pestiño insufrible...donde se salvan las actuaciones de Samuel L. Jackson y Julianne Moore (pese a destacar siempre en sus papeles, no recuerdo una peli en la que haya intervenido y que me haya dejado plenamente satisfecho...).
No pierdas el tiempo. Mejor dedícalo a otra cosa.

Buen thriller, distinto, con dos o tres historias en una y con dos intérpretes que soportan perfectamente la carga del film sobre sus espaldas; en especial Julianne Moore hace un soberbio trabajo, que por cierto, no solo consiste en llorar.
Aunque inicialmente parece que nos vamos a encontrar con la típica película policiaca, pronto vemos que no va de eso la película, y que el ambiente de caos que se vive de principio a fin junto a la tensión racial, dan fondo a un interesante film.
Toda la película tiene sentido, y más aún si comprendemos la vida de los barrios negros en muchas ciudades americanas; aquí en España, en pocos años tendremos una similitud.