Mantén la calma

Un personaje degastado por su pasado sirve para una familia que sólo quiere su beneficio. Donde él no está en las prioridades y la lealtad puede ser premiada. Lo utilizan para su propio fin para dejarlo a su propia suerte. Buscaba nuevas inquietudes pero es más de lo mismo. Un cuidado drama criminal bien rodado con muy buenas actuaciones que no llega a explotar cuando la trama lo requiere. Puede que la hayas visto antes,este tipo de cine es muy común.

Mantén la calma es un relato de mafia irlandesa que, pese a abusar de algunos tópicos (el hombre duro que tiene un hijo con necesidades especiales) y pese a tener algunos problemas de ritmo, triunfa. Tiene una buena narración, unos personajes potentes, ese toque indie que tanto gusta en los festivales y, sobre todo, un tono duro, muy áspero, en contraste con el verde de Irlanda y en la mejor tradición de los thrillers de mafia.
Y qué decir de Cosmo Jarvis, que ya estuvo fabuloso en Lady Macbeth junto a Florence Pugh, y que aquí recuerda a ratos a esa fuerza interpretativa de Daniel Day-Lewis en The boxer, por ejemplo, y no porque ambos personajes sean púgiles. Esa mirada sombría, esos silencios e incluso esa expresión corporal dan fe del trabajo excelente de Jarvis.
Notable.

Lo mejor: El tono, duro y áspero, los diálogos y la interpretación de Cosmo Jarvis.
Lo peor: Quizás le falta algo de ritmo y le sobran algunos tópicos.

Una producción muy pobre, anodina diría yo. Si no fuera por algún que otro paisaje no tendría nada reseñable.
El Director muestra oficio con algún que otro detalle de interés y poco más. Es demasiado reiterativo y lento en la forma de narrar la Historia y llega a producir cierto aburrimiento. Sobran muchas secuencias que perjudican el resultado final.
La Historia es poco original. Nada de sorpresas, es muy previsible.
Los actores estan todos bien, en sus típicos papeles, con alguna que otra exageración. Si no fuera por ellos la película hubiera sido más pesada.
Resumiendo: una película con buena factura, poco original, algo aburrida, que se puede ver para después olvidar

Es una buena historia, acompañada por dulces fragmentos musicales que te hacen meterte de lleno en esos bonitos parajes irlandeses pero con sus calles llenas de peligro también.
Sabes que en algún momento la ira del protagonista parece que va a estallar y tanto su papel como el del niño son casi paralelos.
Es interesante y se deja ver.

Logra crear ese ambiente de pueblo, en este caso costero de Irlanda, en el que todo tiene una rutina, en el que todos se conocen y en el que hay una familia que controla el pueblo, y a la que el resto teme y/o respeta.
Un ambiente sórdido, opresor, en el que la familia Devers es la cacique de turno, y que tiene bajo su yugo a un matón, Arm, que ha sido boxeador, y que no tiene otro medio de vida que cumplir con las indicaciones que la familia le da.

En el personaje de Arm plasma la contraposición entre los hechos que realizas y las expectativas propias, que parecen cercanas pero que el día a día te aleja de ellas, a no ser que des un golpe en la mesa y digas basta.

Por otro lado pone de relieve la dificultad de vivir en ese entorno a Ursula, separada de Arm con un hijo con discapacidad (autismo), lo difícil que es todo: encontrar un trabajo, empezar otra relación, los cuchicheos de la gente, dejar ese lugar…

Para reflexionar, el título de la crítica.