Galáctica, el Universo en Guerra

Galáctica es a mi generación, la de los 60-70, lo que Star Trek a los nacidos a entre los 50 y los 60 del siglo pasado. Una serie que no envejeció mal, aunque, desgraciadamente, ha sido devorada por la actual y, para mí, poco acertada, nueva versión llamada "Galáctica, estrella de combate".

Descubrí de niño esta película, ya que en España el episodio piloto de la serie se estrenó en los cines, con un final diferente que en la TV, hojeando un tebeo donde estaba anunciada. Antes de poderla ver, ya que en mi ciudad tardaban mucho en llegar las películas, hice la colección de cromos ¡que acabé! y por fin la conseguí ver.... ¡llegaron hasta a vender maquetas de las naves!.

La historia en el fondo es un remedo de la del pueblo judío, aunque con denominaciones propias del Zodíaco: 12 tribus que colonizan otros 12 planetas y que, exterminados en una guerra genocida y traidora por unos misteriosos seres, los cylones, debn huir buscando la decimotercera tribu que se fue a ...... la Tierra. Aventuras, traidores, héroes, batallas espaciales, acción, alienígenas malos y otros peores, niños pesados, una pizca de romanticismo algo caduco, ropas de gasa para ellas y uniformes inspirados en los egipcios para ellos, excelentes efectos especiales y magníficos diseños de naves....

Años después pasaron la serie, que conforme avanzaron en la historia fue languideciendo y hasta rozando el ridículo cuando pasaban a ser una especie de "ángeles" vestidos todo de blanco y enfrentándose en un palneta a una especie de comunistas muy malos... era la época de Reagan, en toda su plenitud, la de Rambo, Gotcha, Amanecer Rojo y otras películas de entonces... También fusionaron varios episodios estrenados en España como una segunda parte bajo el nombre: "Misión galáctica:Cylon ataca" y otra más que no ví, donde habia resucitado el malo, el Conde Baltar, que en la primera, decapitaban.

Pero el episodio-piloto, o la película, la primera, es excelente, una magnífica película de aventuras espaciales, una space-ópera tan digna como la primera Star Wars, la de 1977. Vale la pena verla. De verdad.

Adaptación televisiva y que se estreno en Europa en la gran pantalla, de la legendaria serie del productor y guionista, especialista en series de tv, Glen A. Larson, (El coche fantástico, Magnum, etc.) y que tuvo su éxito (de público que no de crítica), a pesar de su bajo presupuesto. Tanto éxito tuvo, que dio pie casi 20 años más tarde a una nueva serie-remake (Battlestar Galactica, 2004-09) y que también bajo la supervisión del veteranísimo, Mr. Larson, goza de un éxito tanto de crítica como de público bastante más sonoro que su predecesora, aunque a decir verdad el presupuesto destinado a la producción es muy superior al dedicado en los años setenta, y el resultado final muy, muy mejorado.
“Galáctica”, nació en la mente de Glenn A. Larson, a raíz del mega éxito obtenido por el film de George Lucas “La guerra de las galaxias” (1977). Y en la búsqueda de aprovechar el tirón de ese gran éxito trato de idear un producto similar para televisión con formato de serie, y de la cual hizo una especie de piloto que es este film, que en USA se estreno en tv por cable pero en el resto del mundo como ya he dicho antes fue estrenado en la gran pantalla, precisamente para aprovechar la estela de éxito creada por Lucas y su film.
La historia es la búsqueda por parte de los últimos supervivientes humanos, del planeta Tierra, a bordo de la nave interestelar “Galáctica”, y su lucha a lo largo de ese camino con la raza de robots que busca la desaparición de la raza humana, los Cylones.
Hoy en día al ver la serie o este telefilm, uno se da cuenta de lo mal que algunos productos televisivos de bajo presupuesto han envejecido... porque la verdad en varios momentos resulta deliciosamente patética. La repetición de planos sobre todo de las batallas galácticas, es insultante, y de los que incluso cuando era niño y vi esta película y la serie, me reía de eso precisamente. Pero bueno en su conjunto mantiene ese aire nostálgico de los setenta y los ochenta que hace que al verla, uno se traslade a su juventud, por eso la sigo manteniendo cariño, y debo agradecerle que aunque entonces el genero que más me atraía era otro, films como estos me ayudaron a engancharme a la ciencia-ficción y a soñar con ser miembro de la tripulación de la “Galáctica, Estrella de Combate”.
Dirigió este telefilm Richard A. Colla, que también participo en varios episodios de la serie. Director con poco bagaje tanto cinematográfico como televisivo, con decir que este es su mejor y mas destacado trabajo… esta todo dicho. Un reparto pensado en atraer al publico joven, con el guapo Richard Hatch a la cabeza y que repite en la serie nueva… y que su carrera casi gira por completo alrededor de esta historia ya sea en series, miniseries, telefilms, cortos…etc…ha estado de una forma u otra involucrado en todos los proyectos que se han hecho con “Galáctica”. Le acompañaron en este telefilm, Dirk Benedict, (Ssssss…silbido de muerte, 1973), Lorne Greene, (Bonanza, 1959), Maren Jensen, (Bendición mortal, 1981), Lew Ayres, (El cerebro de Donovan, 1953).
Para nostálgicos de la ciencia-ficción… con olor a naftalina televisiva.

Esta película salió solo un año después de "La guerra de las galaxias", cuando muchos de los que nos la perdimos esperabamos que la repusieran en el cine , "movilicé" a toda mi familia al cine para verla empeñado en que se trataba de una reposición de "Star Wars".
Me encontre con una película bien hecha , con una digna mitología hecha para la película, con los descendientes de los habitantes de la Atlántida o del antiguo Egipto colonizando planetas y que buscaban su origen en la tierra , (un origen demasiado concreto y humilde si lo comparamos con los indeterminados origenes de los personajes de Star Wars), y con unos buenos efectos especiales.
Pero era imposible no pensar en la película de George Lucas, y como resultado me resulto "pequeña"..
Al final fue el episodio piloto de la serie.

Se caga en la paz (perpetua o más efímera), fíate de la virgen y no corras, viene a decir que hay que estar siempre de uñas, con las garras de astracán prestas y dispuestas para la (en pie de) guerra, a las armas, a dios rozagando y con el mazo dando, bélicamente esperando la desgracia que siempre llega en carroza de plata, y que no hay nada peor, me sacas de una duda, que un político pacifista, todo (la muerte a punta pala, como inaudita abundancia) sea por la paz, o lleno de las mejores intenciones, vade retro, que el universo es hostil y cruel, adverso, puñetero, sandunguero, abyecto, traicionero, que el enemigo, yo robotico, es funesto, que no hay posibilidad ninguna de negociación, acuerdo o pacto. Visión pesimista y a contrapelo de las cosas tal como las conocemos contada o mostrada de forma muy tierna y hasta pueril, cartón piedra, aunque el fondo o contenido no pueda ser más oscuro, terrible y siniestro, atroz por ejemplo ese ominoso comienzo.
Es mejor la primera hora, tiene incluso sus buenos diálogos psicotrónicos chiripitifláuticos, humor y amores y conspiraciones por un tubo, en el espacio telenovela, la segunda, sin embargo, cuando ya se te hacía la boca agua con la Tierra en lontananza, la vuelta a casa, camino del nuevo viejo mundo, la vida está en otra parte, desafío total, se estanca, en ese planeta, trampa absurda, hangar, Antz (Hormigaz), se empantana y (nos) aburre a muerte en ese garito y su cochambre, ascensor para el cadalso, y el final es tan simpático como tonto y precipitado, para ese viaje no hacían falta esas alforjas, y el malote, y toda su estirpe o recua, ni hablar del Judas Iscariote trapero que me meo, queda en el más completo de los ridículos, ni la o con un canuto el pobre, no era para tanto, balas de fogueo.
Al fin y al cabo y en resumen, no deja de ser el reverso/anverso/metaverso del planeta de los simios, como en casa en ninguna parte, ya que el exterior, la vida entera, todo lo que sea salir de tu mundo o familia, de tu coto de caza, terreno vedado, ahora se diría zona de confort, es el horror sin parangón, al motrollón, camino de perdición, película, por descontado, desconfiada, escéptica, acojonadora, abrumadora, ¿hetaira?, ¿herética?, tétrica.
Dirk Benedict y Jane Seymour quién da más.