Pena ajena

Al final la gente que lea mis críticas va a decir que soy un petardo, pero lo repito, es una película DIVERTIDA. La historia es graciosa, tiene un guion muy directo y los protagonistas no son unos monos salidos como nos muestran en producciones del tipo 'American Pie'.
Es increíble que la gente ante una película bien dirigida y con un reflejo de la sociedad más interesante de lo habitual diga que es una basura.
Es una comedia que no pretende más que divertir al personal, Jack Black sobresale del elenco, aunque hay bastante buen casting.
Una vez más espero que no hagan caso a la recomendación y la vean, luego decidan si les gusto y suban la puntuación de filmaffinity.

Sinceramente es un placer que Jake Kasdan en 2002 decidiese llevar a cabo la comedia "Orange County".
Más que nada porque Kasdan no ha hecho nada mejor (no he visto aún Dewey Cox) pero teniendo en cuenta "Bad Teacher" dudo que sea nada del otro mundo. Pero también porque muy lejos de productos como "American Pie" o "Road Trip", Orange County lucha por ser una comedia en la que encontremos personajes normales y decentes y algún que otro descerebrado.
Ante todo, Orange County es una película cuanto menos imperfecta. La trama es tópica, los actores (a excepción de Black) hay algunos que cojean y personajes como el de Carly Pope que tan pronto aparecen como desaparecen.
Colin Hanks tiene un personaje sosísimo en este film pero lo lleva a cabo con clase y naturalidad. Por su parte Jack Black se sale y nos deja claro que pese al resbalón que fue "Saving Silverman" él también es un gran cómico (en aquella peli era Zahn el acertado).
Además de los simpáticos cameos de Kevin Kline y Ben Stiller como bombero y otras apariciones esporádicas.
Puede que las situaciones se amontonen a ser solo cagadas de Jack Black para complicarle la vida a su hermano. Pero a mí me ha parecido genial y con alguna escena suprema.
Además sale la bellísima Monica Keena.
Para pasar el rato está bien. Aunque por momentos deja algo descolgado.

Ya me ha pasado dos veces y me temo, que como dice el refrán, no haya dos sin tres. Resulta que entre el reparto de una película aparece en un discreto puesto Alexandra Breckenridge, que es una de las actrices más bellas del mundo, sino la que más, la veo y al final no sale. Esto me pasó con "La hora más oscura" (2011) pero el supuesto error se ha vuelto a repetir con "Orange Country". Sin embargo lo más raro de todo es que en varias páginas aparece Alexandra en el casting, sin acreditar en el papel de "Anna". ¿Cómo es esto posible? ¿Hay una obsesión con esta chica, que entiendo perfectamente, hasta el punto de quererla colar en cualquier título? He visto la película con lupa y no aparece, ni siquiera en los créditos, que me he molestado en buscar, ni siquiera de bulto y mucho menos dando vida a este misterioso personaje llamado "Anna".

La decepción que me causa no encontrarme en la gran pantalla con Breckenridge me hace ya mirar con mala cara esta comedia juvenil casi de sobremesa. La obra, aunque no llega a ser grosera pese al esfuerzo de Jack Black en esa dirección, no tiene gracia, ni imaginación, ni trama elaborada. Tampoco los personajes aportan frescura. Aunque reconozco que me hizo reír el colgado admitido en Stanford, "lo flipo tío". A la postre, lo mejor es la canción de Brian Wilson "Lay Down Burden", cuando se tira el protagonista a la piscina, que está muy bien, dejando al margen el bailecito de las animadoras. Y hablando de esto, otra vez el arquetipo denigrante de animadora guapa, pero malvada, frívola, estúpida y guarra. En cambio, la ecologista-feminista es enrollada y muy maja. Luego dicen que los estereotipos "machistas" se mantienen. ¡Anda ya!

Plantéese esto: una película en donde Jack Black interpreta (otra vez) a un perdedor vago e inútil, y en donde todos los personajes son tan estúpidos y aberrantes que el suyo es el único interesante. Bienvenido a "Orange county" (2002).

Durante los 90, Jack Black había estado mejorando su situación como actor. De papeles olvidables y fugaces, a uno secundario en una película potente, caso de "The jackal (chacal)" (1997). Un ascenso que, con la entrada en el nuevo siglo, se aceleró con trabajos como "Alta fidelidad" (2000) y "Amor ciego" (2001). A mi entender obras de calidad justita, cuando no abiertamente mala (los Farrelly...), pero que lo posicionaron mejor en Hollywood gracias a la crítica y la taquilla.

En medio de este ascenso, y cuando aún no había llegado "Escuela de rock" (2003), Black participó de secundario en "Orange county"; obra que en España lleva el subtítulo de "Colgado, pringado y sin carrera". Sí, yo también creo que el control de armas en España está salvándole la vida a más de uno.

La película (y juro por Dios que llamar a esto película es un acto de caridad) nos pone tras la pista de un adolescente con ínfulas de escritor, razón por la que solicita estudiar en Stanford. Sin embargo, sus planes no salen como esperaba, lo que da pie a una ristra de acontecimientos... surrealistas.

"Orange county" es una película mala de narices. De esas que causan vergüenza ajena porque, intentando ser una comedia, acaba convertida en una tortura. Un producto con la calidad técnica de cualquier episodio de una serie infantil emitida por Disney. Uno con guion y papeles al mismo nivel que los subproductos para niños subnormales con los que la casa del ratón inunda su programación. Vamos, matarratas industrial.

Lo más asombroso de este berenjenal no es, sin embargo, que Jack Black participase, pues sus payasadas son bien conocidas. Lo que pone la carne de gallina es comprobar que lo protagoniza Colin Hanks (hijo de Tom Hanks) y que, ora como secundarios, ora como cameos, aparecen nombres como Chevy Chase, Lily Tomlin, John Lithgow, Ben Stiller, Harold Ramis y hasta Kevin Kline. A saber cómo los convencieron (véase spoiler 1).

No voy a torturarle describiéndole los personajes ni sus comportamientos, porque sería sádico. Lo que sí le diré es que un drogado, resacoso, grimoso, greñoso, sucio y balbuceante Jack Black es un soplo de aire fresco entre ellos. Y eso es motivo para hacer controles de drogas en las productoras. A día de hoy se me hace difícil asumir que su director, Jake Kasdan, acabase dirigiendo "Jumanji: bienvenidos a la jungla" (2017) y "Jumanji: siguiente nivel" (2019). Lo único que se me ocurre es que debió de aprender durante los años siguientes.

En resumen, esta bazofia tiene en IMDB una nota media superior al seis, lo que evidencia (por enésima vez) las puntuaciones infladas de esa plataforma. No se haga daño a sí mismo viendo esto. Odiará el cine.

Estamos ante otra típica y tópica comedia norteamericana juvenil (qué manía de coger actores con veintitantos años para papeles de chicos con dieciocho) en la que el protagonista quiere ir a una universidad determinada porque allí se encuentra su ídolo escritor, pero por algunas razones todo se lía y no es admitido.
Bien, es entretenida y corta, y también tiene su gracia, amén de ciertos cameos ya nombrados, como Ben Stiller o Kevin Kline. Jack Black levanta parte de los ochenta minutos que dura, ya que el papel de Colin Hanks es bastante sosillo, demasiado plano.
Pero sí que es recomendable, ¿cómo no? Total, no dura mucho y no se pierde nada por verla.