La verdad sobre el caso Harry Quebert (Miniserie de TV)

Una serie muy interesante sobre todo para los amantes de la intriga que hipnotiza por su ritmo pausado y su fotografía absorbente. Leí el libro previamente y de momento los capítulos que he visto respetan fielmente lo acontecido en el mismo. La serie te atrapa desde el principio, un guion claro y limpio que consigue que no te pierdas en ningún momento pese a la complejidad de la historia. El libro es fabuloso y la serie tiene toda la pinta de serlo también, absolutamente recomendable.

Otro best-seller que se convierte en este caso en una serie.
Los primeros capítulos tienen cierto enganche que hacen que quieras seguir viendo el siguiente. Entretiene, eso es innegable, pero aunque no he leído el libro, estoy seguro de que es muchísimo mejor que la serie.
El argumento es interesante, un amor prohibido, pero el desarrollo no termina de convencer.
La historia está contada en dos partes que se van intercalando, donde una es el pasado donde se presentan a los personajes en el año 1975 y la otra en la actualidad, creo que año 2008.
Algunos personajes carecen de carisma o son poco creíbles, como por ejemplo el chico escritor que "se vuelve detective" e incluso acompaña a todas partes a un agente de la ley que no pone reparos en ello a pesar de que no parecen caerse bien. Y por favor, Virginia Madsen, ¿a quién se ha comido? Hace de madre de una chica rubia muy guapa en el pasado que cuando se hace mayor llega incluso a adelantar la edad de su propia madre. Son cosas que en una serie de un presupuesto así no pegan.
Y la resolución es un poco...

Jean-Jacques Annaud acometió la serie desde el evidente placer que le producía, y partiendo de esa posición, algunas escenas fueron rodadas con exquisito cuidado, al permitir que asomase la esencia de los personajes a través de interpretaciones intimistas.

Kristine Froseth es el engranaje perfecto para el desarrollo de la historia, con un Patrick Dempsey acosado por una situación que desde el primer instante le supera y desborda.

La relación entre Froseth y Dempsey se construye desde ese apoyo entre ambos, donde se dan cuenta que no son tan diferentes como la jerarquía social asume. Se ayudan mutuamente, luchando, hasta que todo se desata y comienza el verdadero conflicto base de los elaborados capítulos.

Todas las series se alargan con escenas innecesarias que me producen agotamiento, para concluir en resoluciones bastante previsibles o en el caso presente, esparciendo pistas para confundir a un espectador al que intentan, le resulte inquietante llegar al final

Los últimos capítulos los vi con una ceja arqueada.

Desde hace tiempo soy una seguidora del cine del veterano director francés, Jean-Jacques Annaud, desde que descubrí su "El amante" o su "El nombre de la rosa" me interesó este polifacético creador, original y con una personalidad diferente a la hora de hacer cine. Ha sido un director que ha tocado todos los palos, algunas veces con más fortuna que otras, pero siempre tiene algo interesante que decir.
Aquí nos trae una miniserie de 10 capítulos basada en una exitosa novela de un escritor suizo al que nunca he seguido, Jöel Dickerman, pero al que, gracias a Annaud conoceré en breve porque me he quedado con ganas de más, de seguir un poco más la relación hermosa de amor entre Nola, una quinceañera delicada y adorable, y un atractivo maduro llamado Harry Quebert.
Critican esta serie por parecer barata, con bajo presupuesto, con caracterizaciones pobres de los protagonistas en lo que respecta al paso de los años. Critican que es lenta y aburrida. El que lo hace no conoce para nada, entonces, el cine del director francés. Annaud es un artesano del detalle, del cocido a fuego lento de sus historias y su carácter europeo se puede apreciar en su estética a la hora de rodar.
Las localizaciones son hermosos parajes de la región de Quebec, en Canadá, precioso lugar que he tenido la gran suerte de conocer y que aquí se hace pasar por un pequeño pueblo del estado norteamericano de Maine. Desde luego, la ambientación y los paisajes son magníficos y creo que el maquillaje de los actores no está fallido como apuntan muchos a la hora de recalcar las distintas épocas en las que se desarrolla la acción.
A mí me ha encantado la historia, me chiflan los argumentos donde hay algún misterio que resolver, algún secreto por descubrir, donde hay amor y todo esto lo tiene esta serie. Me encanta Patrick Dempsey, actor guapo a rabiar, con una mirada preciosa que se desenvuelve muy bien tanto en comedia como en este caso en drama y le sigo desde que me enamorara en mi seguida serie "Anatomía de Grey". Aquí tiene una química impresionante con la joven modelo noruega Kristinne Froseth, quién despliega una belleza y un cambio de registros en pantalla dignos de mención. Ellos y su maravillosa y trágica historia de amor son el eje central de esta historia. Ella desaparece una noche de Agosto y su cuerpo aparece enterrado en el jardín de la casa de él 33 años más tarde. Y ahí empieza la investigación de un suceso que parecía ya olvidado en el pueblo y empezamos a descubrir que nadie es lo que parece y que todos tienen algo que ocultar de una manera u otra.
Comentaba una usuaria en otra página que era casi pedófilo el argumento de la serie con esa relación entre una chica de 15 años y un hombre de 40 y que le resultaba, incluso, incómoda de ver. Creo que esa señora no ha captado la belleza de la historia de amor de esta pareja. Aquí no hay morbo, no hay sexo, no hay suciedad. Harry Quebert se enamora de verdad de esta chica y sueña, al igual que ella, con poder estar libremente juntos. A mí esa parte de la serie me ha llegado.
Junto a ellos un joven talentoso al que encuentro muchísimo parecido físico y en su forma de actuar con Tom Cruise y que se llama Ben Schnetzer. El joven está más que correcto como alumno de Quebert.
De los secundarios destacar a la veterana Virginia Madsen, más que correcta, y a una guapa Tessa Mossey de gran parecido físico con la actriz Cristina Applegate.
Un saludo,
Tess
"Adiós, querida Nola".

En 2012 un joven suizo Joel Dicker saltó a la fama como escritor con un best seller que primero en Francia, luego mundial ha acabado siendo traducido a 40 idiomas. Una novela en francés con un conocimiento de la América profunda que ha tenido la enorme fortuna de no caer en las manos de los productores de hollywood clásicos que hubieran escogido para protagonizarla a sus estrellas consagradas y protegidas.
Y todo ha sido un acierto empezando por su director y mayor responsable, Jean Jacques Annaud que ya septuagenario se mantiene con la misma calidad que en sus obras maestras anteriores.
El guión era difícil para adaptar una obra que constantemente se desarrolla en dos tiempos bien diferenciados por 33 años de distancia. Creo que el guión es un acierto total, mantiene el ritmo y los tiempos, aunque como todas las series tiene repeticiones, aquí son casi necesarias para la total compresión de todas las complicaciones que al final encajan como las piezas de un puzle.
Y los actores, ninguna figura estelar, pero todos perfectos en sus cometidos. Aunque me gustaría citar a Kristine Froseth, modelo y actriz noruega, que nos sorprende en el complicado papel de Nola, a veces encantadora, a veces todo lo contrario. Espero que pronto la volveremos a ver en otros filmes.
En resumen una de las mejores series y además breve.