Haz click aquí para copiar la URL

Johnny Stool Pigeon

Cine negro Un oficial de narcóticos convence a un preso, al que él mismo envió a Alcatraz, para que le ayude a infiltrarse en una red de contrabando de heroína. La extraña pareja viaja desde San Francisco a Vancouver y, finalmente, a un rancho en Tucson, que es donde se encuentran los jefes de la mafia... (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
12 de febrero de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La última vez que estuve calentita fue cuando me quedé dormida con un cigarrillo encendido y la cama prendió fuego".

Excelente film policíaco, con criminales que se enriquecen con la venta de narcóticos, sumiendo a pobres gentes en un dolor continuo.
Está muy bien narrada, y en menos de ochenta minutos cuanta una historia interesante, francamente amena en todo momento, y con grandes interpretaciones (Duryea y la gran Shelley Winters están magníficos, sobre todo en la escena del baile conjunto), y estimables diálogos.
El ritmo es fluido en todo momento y las escenas de acción están muy bien rodadas.
Una cinta, casi se pudiera decir de serie B si la comparamos con otras del mismo género y parecida época, pero que hace pasar un rato de lo más agradable.
Está muy bien y es un dato que William Castle, el realizador, además de estar en su ambiente cuando rodaba películas de terror e intriga, aquí, en el policíaco/género negro, está estupendo también.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Constancio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de junio de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un correcto y sugestivo policial que tiene su mejor baza en su atrayente elenco y que nos ofrece un interesante punto de partida en forma de dúo antagónico obligado por las circunstancias a colaborar juntos, un enlace que siempre resulta efectivo a juzgar por la cantidad de films que utilizarían esta base y que, todavía, seguimos disfrutando en las cintas de hoy.
Un agente de narcóticos (Howard Duff) buscará infiltrarse en una banda mafiosa que opera a lo grande por todo el país. Requerirá la ayuda de su enemigo para hacerlo ( Dan Duryea), un convicto que él mismo encerró en chirona y que se la tiene jurada.
Pero Duff guarda un as en la manga para conseguir su colaboración aunque con Duryea nunca se sabe, la carta con la que ha jugado Duff puede que no sea suficiente y encuentre en Duryea un adversario más que un cómplice.
Además, ignora que alguien le ha visto en la piel de agente (un jovencísimo Tony Curtis, en uno de sus primeros papeles, que hace de asesino a sueldo aunque no pronuncia una sola palabra en todo el film), aunque, afortunadamente, resultará bastante desmemoriado por un tiempo, lo que es posible que le de tiempo a Duff para resolver el caso mientras nada entre aguas peligrosas.
Shelley Winters, impecable en su papel de amante de uno de los esbirros, fiel en su interpretación de pisoteada que se rebela contra ese destino, añadirá cierta nota de complicación e intriga a la ya dificultosa relación de los protagonistas, mientras que John McIntire, hace un perfecto retrato de ladino mafioso campechano que, precisamente por eso, nos va a desagradar más profundamente.
La intriga de esta trama se sostiene por completo en la ignorancia del espectador hacia los pasos que seguirán los compañeros de Duff más que por la trama en sí misma que resulta bastante rutinaria y previsible. Es por eso que, seguramente, echaremos de menos que hubieran profundizado algo más en la ambigüedad que representan y que desaprovechan bastante en la búsqueda de más tensión o incertidumbre ya que, enseguida, vamos a adivinar de qué pie cojean.
A pesar de ello la cinta discurre entretenida, ágil, con algunos buenos momentos de acción en su final (el hangar) y no nos va a aburrir en ningún momento. Mi momento preferido, cuando Duff muestra a Duryea la carta que esconde bajo su manga.
Izeta
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de diciembre de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Esta poco conocida película de William Castle responde también al título en español de "Mala hierba", y cumple con todos los canones del cine negro de serie B. El reparte funciona excelentemente, con Howard Duff como el duro policia, Dan Duryea como el delincuente obligado a colaborar, Shelley Winters como la femme fatale y malos como el gran John McIntire o Barry Kelley, rostros muy conocidos del género. Mención aparte merece el papel (sin texto pero con presencia) de un jovencísimo Tony Curtis. El argumento es el clásico de peligrosa infiltración en banda de malvados, en este caso en el mundo del narcotráfico. Sin grandes alardes ni muchas sorpresas, ya que el argumento no aporta grandes novedades, la cosa funciona como un reloj, demostrando William Castle que era un artesano que sabía hacer de todo. Película muy entretenida, con unos minutos finales repletos de acción y sorpresas incorporadas. Recomendable. 6,5.
Troglo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow